Un grupo de investigación del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer), liderado por la investigadora de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) Anabel Rojas ha llevado a cabo un estudio en modelos animales de ratón que demuestra “el importante papel” que ejerce el gen denominado GATA4 en la inactividad de las células estrelladas del hígado, lo cual supone un avance para el tratamiento de la fibrosis hepática, sea cual sea la causa que la produce.

Según ha indicado la UPO en un comunicado, cuando el hígado sufre un daño, las células del mismo se mueren dejando huecos y espacios que son rellenados por cicatrices. Estas cicatrices están formadas por fibras de colágeno y laminina y son producidas por unas células llamadas células estrelladas.

En un hígado sano, estas células estrelladas están “silenciadas o apagadas”, pero ante un daño, “se activan o se encienden” para producir las cicatrices. Con la acumulación de tantas cicatrices, el hígado fibrótico no puede regenerar porque no hay espacio y termina perdiendo su función.

Se origina así la fibrosis hepática, una enfermedad crónica en cuyos casos avanzados de cirrosis el paciente puede llegar a requerir un trasplante de hígado. Entre los principales factores que causan esta dolencia se encuentran las infecciones por virus de hepatitis B y C o el consumo excesivo y crónico de alcohol. Sin embargo, actualmente debido al estilo de vida y la alimentación, el hígado graso, asociado normalmente a la obesidad y a la diabetes tipo 2, han emergido como un gran inductor de esta enfermedad.

“Si conseguimos apagar o silenciar estas células cuando están activas, dejarían de producir las cicatrices y el hígado podría regenerarse, revertiéndose así la fibrosis hepática”, ha detallado Rojas, añadiendo que “este grupo ha identificado el factor de transcripción GATA4 que controla el estado de las células estrelladas”. Ha explicado que en un hígado normal, GATA4 mantiene “apagadas” estas células, pero cuando se produce un daño, el gen desaparece y las células estrelladas se “encienden” y comienzan a producir cicatrices.

El estudio ha mostrado que, si forzamos la presencia de GATA4 en un hígado dañado, las células estrelladas cambian su estado de ‘encendidas’ a ‘apagadas’ y el hígado puede regenerar y revertir la fibrosis hepática”, ha manifestado la investigadora de la UPO, quien ha asegurado que “la simple manipulación de este gen, capaz de revertir esta enfermedad en ratones, es un hallazgo muy prometedor para el tratamiento de la fibrosis hepática en humanos”, ya que “los procesos que ocurren en esta dolencia son muy similares en ambos”.

Los resultados de este estudio han sido publicados recientemente en la revista Journal of Clinical Investigation Insight, fruto de una colaboración entre el grupo Organogénesis y Enfermedades del Páncreas y del Hígado junto a otros grupos de investigación de la Universidad de Málaga (UMA), de la Universidad Pompeu Fabra y la compañía Amarna Therapeutics SL.

 

Fuente: europapress.es

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