El diagnóstico oportunista y el manejo integral son las principales claves para avanzar en el control y la eliminación de las hepatitis virales.

Este ha sido el punto de inflexión al que han llegado los ponentes de la primera mesa redonda de la jornada ‘Retos en Salud Pública para la Enfermedad Hepática V’. Un acto enmarcado dentro de los Cursos de Verano 2023 organizados por la Universidad Complutense de Madrid y que ha contado con la colaboración de Gilead Sciences.

Para alcanzar este objetivo, el jefe del Servicio de Urgencias en el Hospital Clínico San Carlos, Juan González, ha detallado que la experiencia más reciente y exitosa que han tenido para tratar la hepatitis C es a través de un diagnóstico similar al que utilizaron con el VIH.

Este especialista, junto a su equipo, decidió en 2019 crear un proyecto serio enfocado en las enfermedades infecciosas, en concreto, destinado a pacientes con VIH. “Había un 13% de población que no sabía que lo tenía. Y esto tenía consecuencias a nivel de Salud Pública porque la enfermedad se seguía contagiando e implicaba una mayor mortalidad”, ha reconocido.

Atención en Urgencias a 29 millones de pacientes anuales

De esta forma, González empezó con su proyecto dentro del servicio de Urgencias, un área donde atienden a 29 millones de personas al año y es el único punto de contacto para sujetos en riesgo de exclusión social que no tienen relación con la Atención Primaria.

“Este tipo de pacientes ya habían pasado por Urgencias alguna vez, pero no habíamos pedido una prueba de VIH. Entonces, decidimos hacer una estrategia de solicitudes para esta patología en sujetos que presentaban seis condiciones que incrementaban el riesgo de tener VIH. Entre ellas, enfermedades como el herpes zóster o el síndrome mononucleósico”, ha indicado.

Aunque avanzaron mucho en el diagnóstico de este tipo de pacientes, no fue suficiente. Por ello, crearon una red nacional donde en cada CCAA había un coordinador y un representante de cada hospital que ayudó “mucho” para alcanzar su objetivo.

900 diagnósticos de VIH entre en 2022 y 2023

“Ha sido un programa de éxito porque en dos años hemos logrado 900 nuevos diagnósticos de VIH con una ratio de positividad del 1,35%. La estrategia ha dado muy buenos resultados y siempre ha estado todo avalado por actividad científica y múltiples estudios. Por esta razón, si queremos encontrar en los servicios de Urgencia el diagnóstico de la hepatitis C debemos, en mi opinión, coger esta estrategia que está funcionando”, ha explicado.

Una forma de atajar esta problemática que ha compartido también el jefe del Servicio de Digestivo en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Javier Crespo, quien ha añadido a la ecuación la necesidad de que haya un diagnóstico integral para atajar las hepatitis virales.

En este sentido, Crespo ha explicado que las sociedades científicas crearon un documento guía para “intentar” que se siguiera un diagnóstico integral para estas enfermedades. En concreto, se detalla que todas las hepatitis virales “se diagnostican igual” y que comparten “mecanismos de trasmisión”. Por lo tanto, un sujeto que está en riesgo de contraer una hepatitis B, “también lo está de una hepatitis C, Delta o incluso del VIH, y se debería tener en cuenta”.

Encuesta a 80 hospitales sobre el diagnóstico integral 

Para conocer si el diagnóstico integral de las enfermedades virales se realiza en los hospitales, Crespo realizó una encuesta preguntando a 130 hospitales, de los que contestaron sólo alrededor de 80 de ellos.

“Descubrimos algo que ya intuíamos. En prácticamente todos los hospitales se hace diagnóstico para la hepatitis C, en menos del 50% se hace de la hepatitis D y no en todos los casos se hace un diagnóstico reflejo de la B”, ha asegurado.

Además, hay otros dos aspectos relevantes que ha resaltado Crespo. El primero, que en “muchos” hospitales españoles “no se puede” diagnosticar el virus Delta porque la tecnología que hay “no es suficiente”. Y lo segundo, que muchos de los pacientes que se descubre que tienen hepatitis C, “fundamentalmente”, vienen de poblaciones vulnerables. “Hay que solucionarlo”, ha subrayado.

Una preocupación que también tiene el médico adjunto del Servicio de Enfermedades Infecciosas en el Hospital Universitario Infanta Leonor, Pablo Ryan, quien trabaja con pacientes en situaciones vulnerables y que, a su vez, albergan VIH.

De esta forma, Ryan ha asegurado que el mayor porcentaje de sujetos con hepatitis C proceden de poblaciones vulnerables con difícil acceso a la atención médica. Según ha subrayado, estos pacientes comparten características comunes entre ellos, porque tienen “determinantes sociales y conductas” que inciden en que tengan una prevalencia “más alta” de infectarse.

“Entonces, en este colectivo existe un área de mejora en el acceso a la atención médica, en el cribado del diagnóstico, en el tratamiento, en el estigma, la discriminación, la educación y la concienciación. Para eso, hay que abordarlas con estrategias integrales y planes autonómicos que consigan soluciones de fondo para este tipo de pacientes”, ha detallado.

Las poblaciones vulnerables tienen “innumerables barreras”

Para concluir, Ryan ha recordado que las poblaciones vulnerables tienen “innumerables barreras” y la mayor de ellas es el tratamiento que se dispensa en el hospital. “Necesitan medicación hospitalaria y eso hace que existan múltiples barreras hasta que el usuario llega a su tratamiento, y eso hay que sumarle la falta de derechos a la asistencia sanitaria, el estigma y la discriminación”, ha indicado.

El papel del médico de Atención Primaria en la detección de hepatitis virales es también fundamental. Así lo ha reconocido el facultativo Francisco Atienza, quien ha recordado que la mayoría de pacientes nuevos, “con mayor o menor integración” están en los centros de salud.

Por esta razón, Atienza ha insistido en que cuando Primaria participa en programas de búsqueda de pacientes con este tipo de patologías, “supone un plus de entre el 20 y 40%” en sujetos que rescatan.

“Tenemos un papel muy importante a la hora de diagnosticar a la población de riesgo, pero también es necesario sensibilizar y formar a los médicos de los centros de salud, y trabajar todas las asociaciones y administraciones posibles para conseguir un resultado adecuado con las enfermedades hepáticas”, ha concluido.

 

Fuente: redaccionmedica.com

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