Un talón de Aquiles genético perjudica la lucha contra la hepatitis C
Una comparación con chimpancés revela que la señalización antimicrobiana IFNlambda4 tiene menor actividad en humanos.
Una molécula de señalización antimicrobiana llamada IFNlambda4 tiene una menor actividad contra el virus de la hepatitis C en la gran mayoría de los humanos en comparación con los chimpancés y los pigmeos cazadores-recolectores africanos, según un estudio publicado en la revista PLOS Pathogens por el equipo de investigación liderado por John McLauchlan en el MRC-University of Glasgow Center for Virus Research, en Reino Unido.
Como moléculas de señalización antimicrobiana, los interferones de tipo III o interferones lambda son críticos para defenderse contra la infección con diversos patógenos, incluyendo bacterias, hongos y virus.
En contra de lo que podía parecer, una mutación natural que impide la producción de IFNlambda4 mejora la eliminación del virus de la hepatitis C en humanos, pero los mecanismos subyacentes siguen siendo poco conocidos.
Análisis comparativo con otras especies
Para comprender mejor cómo la variación genética afecta a la función de IFNlambda4, McLauchlan y colaboradores examinaron un panel completo de todas las variantes de IFNlambda4 humano natural para determinar su potencial antiviral y realizaron un análisis comparativo con especies relacionadas.
Cabe destacar que la forma más común de IFNlambda4 humano es menos capaz de proteger las células de la infección por virus patogénico que la proteína equivalente de nuestro pariente vivo más cercano, el chimpancé, debido a una única sustitución de aminoácidos. Los pigmeos cazadores-recolectores africanos también tienen un IFNlambda4 más activo, que probablemente se volvió a adquirir tras la divergencia de los chimpancés y los humanos.
Desventaja humana
Los hallazgos sugieren que la evolución del gen del interferón lambda 4 (IFNL4) ha puesto a los humanos en desventaja cuando están infectados con patógenos como el virus de la hepatitis C. El motor de la reducción de la actividad antiviral de IFNlambda4 en humanos sigue siendo desconocido, pero probablemente surgió en África muy temprano durante la evolución humana entre hace seis millones y 360.000 años.
John McLauchlan y Connor Bamford, el primer autor del artículo, comentan: “Nos sorprendió que los humanos fueran la única especie que portara esta mutación y sigue siendo un misterio por qué la población humana ha desarrollado un gen antiviral que es menos capaz de controlar infecciones virales en comparación con nuestros antepasados más cercanos”.
Fuente: redaccionmedica.com