Las personas con el virus de la hepatitis B tienen un riesgo significativamente elevado de desarrollar cualquier tipo de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), según un nuevo informe publicado en Acta Ophthalmologica. Es posible que el virus de la hepatitis B incluso pueda acelerar la progresión de la DMAE.

¿Qué es la degeneración macular asociada con la edad?

La degeneración macular asociada a la edad (también llamada degeneración macular, DMAE o DMA) constituye el deterioro de la mácula, que es la pequeña área central de la retina del ojo que determina la precisión de la visión central.
La salud de la mácula determina nuestra capacidad para leer, reconocer caras, conducir, mirar la televisión, usar un ordenador y llevar a cabo cualquier otra tarea visual que requiera que podamos mirar con gran detalle.

Investigación hepatitis B relacionada con DMAE

Investigadores de la Universidad Médica de Taipei realizaron un estudio retrospectivo para examinar la asociación entre el virus de la hepatitis B crónica y la DMAE. El equipo utilizó pacientes de frecuencia coincidente de la base de datos de seguro de salud longitudinal 2000 para encontrar 1 millón de pacientes en el programa de seguro de salud nacional de Taiwán.

Los autores del estudio escribieron que, especialmente en Taiwán, la DMAE se ha convertido en una preocupación crucial en relación con la salud y la calidad de vida de los adultos mayores que constituyen una proporción creciente de la población. Añadieron que existen diversos grados de discapacidad visual entre los casos avanzados de DMA.

El equipo descubrió que 17.796 pacientes con virus de hepatitis B diagnosticados entre el 2000 y el 2012. Comparados con 71.184 pacientes sin hepatitis B según la edad, el sexo y el año de la fecha del índice. Cada uno de los participantes fue seguido hasta fines de 2013, y los que desarrollaron DMA se identificaron durante todo el período.

Los autores del estudio evaluaron la progresión de la DMAE clasificando a los pacientes en el grupo de DMA exudativa en 3 subgrupos: sólo exudativos; exudativo primero seguido de no exudativo; y no exudativo primero seguido de exudativo. No pudieron clasificar DMA temprana y avanzada ni determinar la lateralidad de los diagnósticos en los datos.

Los pacientes con el virus de la hepatitis B con mayor frecuencia tenían otras comorbilidades como hipertensión, diabetes, hiperlipidemia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedad coronaria, enfermedad renal crónica, cirrosis, cataratas y retinopatía diabética en comparación con los controles emparejados. Los pacientes con el virus de la hepatitis B también tenían menos probabilidades de usar estatinas, pero más probabilidades de usar medicamentos antiinflamatorios no esteroideos que los controles comparados.

Según determinaron los investigadores, la incidencia de cualquier tipo de DMAE fue de 3,88 por 1.000 personas/año. La incidencia fue de 2,27 por 1.000 personas/año en la cohorte del virus de la hepatitis B, en comparación con 1,61 por cada 1.000 personas/año en los controles comparados.

El índice de riesgo en cualquier momento de la DMAE entre los pacientes con virus de la hepatitis B fue 1,41 veces más alto que los controles comparados. Según los investigadores, esta asociación fue más fuerte entre los pacientes que mostraron una progresión de la enfermedad de DMA no exudativa a DMA exudativa.

También encontraron que los participantes de 65 años o más demostraron un riesgo 4,99 veces mayor de desarrollar cualquier tipo de DMAE en comparación con los menores de 65 años.

“Presentamos que la infección crónica por el virus de la hepatitis B puede ser un factor de riesgo de DMA según nuestro estudio longitudinal y poblacional”, explicó el doctor Chih-Ching Yeh, autor del estudio. “Los médicos de familia pueden prestar atención al riesgo de degeneración relacionada con la edad en sus pacientes con el virus de la hepatitis B”.

Los autores del estudio dijeron que las asociaciones entre el virus de la hepatitis B y otras manifestaciones oculares, como los ojos secos y las cataratas, también se han informado en otros países asiáticos.

“Aunque la tasa de infección por el virus de la hepatitis B está disminuyendo a nivel mundial debido a los programas de vacunación eficaces, se deben realizar más estudios para determinar si el virus de la hepatitis B o las intervenciones antiinflamatorias reducen el riesgo de DMA en personas con el virus de la hepatitis B crónica”, manifestaron los autores.

 

Fuente: hepatitis2000.org

23/05/2019

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