Un estudio muestra que el uso de AADs podría eliminar el VHC entre los presos en Australia

22/03/2018 | Noticias de prensa

La infección por el virus de la hepatitis C (VHC) puede eliminarse en las personas privadas de libertad con el uso de antivirales de acción directa (AADs), según los resultados de un estudio australiano publicado en Clinical Infectious Diseases.

La investigación involucró a prisioneros encarcelados en el Centro Correccional Lotus Glen (Queensland). En los 22 meses posteriores a la introducción de AADs, la proporción de personas con infección crónica por VHC o viremia por VHC disminuyó del 12% al inicio al 1% al final del estudio. Sin embargo, una gran parte de las personas tratadas con AADs se perdieron durante el seguimiento y un pequeño número de personas se reinfectaron después de la curación.

“La microeliminación del VHC está a punto de realizarse en una gran prisión australiana, 22 meses después del acceso ilimitado a la terapia con AADs”, comentan los investigadores. “La terapia con AADs fue muy aceptable en esta población”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido el objetivo de la eliminación del VHC como una amenaza para la salud pública para el año 2030. La clave para lograr este objetivo es la eliminación de la infección en poblaciones específicas, también llamada “microeliminación”. El VHC es altamente prevalente entre los presos, y la prevalencia es especialmente alta entre las personas privadas de libertad con antecedentes de consumo de drogas intravenosas.

Desde marzo de 2016, se ha proporcionado acceso ilimitado a AADs a personas con infección crónica por VHC en Australia. Este programa de tratamiento se extiende a la prisión.

Los investigadores querían evaluar el impacto del despliegue de antivirales de acción directa sobre la prevalencia e incidencia del VHC entre los presos. Utilizaron como caso de estudio el Centro Correccional Lotus Glen, una prisión de alta seguridad para hombres con 800 reclusos.

Las personas con el VHC crónico se identificaron a través de un examen de rutina y se les proporcionó una terapia con AADs que duró hasta 24 semanas. Los hombres que recibieron AADs fueron asesorados sobre cómo evitar la reinfección con el VHC. Los que fueron liberados en la comunidad estaban vinculados a la atención de salud proporcionada en hospitales públicos y clínicas de salud sexual.

Los investigadores controlaron la captación de AADs, la proporción de individuos tratados que lograron una respuesta virológica sostenida (RVS) 12 semanas después de la finalización de la terapia y las tendencias en la prevalencia de infección crónica por VHC en los 22 meses posteriores a la introducción de antivirales de acción directa.

Un total de 125 hombres fueron evaluados para la terapia con AADs. Cuatro personas rechazaron el tratamiento y dos fueron transferidas a otra prisión. Los 119 hombres que iniciaron la terapia tenían una edad media de 34 años y el 12% tenían cirrosis hepática. Aproximadamente dos tercios tenían el genotipo 3a del VHC y el régimen con AADs más comúnmente usado fue una combinación de sofosbuvir y daclatasvir que duró 12 semanas.

Al final del período de estudio, 12 personas permanecieron en terapia y nueve se encontraban en seguimiento postratamiento antes del corte de RVS. De los 98 restantes, 32 se perdieron durante el seguimiento, incluidos 22 individuos liberados en la comunidad.

“La considerable proporción perdida durante el seguimiento pone de relieve la naturaleza compleja del tratamiento y la evaluación posterior al tratamiento en un entorno con altos niveles de transición”, escriben los autores, que sugieren que esto apunta a una “necesidad de mejorar el enlace entre las correcciones y los servicios comunitarios de tratamiento de VHC”.

Los resultados del tratamiento se pudieron evaluar en 66 pacientes, y el 97% de estos individuos lograron una RVS. Dos hombres experimentaron una recaída virológica y hubo seis casos de reinfección.

Inmediatamente antes del lanzamiento de los AAD, se estima que el 13% de las personas tenían infección crónica por el VHC. Esto había caído a aproximadamente un 4% después de 12 meses y a sólo un 1% después de 22 meses.

De los nueve hombres con viremia del VHC al final del seguimiento (diciembre de 2017), cinco habían comenzado el tratamiento con AADs y los cuatro restantes estaban siendo evaluados para recibir tratamiento.

“La estrecha relación entre el uso de drogas inyectables, el encarcelamiento y la prevalencia de virus transmitidos por la sangre hace que los centros correccionales sean un escenario crucial para un mejor acceso a AADs y amplias estrategias de prevención”, concluyen los investigadores. “El éxito de la eliminación del VHC a nivel de la población requerirá un tratamiento eficaz contra el VHC y programas de prevención tanto para las personas que se inyectan drogas como para las personas que están encarceladas”.

Fuente: infohep.org
Noticia traducida por ASSCAT

22/03/2018

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