Prescripción en la enfermedad hepática

05/02/2019 | Artículos, Artículos científicos

Los pacientes con enfermedad hepática a menudo requieren terapia con medicamentos. Dado que el hígado es el órgano principal para la desintoxicación y la eliminación de los medicamentos en el cuerpo, la necesidad de administrar terapia debe evaluarse cuidadosamente en cada paciente.

La elección del fármaco, su dosis y la duración de la terapia deben considerarse caso por caso para evitar efectos adversos. Idealmente, se debería elegir un medicamento con una elevada eficacia, que carezca de interacciones con otros fármacos, que no sea tóxico para el hígado y a poder ser que se elimine por vía renal.

Sin embargo, el medicamento ideal con estas propiedades a menudo no existe y en tales casos, el medicamento y la dosis prescrita se ha de individualizar para cada paciente, que deberá ser controlado, manteniendo la duración del tratamiento lo más corta posible. En las guías farmacológicas se puede obtener información útil sobre medicamentos que se deben evitar o modificar su dosis en pacientes con enfermedad hepática.

Los pacientes con enfermedad hepática a menudo requieren tratamiento con medicamentos, ya sea por su enfermedad hepática y sus complicaciones, o por otras afecciones concomitantes. Sin embargo, la enfermedad hepática tiene efectos importantes en la respuesta al fármaco, lo que expone a estos pacientes a un mayor riesgo de interacciones farmacológicas (DDI, en sus siglas en inglés).

En una encuesta, el 13% de todas las DDI provocó una reacción adversa al fármaco, siendo más frecuente en los pacientes con insuficiencia hepática más grave. Los prescriptores deben conocer la forma en que la respuesta al fármaco puede verse afectada en pacientes con enfermedad hepática.

Para garantizar una terapia segura y eficaz, las agencias reguladoras de medicamentos, como la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y/o la Administración de Medicamentos y Alimentos en Estados Unidos (FDA, en sus siglas en inglés) requieren, antes de aprobar el uso de un fármaco, que se realicen estudios farmacocinéticos (ver la concentración que alcanza el fármaco en sangre, de una forma dinámica tras una administración) en pacientes con insuficiencia hepática, si el metabolismo hepático representa el 20% o más de la eliminación de un nuevo medicamento en desarrollo y/o si el medicamento tiene un bajo índice terapéutico.

¿Cuáles son las novedades?

Cada vez es más evidente que la enfermedad hepática puede tener efectos importantes en la fármaco-dinámica (acciones biológicas, distribución en el organismo de la persona, etc.) de los fármacos. Por lo tanto, los efectos complejos y los déficits asociados a la enfermedad hepática proporcionan una explicación mecánica de por qué el riesgo de las interacciones farmacológicas y las reacciones adversas a los medicamentos aumenta en estos pacientes, lo que resalta la necesidad de administrar la dosis más baja y con la menor duración posible.

A tener en cuenta en la práctica

La enfermedad hepática afecta tanto a las variables farmacocinéticas como a las fármaco-dinámicas, las cuales aumentan el riesgo de interacciones farmacológicas y posibles reacciones adversas a los medicamentos.

Las dosis de algunos medicamentos, deberían ser más bajas en las personas con hepatopatía, lo cual requiere una reducción en las dosis iniciales y también en las de mantenimiento. En casos de duda, se aconseja iniciar a dosis bajas, aumentando la dosis con un control cuidadoso; evitando el uso concomitante de medicamentos que interactúan y que podrían conducir a efectos graves en estos pacientes.

Los efectos de una hepatotoxicidad inducida por medicamentos son más graves en pacientes con una enfermedad hepática previa debido a la reducción de la reserva hepática.

 

Fuente: El Sevier

Referencia: Pirvohamed M. Prescribing in liver disease. Medicine 2015; 43(10): 577-580.

Artículo traducido y adaptado por ASSCAT

05/02/2019

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