¿Me puedo contagiar de coronavirus al tocar los alimentos en el supermercado?

24/03/2020 | Noticias de prensa

Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine concluía que el nuevo coronavirus es capaz de sobrevivir sobre superficies de acero, plástico y cartón, en algunas incluso 72 horas. Eso implica días potenciales con capacidad infectiva sobre esas superficies.

Y también en el aire en suspensión: los investigadores, de la Universidad de California Los Angeles (UCLA), la Universidad de Princeton y los Institutos Nacionales de Salud Pública de los Estados Unidos (NIH) vieron que el virus tenía la capacidad de mantenerse viable en el aire hasta tres horas.

¿Quieren esos resultados decir que nos podemos infectar al respirar partículas del virus flotando en el aire en la calle o en el supermercado? ¿Y tocando un paquete o un alimento en el supermercado? ¿La ropa también puede transmitir el virus? ¿Qué hay que hacer para evitarlo? Para resolver estas y otras dudas, La Vanguardia ha entrevistado a Xavier Abad, jefe de la Unidad de Alta Contención Biológica del IRTA-CReSA y profesor asociado de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Este experto recuerda que, a pesar del miedo y de la situación de alarma colectiva, “tenemos que tener claro que el coronavirus no está en todas partes, acechándonos para infectarnos. Por tanto, ante cualquier miedo que nos asalte, lo primero que tenemos que pensar es si es realmente probable o posible que la situación que imaginamos se haya dado”.

¿Puedo contagiarme simplemente al respirar en la calle?

No. Para empezar, no toda la población está infectada, y la que está infectada no libera virus en cada exhalación, por lo que las personas que caminan por la calle o que están en un espacio, no están todas liberando virus al ambiente. Pero es que, además, cuando respiramos o exhalamos en un espacio exterior, como una calle, nuestro aliento se diluye al instante en el volumen inmenso de aire de ese espacio, donde, por si fuera poco, las condiciones no son estáticas, sino que siempre hay algo de desplazamiento del aire, viento.

¿Y en el supermercado o en la oficina?

En supermercados o oficinas hay menos volumen de aire que en la calle, pero estos espacios suelen tener sistemas de circulación de aire, o aire acondicionado que, si no recirculan el aire, ayudan nuevamente a la dilución, por lo que es muy poco probable que se produzca un contagio. Eso sí, siempre que se respeten las recomendaciones de seguridad y no haya aglomeraciones ni una densidad elevada de personas.

¿Me puedo contagiar al tocar productos en el supermercado?

Lo primero que habría que preguntarnos es si realmente el virus puede haber llegado hasta aquel producto en cuestión. “Damos por sentado que ha llegado, pero no debemos pensar que todo tiene virus y que, por tanto, lo toco y me infecto directamente”, insiste Abad, que señala que es altamente improbable que cuando cojamos un paquete de alimento en el supermercado haya coronavirus con capacidad infectiva en él y nos contagiemos.

Aún así, si nos sentimos intranquilos, una manera fácil de evitar un remoto contagio sería al llegar a casa limpiar los envases con una bayeta o un papel de cocina humedecidos con una solución de lejía diluida (entre 1/10 y 1/50, una parte de lejía por 9, o 49 partes, respectivamente, de agua de grifo). O retirar el envase exterior y tirarlo a la basura, como en el caso de los yogures, que suelen venir envueltos en un cartón. A continuación, lavarse bien las manos.

¿Y al recoger un paquete de un servicio de mensajería?

La piel sana es una barrera muy efectiva contra los virus en general y contra el coronavirus, que no puede entrar al organismo a través de la piel intacta. Sólo cuando con las manos, en caso de que estén contaminadas, nos tocamos la cara y en particular las mucosas nasal, bucal o ocular, corremos peligro de infección. Por tanto, si recibes un paquete, la medida más efectiva es, una vez lo recoges y lo guardas, lavarse las manos con jabón, con intensidad, de esta forma interrumpimos la potencial cadena de transmisión. Y hay que recordar que en cartón, los datos experimentales indican que el SARS-CoV-2 pierde su infectividad con rapidez.

Los bienes en el interior del paquete, ¿pueden contener coronavirus?

