Desde 2015, España cuenta con un plan estratégico nacional para combatir la hepatitis C (VHC) y ha sido reconocido como uno de los países mejor posicionados del mundo para lograr la eliminación del VHC.
Las estrategias innovadoras (por ejemplo, diagnóstico en un solo paso, sistemas de alerta de laboratorios de microbiología, diagnósticos en el lugar de atención y vías de atención al paciente simplificadas) han reducido sustancialmente el retraso entre el diagnóstico y el tratamiento al mejorar en gran medida la vinculación con la atención mediante enfoques más centrados en el paciente. A principios de 2020, la eliminación del VHC parecía estar al alcance, pero la pandemia de COVID-19 ha descarrilado este progreso en España y en el resto del mundo. Además, la infección por SARS-CoV-2 ha exacerbado las desigualdades en salud; y muchos pacientes con VHC están marginados y, por lo tanto, son muy vulnerables.
El impacto real de la pandemia de COVID-19 sigue siendo desconocido, pero los programas de VHC, desde esfuerzos de microeliminación hasta campañas de concienciación más amplias, se han estancado. Leemos con interés el artículo de Blach S et al. recientemente publicado donde evalúan el impacto del COVID-19 en los esfuerzos globales de eliminación del VHC. Con base en modelos matemáticos, los autores sugieren que una pausa de 1 año en los programas de eliminación del VHC podría resultar en un exceso de 72.300 muertes relacionadas con el hígado y 44.800 casos de cáncer de hígado en exceso a nivel mundial durante los próximos diez años. En esta misma línea, Buti M et al. han modelado recientemente la magnitud del impacto sobre la carga del VHC por el retraso en su diagnóstico y tratamiento en España, mostrando también un marcado aumento de la morbimortalidad relacionada con el VHC. Blach S y col. llegan a la conclusión de que la atención debería volver a centrarse en los programas de eliminación de las hepatitis tan pronto como sea seguro hacerlo. Creemos que ese es el momento y debemos y podemos combatir las amenazas duales del SARS-CoV-2 y la infección por el VHC de forma conjunta, como se ha sugerido recientemente.
La mayoría de la población europea se vacunará contra el SARS-CoV-2 durante 2021. Esto representa una gran oportunidad para combinar la detección del VHC con los esfuerzos de vacunación contra COVID-19 y puede permitirnos alcanzar dos objetivos con una sola inyección: eliminar una epidemia lenta y mortal, el VHC; y mitigar una pandemia rápida y mortal, COVID-19. Gracias a las pruebas de detección del VHC en el lugar de atención, en particular mediante la prueba de la gota de sangre seca, este enfoque no implica problemas logísticos importantes ni costes adicionales importantes para las campañas de vacunación. De hecho, se ha demostrado que las estrategias de detección del VHC son rentables en todas las cohortes de edad. Los 15-20 minutos que los pacientes esperan después de la vacunación son un momento ideal para realizar la prueba del VHC.
Si bien existen otras afecciones de salud que también pueden justificar la realización de pruebas vinculadas con las pruebas de COVID-19 y la vacunación, y esto debe determinarse a nivel local, argumentamos que se debe considerar el VHC dado el compromiso mundial (asumido por la OMS) de eliminar el VHC como un amenaza para la salud pública para 2030. Es necesario renovar el impulso y, dado el reto actual para llegar tanto a la población en general como, en particular, a las poblaciones marginadas, esta es una oportunidad única. El campo del VHC está trabajando para llegar a poblaciones de difícil acceso como son las personas que se inyectan drogas y algunas poblaciones migrantes. Se pueden aprovechar los conocimientos y la experiencia de la comunidad en el control de la hepatitis C, con los esfuerzos para combatir la infección por COVID-19 y esta sería una relación mutuamente beneficiosa. Es fundamental vacunar a tantas personas como sea posible, y llegar a las poblaciones vulnerables siempre es un reto pero siempre será posible si las partes comprometidas e involucradas están interesadas.
Teniendo en cuenta este enfoque de salud pública, y con el objetivo de prevenir el aumento de las inequidades sociales y el retraso en la eliminación del VHC, 17 sociedades científicas y asociaciones de pacientes españolas, que forman parte de la Alianza Española para la Eliminación de las Hepatitis Virales (AEHVE), han emitido un comunicado de posicionamiento haciendo un llamado en España para aprovechar esta oportunidad histórica y: 1) revitalizar la gestión del VHC, incluido el diagnóstico, las derivaciones y el inicio del tratamiento; 2) reiniciar inmediatamente los programas de microeliminación del VHC, en particular aquellos dedicados a poblaciones marginadas; y 3) ofrecer pruebas de detección de hepatitis B y C a cualquier persona que se someta a un diagnóstico serológico de SARS-CoV-2. La declaración de posicionamiento de la AEHVE está en consonancia con el documento de posicionamiento publicado por la Asociación Europea para el Estudio del Hígado y la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas.
Esta ambiciosa propuesta ya ha dado sus frutos: en un estudio piloto en una región del norte de Italia. Giacomelli et al incluyeron un cribado rápido del VHC en 2.505 sujetos durante un programa de cribado serológico masivo del SARS-CoV-2. Detectaron 72 sujetos (2,9%) con anticuerpos contra el VHC, la mayoría desconocía su estado serológico. Y hay otro ejemplo inspirador en Cantabria, una región del norte de España, donde se pondrá en marcha una iniciativa pionera para crear una cohorte de población polivalente para la investigación clínica aprovechando la campaña de vacunación COVID-19. En esta cohorte, la infección por VHC se probará en 50.000 sujetos con el apoyo y la colaboración de las autoridades políticas y sanitarias locales. Este es un buen ejemplo de la implementación de medidas de salud pública durante la pandemia. Ahora debemos pasar urgentemente de posicionarnos a tomar medidas concretas para promover los esfuerzos de eliminación del VHC. Vincular la detección del VHC con la vacunación contra el SARS-CoV-2 es uno de ellos.
Fuente: Journal of Hepatology
Referencia: Crespo J, Lazarus JV, Iruzubieta P, García F, García-Samaniego J, On behalf of the Alliance for the Elimination of Viral Hepatitis in Spain, Let’s leverage SARS-CoV2 vaccination to screen for hepatitis C screening in Spain, in Europe, around the world, Journal of Hepatology (2021), doi: https://doi.org/10.1016/j.jhep.2021.03.009.
Artículo traducido y adaptado por ASSCAT