Un equipo andaluz de carácter multidisciplinar ha diseñado un programa para retomar las estrategias enfocadas a eliminar la hepatitis C después de dos años de inactividad por la pandemia, una propuesta que busca adelantar a la OMS en su objetivo de que el virus esté extinto en 2030.

El proyecto ‘Retomando la eliminación de la hepatitis C’ aúna a especialistas de diferentes campos médicos con líderes de opinión y representantes de ONG, federaciones de pacientes o de trasplantados, con el objetivo de recuperar la batalla contra este virus.

El jefe de Servicio de Microbiología y responsable del Área de I+D+i del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, Federico García, participa en esta iniciativa diseñada para reactivar un trabajo contra la hepatitis C centrado en pacientes vulnerables.

En una entrevista, García ha reconocido que el impacto de la pandemia del coronavirus ha provocado que España pierda dos años en su lucha para erradicar este tipo de hepatitis, una ralentización que comenzó con la ventajosa posición de ser el segundo país del mundo con mejores resultados.

“España es un país privilegiado para lograr el objetivo trazado por la OMS de eliminar la hepatitis C antes de 2030”, ha apuntado García, que ha confiado en que un nuevo impulso en las estrategias permita acabar con este virus en un margen de dos o tres años.

García ha liderado una reunión de expertos multidisciplinares para diseñar nuevas estrategias con las que alcanzar a los pacientes de hepatitis C sin tratar, la mayoría de grupos vulnerables, con problemas de drogodependencia o con trastornos psiquiátricos.

“La población con una mayor prevalencia es vulnerable, en muchas ocasiones sin hogar y con un difícil acceso a la asistencia sanitaria”, ha detallado este experto en hepatitis, una enfermedad que se estima que afecta a unas 55.000 personas, la mitad sin tratar, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, un estudio que contabiliza sólo a quienes acuden a centros sanitarios.

Andalucía ha diseñado un plan estratégico para abordar la hepatitis que confluye con uno nacional que desarrolló las líneas centradas en el tratamiento para los pacientes pero no ha materializado otras áreas fundamentales.

El plan andaluz, que también va en consonancia con los desarrollados en comunidades como La Rioja o Aragón, tiene entre sus líneas maestras la prevención.

“Está por publicar pero se centra en tres pilares básicos que, además de la prevención, buscan mejorar el diagnóstico y definir las acciones necesarias para garantizar el tratamiento a todos los afectados, un objetivo que requiere que el acceso sea universal”, ha adelantado García.

Pese al parón provocado por el coronavirus, Andalucía mantiene numerosos grupos de trabajo activos para erradicar la hepatitis C y hacerlo antes de la fecha tope marcada por la OMS.

“Hay mucha gente trabajando, con acciones que son fáciles, con guías elaboradas por expertos, lo que nos hace pensar que podríamos recuperar a los pacientes perdidos y acabar con la hepatitis en dos o tres años”, ha añadido el especialista encargado de coordinar el grupo de trabajo para ese objetivo.

El grupo de trabajo que coordina García ha analizado la importancia que tiene el diagnóstico y el tratamiento, especialmente en personas de grupos vulnerables como los pacientes con trastornos psiquiátricos, ya que se estima que más de un 6% tenga hepatitis C.

 

Fuente: cope.es

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