Seroprevalencia comparativa de los virus de las hepatitis A y E en donantes de sangre de la región de Wielkopolska, centro-oeste de Polonia
El objetivo del presente estudio fue investigar la seroprevalencia del VHA y el VHE en donantes de sangre polacos. 110 donantes de sangre polacos sanos seleccionados al azar, que viven en la región de Wielkopolska, se analizaron para determinar la IgG anti-VHA y la IgG anti-VHE con ensayos comerciales.
La seroprevalencia de anti-VHA fue de 11,8%; anti-VHE se detectaron en el 60,9% de los donantes de sangre polacos (p <0,0001). El consumo de alimentos de riesgo fue más común en los donantes de sangre polacos anti-VHE positivos (59,1% vs. 33,3%; p = 0,01). Doce de los 20 donantes de sangre polacos (60%) sin antecedentes de viajes al extranjero estuvieron expuestos al VHE. La región de Wielkopolska, Polonia, debe considerarse como una nueva zona hiperendémica de infección por VHE en Europa.
La prevalencia de infecciones por el virus de la hepatitis E (VHE) en Europa Central se ha descrito sólo parcialmente y pocos estudios informan dichos datos para esta parte del continente europeo (Lapa et al., 2015). El conocimiento de este tema en Polonia se limita a dos informes que discuten la seroprevalencia de anticuerpos IgG en 182 pacientes del centro de Poznan (positividad anti-VHE en 15,9% pacientes, kits EIA-gen VHE IgG; Adaltis, Milano, Italia) (Bura et al., 2015) y en 1.016 cazadores de las 16 provincias polacas (anti-VHE detectado en 20,3% de los participantes con kits ELISA recomWell VHE IgG; Microgen, Neuried, Alemania) (Sadkowska Todys et al., 2015).
Para otro virus hepatotrópico primario transmitido por la ruta fecal-oral, es decir, el virus de la hepatitis A (VHA), en el siglo XXI, Polonia ha experimentado un cambio hacia una endemicidad muy baja (Magdzik y Czarkowski, 2004) y actualmente es uno de los países con la menor incidencia de hepatitis A entre los estados miembros de la Unión Europea (Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, 2014).
Un estudio comparativo de los marcadores de exposición al VHA y al VHE (la presencia de anticuerpos IgG contra los virus respectivos) en 110 donantes de sangre voluntarios no remunerados sanos (VHB, VHC, VIH y sífilis negativos seleccionados al azar) (donantes de sangre polacos; 75 hombres y 35 mujeres) que vivían en la región de Wielkopolska (Gran Polonia; una de las regiones más grandes de Polonia, ubicada en la parte centro-oeste del país). Los donantes de sangre polacos tenían entre 19 y 58 años de edad (38,4 ± 9,6; media de edad: 40 años).
La seroprevalencia de IgG anti-VHA (anti-VHA) se determinó mediante un inmunoensayo de micropartículas quimioluminiscentes (CMIA; kits ARCHITECT VHA Ab-IgG; Abbott Lab) mientras que para los anticuerpos IgG anti-VHE, se utilizaron kits de lab Wantai Biological Pharmacy Enterprise, Beijing, China, ambos según las instrucciones del fabricante. Estas pruebas son herramientas de diagnóstico aceptadas para la evaluación de la exposición al VHA y al VHE, respectivamente.
Las muestras de suero se recogieron en el Centro Regional de Sangre en Poznan, Polonia, durante los primeros 6 meses de 2015 y se almacenaron a -20°C antes de la prueba. Todos los donantes de sangre polacos dieron su consentimiento informado por escrito.
El estudio fue aprobado por el Comité de Bioética local (número de referencia: 263/15) y fue financiado por la Universidad de Ciencias Médicas de Poznan (número de fondos: 502-01-02205314-04519).
Los datos numéricos se presentaron como media y desviación estándar. La comparación de la edad se realizó mediante la prueba t-Student. Para otros factores que podrían influir en la seroprevalencia del VHE, se calcularon los odds ratios (OR) y los intervalos de confianza (IC) del 95%. El análisis estadístico se realizó con el software Statistica 12 (Statsoft, Inc.).
Todas las pruebas se consideraron significativas con una p <0,05. La seroprevalencia de anti-VHA fue del 11,8% (13/110), mientras que se detectó anti-VHE en el 60,9% de los donantes de sangre polacos (67/110) (p <0,0001); en 2 casos se encontró un resultado límite en la prueba de anticuerpos contra el VHE y se incluyó como negativo en un análisis posterior.
Los donantes de sangre polacos anti-VHA positivos fueron mayores (46,7 ± 6,8 años, rango 38-58) que los seronegativos (37,2 ± 9,4 años, rango 19-58) (p = 0,0006).
La prevalencia de algunas variables en relación con el estado de IgG anti-VHE se muestra en la Tabla I.
Tabla I. Estado de anti-VHE y variables seleccionadas en 110 donantes de sangre polacos del oeste de Polonia.
