Revisión práctica del impacto del estilo de vida en las personas con cirrosis

15/06/2020 | Artículos científicos

Los factores relacionados con el estilo de vida son los principales determinantes / modificadores del pronóstico en pacientes con cirrosis.

La evidencia acumulada indica que la desnutrición, la obesidad, el estilo de vida sedentario, el alcoholismo y el tabaquismo, y la mala higiene oral pueden aumentar el riesgo de progresión de la enfermedad, y algunos de ellos se relacionan con un mayor riesgo de carcinoma hepatocelular. Es importante destacar que los factores conectados con el estilo de vida en gran medida pueden ser modificados, por lo que representan un enfoque atractivo para agregar a la terapia etiológica y farmacológica existentes en pacientes con cirrosis. No obstante, el estilo de vida a menudo se descuida en esta población.

En esta revisión concisa, los autores presentan evidencias científicas que respaldan y favorecen realizar cambios en el estilo de vida en pacientes con cirrosis, y que incluyen, diversos aspectos, entre otros, la nutrición y la actividad física en pacientes desnutridos y obesos. También comentan algunos elementos importantes en las entrevistas motivacionales, que serían herramientas útiles para apoyar unas mejores interacciones entre hepatólogos y pacientes en este campo.

Introducción

La cirrosis hepática es una causa frecuente de muerte en todo el mundo. Hasta hace poco, la cirrosis se consideraba una enfermedad irreversible que invariablemente conllevaba un mal pronóstico. Sin embargo, gracias a los métodos de diagnóstico no invasivos más recientes, la cirrosis se diagnostica cada vez más en una etapa completamente compensada y que carece de complicaciones clínicas. Su pronóstico es relativamente bueno, y se deberían implantar medidas terapéuticas efectivas para prevenir la progresión a la descompensación y reducir el riesgo de carcinoma hepatocelular (CHC).

En esta etapa de cirrosis compensada, la eliminación de la causa de la lesión hepática puede conducir a una regresión histológica completa de la cirrosis. Es importante destacar que los estudios epidemiológicos y de cohorte han identificado varios cofactores de daño hepático relacionados con el estilo de vida y, como tales, son modificables.

Se ha demostrado que algunas circunstancias ligadas al estilo de vida pueden modificar el riesgo del aumento de la presión portal y de la progresión de la cirrosis desde la etapa compensada hasta la descompensada (por ejemplo, si se pudiese mejorar la obesidad), o para frenar una descompensación acelerada (por ejemplo, por sarcopenia). Además, algunos factores del estilo de vida promueven complicaciones que impiden la mejora de la hipertensión portal en relación con la cirrosis, una vez que se ha eliminado el principal agente etiológico.

Dado que todavía faltan estrategias farmacológicas para inducir la desaparición de la fibrosis y no se dispone de estrategias no farmacológicas para prevenir la progresión de la cirrosis y las complicaciones, el cambio del estilo de vida debería considerarse como una parte importante del tratamiento de los pacientes con cirrosis. Dado que los estudios de adaptación de estilo de vida lo suficientemente grandes que prueban el efecto de todos los principales modificadores de riesgo en el pronóstico de la cirrosis son escasos y es poco probable que se realicen en el futuro cercano, en este artículo se presenta una revisión práctica que resume la evidencia existente en este campo (Fig. 1).

Fig. 1. Vista esquemática de las principales adaptaciones de estilo de vida que se requieren en la cirrosis: la abstención de la ingesta de alcohol y la optimización de la dieta deben verse como los pasos clave.

Éstos deben complementarse con una actividad física progresivamente incrementada, dejar de fumar y mejorar la salud bucal.

Conclusión

Las adaptaciones del estilo de vida son un componente importante del tratamiento en los pacientes con cirrosis. Los pacientes deben ser bien informados para evitar los comportamientos que aumentan el riesgo de una mayor progresión de su enfermedad y para adoptar aquellos cambios en el estilo de vida que fomenten mejoras en su salud. La abstinencia total de alcohol y tabaco, el logro de un peso corporal saludable y una composición corporal adecuada a través de una nutrición y actividad física apropiadas, se debe sugerir a todos los pacientes con cirrosis para mejorar el pronóstico y la calidad de vida.

Sin embargo, estos conceptos aparentemente simples están limitados en su aplicación por una complejidad extrema, que abarca la falta de transferencia de conocimiento de la comunidad médica a sus pacientes, y las diferentes barreras que existen frente a los cambios de estilo de vida, a los que se oponen los comportamientos duraderos y la propia sociedad.

Por lo tanto, los médicos necesitan mejorar y adaptar el diálogo con los pacientes con respecto a las adaptaciones del estilo de vida y reconociendo las barreras específicas, para aumentar la posibilidad de lograr el cumplimiento de los cambios sugeridos. La implantación de programas de adaptación del estilo de vida, que incluyan apoyo nutricional y de actividad física, y apoyo para el abandono del consumo de alcohol y de cigarrillos cuando sea necesario, requiere un enfoque multidisciplinario que debe tenerse en cuenta en la organización futura de actividades en hepatología.

 

Fuente: Seminars in Liver Disease vol. 40 No. 1/2020

Referencia: https://doi.org/10.1055/s-0039-1696639

Artículo traducido y adaptado por ASSCAT

15/06/2020

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