Expertos han recordado que tanto España como el resto de países desarrollados están viviendo una ‘pandemia’ de mal estilo de vida, lo que favorece la aparición de problemas en el hígado.

Expertos participantes en el encuentro informativo “Retos de las enfermedades hepáticas: desde la prevención hasta la curación”, organizado por Europa Press con el apoyo de AbbVie, han insistido en la necesidad de mejorar la prevención de las enfermedades hepáticas, teniendo en cuenta que la mayoría “son prevenibles”.

En el encuentro, el jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid) y presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), José Luis Calleja, ha detallado que las enfermedades hepáticas son la “undécima causa de muerte”.

En cualquier caso, la “mayor parte” de estas patologías son “prevenibles”. Por ello, ha reivindicado la importancia de “un diagnóstico precoz en esa etapa sintomática”, así como la necesidad de “tener un acceso a los tratamientos más innovadores”.

Calleja ha recordado que tanto España como el resto de países desarrollados están viviendo una ‘pandemia’ de mal estilo de vida, lo que favorece la aparición de problemas en el hígado. “Cada vez tenemos más obesos y diabéticos, y el consumo de alcohol ha crecido después de la pandemia… Son factores que van a contrarrestar el efecto de la bajada de mortalidad por hepatitis A y B debido a los nuevos tratamientos”, ha advertido.

“El hígado no duele”

Uno de los grandes problemas con las enfermedades hepáticas es que la mayoría son asintomáticas, de forma que cuando los pacientes tienen síntomas “ya están en una fase mucho más avanzada de la enfermedad y, por tanto, con menor capacidad de actuación”. Por ello, Calleja ha argumentado que, en el caso de las enfermedades hepáticas, “prevenir es curar”.

En la misma línea, el jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Clínic de Barcelona y portavoz de la AEEHRamón Bataller, ha resaltado que los profesionales sanitarios “deben de ir a los pacientes de riesgo, como aquellos que están en tratamiento de adicción al alcohol o están en una clínica por obesidad”. Tenemos que hacerles pruebas no invasivas para detectar si tienen enfermedad hepática, ha reivindicado.

Tal y como ha señalado el experto, “el hígado no duele”, de forma que “al no doler es más difícil de detectar” la enfermedad, por lo que los cribados deben ser más amplios. “El hígado es una buena persona y te da una segunda oportunidad, pero tiene sus límites”, ha advertido.

La importancia de la prevención

Rocío Allerinvestigadora del CIBERINFEC y especialista en el aparato digestivo del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, ha advertido de que la enfermedad por hígado graso ya afecta a uno de cada cuatro españoles “y va en ascenso”. “Es paralelo al incremento de la obesidad y la diabetes. Nos tenemos que poner las pilas porque se puede prevenir”, ha afirmado.

La experta ha lamentado que el estilo de vida de los españoles “está cambiando”, lo que favorece los problemas de hígado: Los pacientes no hacen dieta mediterránea, que es un factor protector de hígado graso. En cambio, los alimentos ultraprocesados o con mucho azúcar son un gran factor de riesgo. La grasa también produce cirrosis, no sólo el alcohol.

Asimismo, considera que la pandemia de COVID-19 “ha supuesto un flaco favor para el hígado graso”. “La gente se ha quedado en casa, ha dejado de hacer actividad física y aumentado su consumo de alcohol. Y lo peor es que han sido cambios estructurales. La mitad de españoles ha aumentado de peso desde la pandemia”, ha sostenido.

Para Aller, otro problema se encuentra en la infancia, donde hasta el 30% de los niños españoles ya presenta sobrepeso: “Los niños están cada vez más en las pantallas y no cumplen la recomendación de una hora diaria de ejercicio físico que aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si empiezan a tener problemas metabólicos en la infancia, cuando lleguen a los 50 años probablemente tendrán una enfermedad hepática avanzada”.

Plan nacional de enfermedad hepática

El jefe de sección de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla) y vicepresidente de la AEEHManuel Romero, ha defendido que en España “resulta fundamental” diseñar un Plan Nacional de Enfermedad Hepática, que sitúe a la salud hepática “en una posición muy elevada en la agenda política”.

“Necesitamos un plan porque hay mensajes y acciones que tenemos que poner en marcha… Tenemos que educar a los padres, a los maestros, a todos los que toman decisiones en el territorio local, habrá que modificar impuestos y tomar decisiones que van a tener un impacto muy importante”, ha detallado.

La responsable de la Unidad de Hepatología del Servicio de Medicina Digestiva del Hospital Dr. BalmisSonia Pascual, también ha puesto el foco en la necesidad de contar con comités multidisciplinares para mejorar el abordaje de las enfermedades hepáticas.

Por ejemplo, ha señalado que los especialistas hospitalarios tienen que integrarse mucho más con Atención Primaria, ya que estos facultativos son “los que mejor conocen las circunstancias del paciente”.

Así, ha reclamado que, dentro de la analítica general que se suele realizar una vez al año, se incluya una analítica hepática: “Porque la enfermedad del hígado puede no haberse manifestado un año, pero sí hacerlo al siguiente”. Otro ámbito donde se debería colaborar más, según la experta, es la farmacia comunitaria, donde sus profesionales podrían derivar al médico de AP para realizar esa analítica.

Hepatitis C: “historia de éxito” pero hay que conseguir la eliminación

Sobre la hepatitis C, el jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Marqués de ValdecillaJavier Crespo, ha destacado que se trata de “una historia de éxito enorme”. El experto ha asegurado que España “está en el camino” de conseguir la eliminación de la enfermedad. De hecho, “es uno de los países donde la eliminación está más avanzada”. Crespo se ha mostrado “satisfecho” con el progreso realizado hasta ahora, pero ha instado a “dar un pasito más”.

Durante los dos años y medio de COVID-19 hemos sufrido un pequeño retraso en la eliminación. Nos hemos retrasado en ir a buscar a esos colectivos vulnerables, les hemos abandonado. Pero tenemos que insistir. Todavía en nuestros hospitales hay personas infectadas que debieron haber sido cribadas, pero no lo han sido, ha manifestado.

En España, la AEEH, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) y el Grupo de Estudio de Hepatitis Vírica de la SEIMC (GEHEP) han presentado un decálogo para la eliminación de la hepatitis C.

Javier Crespo ha explicado que, dentro de estas medidas, a su juicio, la más importante es que todas las personas se hagan “al menos una vez en su vida” un test de anticuerpos de hepatitis C para, de esta forma, detectar antes la enfermedad.

Igualmente, el experto ha pedido “ir a buscar a los pacientes que tienen factores de riesgo” y hacer un cribado universal al menos en la edad que es más prevalente, entre los 45 y los 75 años. El diagnóstico de la hepatitis C es “muy sencillo”, ya que se puede detectar “con solo una gota de sangre”. El tratamiento también es fácil, ya que “con 8 o 12 semanas se cura definitivamente en la inmensa mayoría de los casos”.

Finalmente, Crespo ha señalado los servicios de Urgencias como un “un punto crítico” en la detección de casos, ya que “acuden personas que sólo van a estos servicios y no suelen utilizar el resto del sistema sanitario”. “La prevalencia de la hepatitis C a veces es hasta 10 veces superior en la gente que va a Urgencias a la de la población general”, ha advertido.

 

Fuente: immedicohospitalario.es

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