Es la conclusión de la mesa organizada por el Hospital Ramón y Cajal, en el marco de la Semana de las Enfermedades Hepáticas organizada por la AEEH.

La Semana de las Enfermedades Hepáticas en Madrid, organizada por la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), ha tenido en el Hospital Ramón y Cajal uno de los principales focos de diálogo en torno a los hitos y el futuro del trasplante hepático.

Una de las principales conclusiones que se ha puesto sobre la mesa es que el trasplante hepático es la mejor opción terapéutica para pacientes con cirrosis descompensada y hepatocarcinoma. Con los años ha aumentado proporcionalmente el número de pacientes con hepatocarcinoma respecto a los trasplantados por cirrosis e insuficiencia hepática.

Javier Nuño, jefe de Sección del Servicio de Cirugía General y Digestivo, ha descrito cómo ha evolucionado la técnica del trasplante desde sus comienzos hasta la estandarización actual. Y desde el mismo servicio de Gastroenterología se ha hecho lo propio con los cambios de la inmunosupresión, con pautas de minimización que permiten una adecuada protección renal. El resultado es un aumento de la supervivencia del paciente trasplantado a los 5 años, según datos proporcionados por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), del 70% entre 1984-2003 al 85% alcanzado en los últimos cinco años.

Atacar el origen

La curación de la hepatitis C ha modificado las causas de la cirrosis y, por tanto, las de trasplante hepático, siendo minoritario el número de pacientes que hoy se trasplantan por ese motivo. Actualmente las causas de cirrosis más frecuentes, y por las que más pacientes tienen que recibir un trasplante, son el abuso del alcohol, la enfermedad hepática metabólica grasa debida a obesidad y diabetes, y una combinación de ambas.

El objetivo es reducir la brecha entre el número de trasplantes hepáticos que se realizan en España y el número de pacientes en lista de espera, que fue de 1.550.

“El trasplante hepático es un procedimiento complejo desde un punto de vista técnico y logístico, y requiere unidades multidisciplinares que incluyan cirujanos, hepatólogos, anestesistas, hematólogos, radiólogos, entre muchos otros especialistas, así como equipos que coordinen la donación y recepción del órgano”, señala Agustín Albillos, jefe de Servicio de Gastroenterología y Hepatología.

 

Fuente: gacetamedica.com

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