El hígado es un órgano asombroso. Es el órgano interno sólido más grande y tiene más de 500 funciones vitales, como descomponer sustancias tóxicas y productos de desecho, almacenar energía y vitaminas y producir y regular hormonas.

El hígado también puede regenerarse a sí mismo si queda al menos el 25% de hígado sano. Sin embargo, los individuos, los profesionales de la salud, los gobiernos, los responsables políticos y las agencias internacionales olvidan la salud del hígado.

La Comisión Lancet sobre la enfermedad hepática en el Reino Unido, fue publicada por primera vez en 2014 y posteriormente publicaron informes anuales con los progresos. La Comisión lancet llamó la atención sobre la mala prestación de servicios para las enfermedades hepáticas en el Reino Unido y formuló recomendaciones para mejorar los servicios. En su informe final, esta Comisión destacó la “fallos inaceptables” y el continuo aumento de la carga de enfermedades hepáticas y la mortalidad asociada con el aumento del consumo de alcohol y la prevalencia de la obesidad.

Una nueva Comisión centrada en las enfermedades hepáticas en Europa, y basada en el trabajo y la metodología de la Comisión del Reino Unido, se inició en 2018 y ahora se publica. El informe de la Comisión, bajo el liderazgo de Tom Hemming Karlsen, Michael Manns y Patrizia Burra y en asociación con la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL), aboga por un enfoque europeo conjunto para cambiar el concepto de tratamiento fatalista, estigmatizante y terminal de la enfermedad hepática a uno que abarque la prevención de las enfermedades hepáticas y la preservación de la salud del hígado.

Hay mucho en juego. Como destaca la Comisión, las enfermedades hepáticas son la segunda causa principal, después de la cardiopatía isquémica, de pérdida en años de vida laboral en Europa. Europa tiene el nivel más alto de consumo de alcohol del mundo y más del 50% de las personas en la región europea de la OMS son obesas o tienen sobrepeso. Además, se espera que los grandes movimientos migratorios hacia Europa aumenten el número de personas que tienen una infección por el virus de la hepatitis C y/o B no detectada con la dificultad adicional de las barreras para acceder a la atención y el tratamiento en muchos países.

La reciente publicación de los resultados de la Comisión del Hígado EASL-Lancet enfatiza lo que se sabe sobre la naturaleza prevenible de las enfermedades hepáticas tanto en términos de progresión desde las primeras etapas de la enfermedad hasta la prevención primaria de la enfermedad.

Un mensaje importante de la Comisión es romper las barreras entre la atención primaria y la atención secundaria y terciaria y entre los especialistas, como hepatólogos, endocrinólogos y cardiólogos, para poner a la persona en el centro y detectar las enfermedades hepáticas y los factores de riesgo mucho antes. Es necesario realizar un esfuerzo concertado para ampliar los servicios y la atención a las poblaciones desatendidas y con difícil acceso. Para lograr la protección y promoción de la salud del hígado de manera más amplia, las políticas de salud pública de mayor alcance, como el etiquetado de alimentos no saludables y el precio mínimo por unidad de alcohol, deben implementarse contra los intereses comerciales, la inercia y los intereses políticos. Es decepcionante que en la hoja informativa de la OMS de 2021 sobre los determinantes comerciales de la salud no se mencionen las enfermedades hepáticas.

De manera similar, es sorprendente que las enfermedades hepáticas asociadas con la obesidad, la diabetes o el abuso de alcohol no se incluyan en las agendas de enfermedades no transmisibles. Es necesario adoptar políticas para proteger la salud del hígado a nivel nacional. Por ejemplo, en el Reino Unido, en Inglaterra aún o se ha adoptado la política vigente en Escocia y Gales para establecer precios unitarios mínimos para el alcohol. El anuncio de impuestos más bajos para algunos alcoholes de “menor concentración” como la cerveza y el prosecco en el presupuesto de otoño de 2021 del Gobierno del Reino Unido está enviando un mensaje equivocado a los ciudadanos.

La Comisión del Hígado EASL-Lancet ve el hígado como una oportunidad para mejorar la salud de los europeos en el siglo XXI. Hay un largo camino por recorrer para lograr un cambio sustancial, pero quizá un esfuerzo europeo combinado apoyado por las sociedades médicas europeas, la Oficina Regional de la OMS para Europa y la Comisión Europea pueda revertir las trayectorias alarmantes de los factores de riesgo de enfermedades hepáticas.

Deseamos que se cuente también con las asociaciones de pacientes hepáticos en la campaña de información sobre el informe de la Comisión Lancet así como las recomendaciones que se derivan y que se lleven a la práctica. El objetivo final a largo plazo debe ser prevenir las enfermedades hepáticas y proteger la salud del hígado.

 

Fuente: thelancet.com

Referencia: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(21)02726-4

Artículo traducido y adaptado por ASSCAT

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