El hígado graso es una de las mayores preocupaciones de los hepatólogos actualmente, que advierten que en 10 años será la principal causa del cáncer de hígado.

El crecimiento de esta enfermedad hepática lleva a los especialistas a advertir de la necesidad de prevenirla desde la atención primaria siempre que tengan un paciente que reúna uno o más factores de riesgo: diabetes, hipertensión y obesidad. Prácticamente un 70% de los diabéticos de más de 50 años tienen hígado graso. Se les hace seguimiento de la vista, del riñón y de los pies para prevenir daños que pueda provocar la diabetes, pero el hígado no se mira”, ha advertido el Dr. José Luis Calleja, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).

Para revertir esta falta de atención sobre el hígado en pacientes que manifiestan un síndrome metabólico sistémico, que conlleva obesidad, diabetes e hipertensión, la AEEH trabaja ya con las tres sociedades científicas de medicina de familia y la de Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición en el desarrollo de un consenso para que el hígado también sea objeto de revisión en estos pacientes“Necesitamos un abordaje global. En España este abordaje no se incluye todavía en las guías de práctica clínica, pero la sociedad americana ya incluye el hígado como un target específico en la diabetes”, apunta el Dr. Calleja, que ejerce como jefe del Servicio de Gastroenterología y Hepatología, Hospital Universitario Puerta del Hierro.

Los hepatólogos destacan que es la manera de tener un diagnóstico precoz del hígado graso, que puede hacerse mediante una analítica y una ecografía abdominal. “Un reciente estudio sobre más de 17.000 personas indica que si existe al menos un factor de riesgo, tres de cada cuatro personas pueden tener una hepatopatía crónica, ha señalado la Dra. Sabela Lens, hepatóloga del Hospital Clínic de Barcelona. La enfermedad ya afecta a más de 10 millones de personas en España.

Cerca del 20% de estos pacientes pueden presentar esteatohepatitis y, de ellos, 400.000 presentarían ya una cirrosis hepática. No se sabe con certeza la cifra porque mucha gente desconoce que tiene esta enfermedad. Las patologías del hígado son silentes, apenas generan síntomas específicos, por lo que se diagnostican en fases avanzadas, cuando han progresado a fibrosis o, en el peor de los casos, a cirrosis, lo que dificulta la reversión del daño hepático”, ha lamentado el Dr. Calleja.

Por eso la AEEH está inmersa en el desarrollo de un plan de prevención que quiere presentar al Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas antes de que finalice el año. Señalan que España carece de un plan nacional sobre patologías del hígado y consideran que su puesta en marcha es fundamental. El especialista destaca que son enfermedades “muy prevenibles” ya que, si el paciente pierde peso, deja de beber alcohol, se cura la hepatitis C o cesa en cualquier factor de riesgo de enfermedades del hígado, este órgano “es muy agradecido y recupera su función de manera muy frecuente”.

“Más de 50 profesionales están trabajando en un documento que va a diseñar qué acciones se pueden hacer a nivel social, desde el sistema sanitario y los profesionales y desde la Administración para la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento de la enfermedad hepática”, ha detallado el presidente de la AEEH, que confía que este borrador sea el germen del plan nacional sobre patologías del hígado. Es urgente desarrollarlo y aprobarlo, ha afirmado el especialista.

La preocupación sobre el hígado graso es doble por su impacto en adolescentes y jóvenes, segmento en el que estudios recientes han estimado que hasta ocho de cada diez personas con sobrepeso presentan ya hígado graso, y se encuentran en riesgo de desarrollar una cirrosis a edades tempranas. El consumo de alcohol en los más jóvenes preocupa a los hepatólogos, que advierten de la falta de sensibilización en la sociedad sobre los riesgos de consumirlo. El 50% de los ingresados en una planta de digestivo de los hospitales en España están ahí por un problema de alcohol”, ha avisado el presidente de la AEEH.

Por otra parte, la presencia de cáncer de hígado en pacientes con hígado graso en España se ha triplicado en la última década. En España se diagnostican 6.600 nuevos casos de cáncer de hígado cada año, la mitad ya en estadios avanzados, lo que reduce cinco veces sus posibilidades de supervivencia. De nuevo el Dr. Calleja señala la importancia de la prevención. “A los pacientes diagnosticados con hígado graso los metemos en un programa de cribado de cáncer con ecografías semestrales. El diagnóstico precoz es muy importante, porque la diferencia entre encontrar un pequeño tumor de 1,5 centímetros o uno de seis centímetros, avanzado, es vivir o morir.

 

Fuente: isanidad.com

Related Post