Controles en los pacientes que han obtenido una RVS después del tratamiento antiviral anti-VHC con AADs

20/09/2017 | Artículos, Artículos ASSCAT

A día de hoy, la información científica, para guiar a los médicos sobre los controles necesarios que van a precisar los pacientes que ya han alcanzado una Respuesta Viral Sostenida (RVS) es limitada. La experiencia sobre el seguimiento de los casos post-RVS, con los tratamientos libres de interferón, aún es relativamente corta y el problema básico es saber qué hacer con los pacientes que alcanzan la RVS: si precisan seguir su control por un especialista o en un centro universitario o sería posible remitirlos al médico de cabecera.

El problema se resume en que estos pacientes deben ser controlados y no pueden ser dados de alta inmediatamente. Otras cuestiones que se plantean son: cómo realizar el seguimiento y con qué pruebas, con qué frecuencia y durante cuánto tiempo.

En esta actualización de la práctica clínica, publicada recientemente, se presentan en base a las evidencias científicas disponibles, algunas recomendaciones sobre las mejores prácticas para el cuidado de los pacientes con el virus de la hepatitis C crónico (VHC) que han logrado una RVS.

Para los autores, el objetivo de esta actualización de la práctica clínica es definir algunos principios clave en el cuidado de pacientes con infección crónica por el VHC que han alcanzado una RVS después de finalizar el tratamiento con un régimen de AADs.

Las recomendaciones expuestas en esta revisión, realizada por expertos, se basan en las evidencias disponibles: ensayos controlados aleatorios, estudios observacionales y revisiones sistemáticas, incorporando la opinión de un experto cuando sea aplicable.

El resumen de las recomendaciones sobre las mejores prácticas (RMP) publicadas en el artículo es el siguiente:

RMP 1: La RVS debe confirmarse con un RNA del VHC, indetectable a las 12 semanas después de finalizar el tratamiento con AADs.

RMP 2: Se recomienda que se haga de rutina, la confirmación de la RVS a las 48 semanas después del fin del tratamiento. La realización de la prueba del RNA del VHC a las 24 semanas después del tratamiento debe considerarse a nivel del paciente individual.

RMP 3: La práctica rutinaria del RNA del VHC más allá de 48 semanas después del final del tratamiento para evaluar una posible recaída virológica no está apoyada por la evidencia disponible. Es recomendable realizar pruebas periódicas del RNA del VHC sólo en pacientes con factores de riesgo de reinfección.

RMP 4: La vigilancia por el riesgo de desarrollar un hepatocarcinoma (HCC), en pacientes con fibrosis hepática avanzada, con imágenes hepáticas y eventual determinación en sangre de alfa-fetoproteína (AFP) debe realizarse dos veces al año, con una duración indefinida en todos los pacientes con fibrosis en estadio F3 o con cirrosis hepática post-RVS.

RMP 5: No se recomienda vigilancia para el HCC en pacientes con fibrosis en estadios F0-F2 tras la RVS.

RMP 6: Actualmente no se aconseja una mayor frecuencia de cribado del HCC en el contexto inmediato post-RVS.

RMP 7: Independientemente de la RVS, se recomienda una exploración endoscópica inicial para el estudio de posibles varices esófago-gástricas en todos los pacientes con cirrosis hepática.

RMP 8: Dicha endoscopia, se repetirá, a los 2 y 3 años, en los pacientes cirróticos post-RVS, si no se identificaron varices o existían varices pequeñas en el examen inicial.

RMP 9: Si no se identifican varices en la endoscopia del segundo o el tercer año post-RVS, no es preciso hacer nuevas endoscopias, pero se debería considerar individualmente una endoscopia de detección si hay circunstancias de riesgo de cirrosis progresiva.

RMP 10: La evaluación de la fibrosis post-RVS con métodos no invasivos, como la elastografía hepática para apreciar la progresión o regresión de la fibrosis y para guiar el manejo clínico puede ser considerada individualmente. Pero, la mejoría de la fibrosis, en la actualidad, no altera la frecuencia de la vigilancia del HCC.

RMP 11: A los pacientes que han logrado la RVS se les debe informar y aconsejar en relación a las causas de lesión hepática, que pueden favorecer la progresión de la fibrosis hepática de forma independiente como el alcohol, el hígado graso, y otras hepatotoxinas potenciales, y si se elevan los niveles de los enzimas hepáticos, se precisarán nuevas investigaciones para establecer el origen de la lesión del hígado.

Fuente: American Gastroenterological Association Institute Clinical Practice Update—Expert Review: Care of Patients Who Have Achieved a Sustained Virologic Response After Antiviral Therapy for Chronic Hepatitis C Infection. Gastroenterology 2017;152:1578–1587. Ref. Ira M. Jacobson, Joseph K. Lim and Michael W. Fried.

Artículo elaborado por ASSCAT

20/09/2017

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