En agosto de 2023, la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL, por sus siglas en inglés) publicó en el Journal of Hepatology nuevas directrices de práctica clínica para el virus de la hepatitis delta (VHD).
Examinar a todos los individuos HBsAg positivos para detectar anticuerpos anti-VHD con un ensayo validado al menos una vez. Volver a realizar la prueba de anticuerpos anti-VHD en personas HBsAg positivas siempre que esté clínicamente indicado (por ejemplo, durante los brotes de aminotransferasas o la descompensación aguda de una enfermedad hepática crónica). Las pruebas se pueden realizar anualmente en pacientes que siguen en riesgo de infección.
Probar el ARN del VHD en todos los pacientes anti-VHD positivos mediante un ensayo de PCR de transcripción inversa sensible y estandarizado para identificar la infección activa por el VHD.
Realizar una biopsia hepática durante y/o después del tratamiento antiviral, siempre que pueda contribuir al manejo del paciente o para la clasificación y estadificación de la enfermedad hepática cuando faltan signos clínicos o evidencia indirecta (mediante técnicas de imagen) de cirrosis.
Se pueden utilizar pruebas no invasivas para evaluar la enfermedad hepática avanzada, pero los valores de corte específicos no están bien establecidos.
Todos los pacientes con enfermedad coronaria y enfermedad hepática compensada, independientemente de si tienen cirrosis o no, deben ser considerados para el tratamiento con interferón-α pegilado (pegIFNα) durante 48 semanas como esquema de tratamiento preferido.
Fuente: reference.medscape.com