El uso de este grupo de fármacos se asocia a reducciones del tejido adiposo en numerosas localizaciones corporales, particularmente en pacientes obesos o con hígado graso.
Los resultados de un metanálisis realizado sobre más de 1.000 pacientes con diabetes de tipo 2 revelan que el uso de inhibidores del transportador SGLT2, también conocidos como gliflozinas, reducen la grasa visceral, subcutánea y hepática, con una concomitante disminución del peso corporal y del perímetro de cintura. El mayor beneficio fue observado en pacientes jóvenes obesos y con hígado graso por causas no relacionadas con el alcohol. Hongyun Lu, investigador de la Universidad de Jinan y director del estudio, afirma que la duración de la terapia resultó ser clave en algunos de estos efectos, siendo la eficacia mayor en los tratamientos de entre 16 y 40 semanas, así como en pacientes menores de 60 años. La terapia de menos de 16 semanas de duración no ofreció beneficios significativos en términos de reducción de la grasa hepática o subcutánea, asegura el científico.
Los 18 ensayos clínicos aleatorizados incluidos en el análisis han comparado dapagliflozina, empagliflozina, ipragliflozina o canagliflozina con placebo u otros fármacos antidiabéticos, tales como sitagliptina, semaglutida, pioglitazona, glimepirida o metformina. A pesar de esta heterogeneidad, los resultados permanecieron consistentes en los múltiples enfoques estadísticos empleados por los investigadores. Los actuales hallazgos se suman a los favorables efectos reportados en estudios previos con gliflozinas, en los que estos fármacos mitigaron las complicaciones cardiovasculares a largo plazo de la diabetes, con la consiguiente reducción del riesgo de accidentes cardiovasculares y de la mortalidad. Lu concluye teorizando que estos efectos podrían ser consecuencia de la disminución de los depósitos grasos, los cuales son conocidos factores de riesgo cardiovascular.
Fuente: immedicohospitalario.es