Las enfermedades hepáticas en general son prácticamente asintomáticas hasta un estadio muy avanzado, y eso dificulta la identificación de los casos precoces.
Por este motivo puede ser una amenaza muy importante para el Sistema Nacional de Salud, porque desgraciadamente las cifras actuales de sobrepeso y obesidad son de alrededor del 40% en menores de 18 años, y la incidencia de diabetes cada año es mayor.
En esta entrevista, el Dr. José Luis Calleja, jefe de Servicio de Gastroenterología y Hepatología en el Hospital Universitario Puerta del Hierro (Madrid) y Catedrático de Medicina (UAM), nos explica qué es la esteatohepatitis no alcohólica (hígado graso).
Pregunta.- ¿En qué consiste la esteatohepatitis no alcohólica?
Respuesta.- La esteatohepatitis no alcohólica, o más comúnmente conocida como hígado graso, consiste básicamente en la infiltración de grasa en el hígado. Es una patología que afecta aproximadamente al 25% de la población general, y su incidencia es creciente porque está muy ligada a la obesidad, a la diabetes y al síndrome metabólico (síndrome que incluye hipertensión arterial, aumento de colesterol, aumento de ácido úrico, etc.).
En Estados Unidos, que es un país que va por delante con la epidemia de obesidad y de diabetes, ya es la principal causa de enfermedad crónica en el hígado y de cirrosis hepática, es decir, de presencia de grasa en el hígado. En la mayor parte de los casos es una enfermedad de pronóstico excelente, pero hay un subgrupo de pacientes en los que la grasa en el hígado va acompañada de inflamación, que al mantenerse durante un periodo largo de tiempo genera fibrosis y cirrosis. Estamos hablando de un número absoluto de pacientes importante.
P.- ¿Cómo impacta la enfermedad en los pacientes? ¿Y en el sistema sanitario?
R.- Las enfermedades hepáticas en general son prácticamente asintomáticas hasta un estadio muy avanzado, y eso dificulta la identificación de los casos precoces. Creemos que es una amenaza muy importante para el Sistema Nacional de Salud, porque desgraciadamente las cifras actuales de sobrepeso y obesidad son de alrededor del 40% en menores de 18 años, y la incidencia de diabetes cada año es mayor. Dentro de unos años, la enfermedad hepática por hígado graso va a ser una enfermedad muy prevalente en España, porque hay mucho más sedentarismo y peor alimentación. Por tanto, pensamos que es absolutamente imprescindible introducir en la agenda escolar educación sobre hábitos de vida saludable: en los últimos años, el porcentaje de sedentarismo de nuestra juventud está subiendo de manera alarmante, lo que tiene mucho que ver con la forma actual de ocio. Además, debería existir también una mayor protección, incluso fiscal, de la alimentación saludable: no puede ser que cueste más barata una hamburguesa que una ensalada, porque en momentos de crisis económica, como los actuales, las familias pobres se convierten también en familias enfermas.
P.- ¿Qué especialidades son las que están involucradas en el abordaje de la enfermedad? ¿Cuál es el circuito del paciente?
R.- La atención primaria es absolutamente esencial, porque es el primer nivel en el que se ve a la mayor parte de los pacientes. Es importante desarrollar protocolos que permitan hacer un cribado inicial de la enfermedad e identificar aquellos que están en mayor riesgo o ya presentan fibrosis hepática y separarlos de los que va a ser suficiente con indicarles hábitos de vida saludable. Esta enfermedad es especialmente frecuente y grave en personas con diabetes, que representan aproximadamente un 11% de la población española: igual que está estandarizado, que se deben revisar el fondo de ojo, el riñón, etc., tenemos que intentar también que se incluya el estado del hígado. Otra especialidad especialmente involucrada son los endocrinólogos, por ser la diabetes una fuente importante de pacientes.
También estamos trabajando con los especialistas de laboratorio, los bioquímicos clínicos y los jefes de servicio de análisis clínicos: sería fácil automatizar un índice de fibrosis a la vez que se realiza un control de la diabetes, y que el médico disponga automáticamente de esa información. Es decir, aprovechar cualquier actuación de salud para identificar previamente la enfermedad.
Después del cribado en Atención Primaria, el grupo de pacientes que ya ha desarrollado una fibrosis hepática o está en riesgo de desarrollarla son los que tendrían que ser derivados a hepatología.
P.- ¿Qué tratamientos hay disponibles en la actualidad?
R.- Hoy en día el tratamiento más eficaz es la combinación de dieta y ejercicio físico que, si se cumple, el 90% de los pacientes se curan; pero desgraciadamente, por la idiosincrasia del propio tratamiento, sólo un 10% de los pacientes lo mantienen a largo plazo. El hígado es un órgano muy agradecido: si somos capaces de parar o de prevenir la causa que lo está dañando, se recupera. Pero hay un punto de no retorno, que afortunadamente es muy avanzado, en el que el paciente ha desarrollado un cáncer hepático o una fibrosis descompensada, y ahí la capacidad de actuación es mucho menor. Para estos casos, actualmente existen a nivel mundial más de cuarenta o cincuenta ensayos clínicos diferentes, con diferentes moléculas.
P.- ¿Existe suficiente concienciación sobre la NASH?
R.- No, hay un desconocimiento completo de la enfermedad y además entre los profesionales a veces se da cierta banalización porque, aunque que la mayor parte de los pacientes evolucionan bien, hay otro pequeño grupo que no, por eso no podemos decir que es una enfermedad completamente benigna.
P.- Recientemente, se ha presentado el informe “La esteatohepatitis no alcohólica (NASH): situación actual y retos asistenciales” elaborada en coordinación con EY y con la colaboración institucional de Advanz Pharma, y que ha contado con su participación como experto. ¿Cuál es el objetivo del informe y qué puntos clave se recogen en el mismo?
R.- Este informe está dedicado a plantear políticas generales para intentar identificar precozmente los pacientes con riesgo de sufrir la patología, y definir actuaciones y medidas de prevención que podemos llevar a cabo para evitar la progresión de la enfermedad.
P.- En el 48º Congreso anual de la Asociación Española para el Estudio del Hígado, ¿qué aspectos relativos a esta enfermedad se trataron?
R.- Se han presentado resultados preliminares de algunos fármacos dirigidos contra la obesidad que nos van a ayudar en los pacientes que no pueden perder peso sólo con dieta. También se han presentado algunos resultados de terapias no farmacológicas como son las endoscópicas que permiten una restricción gástrica, o incluso cirugía de la obesidad que, en algunos casos extremos, puede ayudar a que el paciente pierda peso y, por lo tanto, mejore su hígado.
Fuente: okdiario.com