Si en estos días de confinamiento has realizado compras por Internet, no hay que temer por un posible contagio. Desde que se produjo el objeto que has comprado, se envasó, se envió desde el país de origen, se recibió en un centro de logística, se llevó a un almacén y luego llegó a tu casa, han pasado semanas o meses. Aunque el coronavirus hubiera estado allí en un principio, lo que es ya mucho suponer, cuando recibes el producto, está inactivo, sin capacidad de infección.

Igualmente, ¿cómo puedo desinfectar las cosas que compro o entran a casa de fuera?

Afortunadamente, los productos que se venden como desinfectantes en el supermercado, funcionan. La lejía diluida, el agua oxigenada o el etanol en una concentración del 70% también funcionan. Para las superficies es lo más recomendable, también el agua con jabón si el material que queremos limpiar lo permite. Para las manos, mejor agua con jabón o solución desinfectante.

¿La desinfección es inmediata?

No, los desinfectantes no son instantáneos, por lo que para hacer efecto necesitan estar un tiempo de contacto con las superficies a desinfectar. Este tiempo debería ser al menos de entre 5 y 15 minutos. Un vez transcurrido este tiempo, hay que fregar bien la superficie con una bayeta o, mejor aún, con un papel de cocina que podamos tirar al acabar.

¿Se contagia el virus a través de la ropa?

En IRTA-CReSa están, precisamente, empezando a diseñar pruebas para ver cómo se comporta y persiste el virus en diferentes materiales, entre ellos tejidos. Al parecer, tanto en la ropa como en el papel, al ser superficies porosas, el virus quedaría ‘secuestrado’, aunque no se sabe si totalmente inactivo.

En superficies como en metales o plásticos, el virus queda adherido a la superficie, sin poder penetrar en ella; por eso cuando pasamos el dedo por encima, corremos el riesgo de llevárnoslo. En cambio, en papel y textil, algodón e incluso látex, es mucho más difícil recuperar el virus, que penetra y se une con mayor intensidad a las moléculas del material poroso. Y en ese caso, tanto da si está activo o inactivo, porque no se puede recuperar, lo que quiere decir que no te puedes contaminar. 

Entonces, ¿los mensajes que corren por cadenas de WhatsApp y redes sociales de que hay que lavar la ropa a 90ºC y secarla al sol porque lavándola no es suficiente, son falsos?

Son fake news. Exponer la ropa a la luz solar la calienta y, además, la expone a rayos ultravioletas naturales, lo que puede ayudar a inactivar el virus. Es cierto que, en sábanas y toallas, sin lavar procedentes de una persona infectada, no se puede descartar que exista coronavirus infecciosos, aunque es muy poco probable que tenga la capacidad de saltar al aire y de allí pasar a las mucosas de una persona.

Una recomendación, sobre todo para quienes se encargan de lavar la ropa que ha estado en contacto con personas enfermas, es meterla en la lavadora sin moverla mucho para evitar así que se formen aerosoles (partículas en suspensión en el aire). Y lavarla en un ciclo de al menos 50 grados, con jabón.

¿Tengo que limpiar mi ordenador, mi mesa?

Si sólo lo utilizas tú y no hay otros terminales muy cerca, no. Si es una estación usada por varias personas, puedes limpiar el teclado pasando un pañuelo humedecido en solución desinfectante. Aunque lo más eficaz es lavarse muy bien las manos después de usar el ordenador e intentar, mientras tanto, no tocarse la cara con las manos.

La solución desinfectante, en ausencia de agua y jabón, es también buena opción. Pero hay que ser generoso, no poner una gotita y ya está, sino restregar las manos muy bien, para lograr el mismo efecto que con el jabón, que se rompa la membrana lipídica del virus y eliminemos la piel muerta superficial.

¿Cómo abro las puertas de la oficina o del edificio en que vivo?

Puedes utilizar un pañuelo de papel para agarrar el picaporte, que luego tires a la basura. También es recomendable dejar las puertas sin pestillo, abiertas, para que se puedan empujar con el pie o la cadera y evitar así tocarlas con las manos.

¿Qué hago con los zapatos?

Puede ser buena idea dejarlos a la entrada de casa. No hace falta desinfectarlos, aunque si se desea mayor seguridad, se les puede pasar una bayeta húmeda con lejía doméstica diluida por la suela. Pero es muy poco probable que puedan haberse quedado virus enganchados en los zapatos y que luego estos puedan infectar a una persona en tu casa.

 

Fuente: lavanguardia.com

24/03/2020

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