La principal conclusión del análisis anterior es que los hábitos culinarios que indican el consumo de algunos alimentos de riesgo (carne cruda / poco cocida o mariscos) fueron más comunes en donantes expuestos al VHE. Este factor ha sido reconocido como la fuente de infecciones con los genotipos zoonóticos del virus (Said et al., 2009; Mansuy et al., 2011; Guillois et al., 2013; Meng, 2013). Además, una tendencia hacia una prevalencia más frecuente de anti-VHA en donantes seronegativos (vs seropositivos en VHE) junto con una presencia significativamente menos frecuente de marcadores de exposición al VHA entre los participantes del estudio sugiere que los principales modos de transmisión de estos dos virus en esta región son diferentes.
Aunque no hubo una diferencia de edad promedio entre los participantes del estudio expuestos al VHE y anti-VHE negativos (en opinión de los investigadores, fue sólo porque el grupo de donantes de sangre polacos era pequeño), el número de donantes de sangre polacos seropositivos frente al VHE y de edad de más de 30 años, tendió a ser mayor que la prevalencia de estos anticuerpos observada en personas más jóvenes (ver Tabla I).
Se informa una relación evidente entre la seroprevalencia del VHE y la edad en la mayoría de los estudios disponibles entre los donantes de sangre polacos (Dreier y Juhl, 2014). Cabe destacar que en el caso de 20 personas sin antecedentes de viajes al extranjero se encontró positividad anti-VHE en el 60% de ellas (n=12). Apoya algunas sugerencias previas (Bura et al., 2015) de que las infecciones por VHE autóctonas (adquiridas localmente) también ocurren en Polonia.
A pesar de una limitación obvia de este estudio, es decir, un pequeño número de participantes, sus resultados son sorprendentes porque indican que la Región de Wielkopolska es un área hiperendémica para las infecciones por VHE. En Europa, se encontró una seroprevalencia similar de anti-VHE (52,5%) sólo en la región de Toulouse, suroeste de Francia (Mansuy et al., 2011).
La elevada frecuencia de seropositividad frente al VHE, en el presente estudio y que ha sido significativamente mayor que la encontrada en encuestas anteriores realizadas en Polonia, en poblaciones específicas (pacientes del Departamento de Enfermedades Infecciosas y cazadores) (Bura et al., 2015; Sadkowska-Todys et al., 2015), puede ser explicado por una muy buena sensibilidad del ensayo Wantai. Algunas evaluaciones de seroprevalencia en Europa han demostrado que el uso de estas pruebas puede dar como resultado índices varias veces más altos de anti-VHE en comparación con los ensayos de otros fabricantes (Bendall et al., 2010; Mansuy et al., 2011; Wenzel et al., 2013).
Ante tales datos inesperados, se debe hacer al menos una pregunta de importancia fundamental: ¿cuál es el significado en la práctica del resultado demostrando una elevada prevalencia de infecciones por el VHE en la región de Wielkopolska?
La respuesta es difícil porque hasta donde se sabe, ninguno de los centros de hepatología polacos ha realizado pruebas de hepatitis E hasta la fecha y no hay datos sobre la prevalencia de hepatitis aguda de etiología desconocida ni en esta región específica ni en Polonia. Debido a una exposición subclínica muy común al VHE revelada por este estudio, también se debe tener en cuenta el riesgo potencial de las transfusiones de sangre que podrían transmitir el VHE, particularmente a receptores inmunocomprometidos (Matsubayashi et al., 2004; Hewitt et al., 2014; Huzly et al. al., 2014). Este problema debería ser resuelto lo antes posible.
En conclusión, los resultados del presente informe sugieren que la región de Wielkopolska, en el centro-oeste de Polonia, debe considerarse como una nueva área hiperendémica de infección por VHE en Europa.
Comentarios ASSCAT
Con los resultados del presente estudio se pretende llamar la atención y dar el mensaje de que el VHE precisa ser estudiado en profundidad en los donantes de sangre, por el riesgo reconocido de una eventual transmisión a personas inmunodeprimidas y/o trasplantadas.
Los análisis específicos para saber si un donante es portador del VHE y podría transmitirlo en una transfusión se ha de establecer mediante estudios virológicos, no se puede basar en el “simple” estudio de anticuerpos, el cual sólo nos dice si la persona ha estado en contacto con el virus.
Este estudio muestra los resultados de anticuerpos frente a la Hepatitis A y frente a la Hepatitis E de un grupo de donantes de sangre en una región de Polonia.
El Virus A no se transmite por la sangre, no se transmite por transfusiones su transmisión se produce por vía fecal-oral o sea mediante alimentos y/o aguas contaminadas y traduce una falta de higiene, en general en determinada población.
El Virus E podría transmitirse por la sangre, pero la transmisión habitualmente se produce de manera similar al VHA, por vía fecal-oral, o sea por alimentos y/o agua contaminada.
Este tipo de estudios, de cara a la población general sólo serían útiles para llamar la atención sobre la existencia del VHE en el medio e informar de las medidas de prevención que se deberían adoptar. No existe vacuna protectora frente al VHE y sí que la hay para prevenir la hepatitis por VHA, y la reciben los recién nacidos junto con la vacuna anti-VHB. Se debería informar en profundidad del riesgo de adquirir el VHE al ingerir alimentos crudos o poco cocidos.
En nuestro medio los Bancos de Sangre toman medidas para prevenir la transmisión del VHE, pero se podría informar a la población general de este problema de salud pública.
Fuente: exeley.com
Referencia: Polish Journal of Microbiology 2018, Vol. 67, No 1, 113–115
Artículo traducido y adaptado por ASSCAT