Los avances en trasplantes de órganos son cada vez mayores. En los últimos años se ha conseguido conocer cada vez mejor la respuesta del sistema inmune a los órganos extraños y sabe cómo evitar o reducir el rechazo; también se ha incrementado el conocimiento sobre los mejores lugares donde poner los implantes, o incluso realizar varios trasplantes a un paciente.

En este contexto se ha dado un importante paso al realizarse por primera vez un trasplante hepático con cirugía robótica. La intervención, realizada por un equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, ha sido «un éxito». «La operación transcurrió sin problemas, el nuevo hígado comenzó a funcionar de inmediato y el paciente se recuperó sin complicaciones quirúrgicas”, señaló el cirujano de trasplantes Adeel Khan, líder del equipo.

Los cirujanos estadounidenses le operaron a través de varias incisiones en forma de ojo de cerradura de 1,27 cm e hicieron una sola incisión vertical de 15,24 cm entre los músculos abdominales.

Hasta el momento esta forma de intervenciones no se había realizado de forma completa con el hígado, pero sí con otras partes del cuerpo. El 21 de diciembre de 2020 el Hospital Clínic de Barcelona fue el primer centro en Europa en alcanzar el número 100 de trasplantes renales robóticos, en el que este tipo de intervención está ya completamente estandarizada

En abril de este año, el hospital Vall d’Hebron realizó por primera vez su primer trasplante de pulmón con un robot. Además, por primera vez en la historia, realizaron una pequeña incisión en el esternón por el que retiraron e introdujeron el nuevo órgano, evitando así la forma tradicional de intervención que consistía en una gran apertura en la que se separaba las costillas y abría el tórax.

Trasplante hepático robótico

El paciente, un hombre de unos 60 años que necesitaba un trasplante debido a un cáncer de hígado y cirrosis causada por el virus de la hepatitis C. Los cirujanos estadounidenses le operaron a través de varias incisiones en forma de ojo de cerradura de 1,27 cm e hicieron una sola incisión vertical de 15,24 cm entre los músculos abdominales para extraer el órgano enfermo y colocar el nuevo hígado dentro del abdomen.

La intervención duró poco más de ocho horas, evitando hacer incisiones en los músculos del abdomen, lo que redujo el tiempo de recuperación. El paciente ya se encuentra bien y ha recuperado su día a día con normalidad. “El trasplante de hígado es el órgano abdominal más difícil de considerar para un enfoque mínimamente invasivo, dada la dificultad de extirpar un hígado defectuoso e implantar con éxito el nuevo órgano, pero el Dr. Khan ha demostrado que esto es posible”, indica William Chapman, Profesor de Cirugía Eugene M. Bricker, director de la División de Cirugía General de la Universidad de Washington y jefe de la sección de cirugía de trasplantes. «Se necesitará más experiencia con esta técnica para establecer el alcance de los beneficios de realizar un trasplante de hígado como un enfoque mínimamente invasivo», concluye.

 

Fuente: consalud.es

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