4 preguntas sobre los desafíos de diagnóstico en NAFLD

19/05/2020 | Noticias de prensa

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, en sus siglas en inglés) es una de las causas más comunes de enfermedad hepática en los Estados Unidos.

Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Institutos Nacionales de Salud, entre el 30% y el 40% de los adultos tienen NAFLD y entre el 3% y el 12% de los adultos tienen esteatohepatitis no alcohólica (NASH, en sus siglas en inglés).

Las opciones de tratamiento para NAFLD y NASH son limitadas. Sin embargo, hay nuevas opciones de tratamiento farmacológico en el horizonte, lo que hace que el diagnóstico preciso y la estadificación de la enfermedad sean una prioridad.

Gastroenterology Consultant habló con Manal Abdelmalek, doctora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, en el American Scientific of Gastroenterology (ACG) 2019, reunión científica anual y curso de posgrado, donde habló sobre los desafíos asociados con el diagnóstico y estadificación de NAFLD y NASH.

¿Cuál crees que es el mayor desafío en el diagnóstico de NAFLD y NASH?

El mayor desafío con el diagnóstico no es tanto la evaluación de la presencia o ausencia de la enfermedad, ya que podemos usar imágenes de ultrasonografía o enzimas hepáticas sólo para estratificar el riesgo de la gravedad de la enfermedad. Si bien podemos diagnosticar fácilmente la presencia de NAFLD a través de imágenes o la determinación de factores de riesgo metabólico en presencia de elevación inexplicada de enzimas hepáticas, todavía no hemos podido utilizar estas modalidades de diagnóstico simples para identificar a los pacientes que pueden tener resultados clínicos negativos de NAFLD y NASH o tienen fibrosis hepática avanzada subyacente. Además, las pruebas de diagnóstico que estarían fácilmente disponibles en el consultorio del médico de atención primaria o del endocrinólogo pueden no estar disponibles en el consultorio de un gastroenterólogo.

¿Qué biomarcadores crees que son los más útiles para el diagnóstico?

Existe un panorama evolutivo de pruebas no invasivas para biomarcadores (elastografía transitoria, elastografía de resonancia magnética y biomarcadores basados en suero para algoritmos) que se pueden utilizar para estratificar el riesgo en pacientes con fibrosis hepática avanzada. Los algoritmos podrían incluir la puntuación de fibrosis NAFLD o la puntuación de fibrosis-4 (FIB-4). La prueba de fibrosis hepática mejorada (ELF) aún no está aprobada para su uso en los Estados Unidos, pero potencialmente puede ayudar a estratificar a las personas con el mayor riesgo de fibrosis hepática avanzada. Desafortunadamente, la sensibilidad y especificidad óptimas para todas estas pruebas aún no son lo suficientemente ideales para las pruebas basadas en la población. Su rendimiento puede variar según la población para la que se utilizan las pruebas. Entonces, todavía tenemos un largo camino por recorrer.

¿Por qué es importante que un gastroenterólogo sepa cómo diagnosticar y estadificar adecuadamente NAFLD o NASH?

Es importante tener en cuenta que una minoría de pacientes en toda la población de pacientes con hígado graso no alcohólico tiene una progresión de la enfermedad que es lo suficientemente significativa como para provocar un aumento de la morbilidad y mortalidad por NAFLD. Por lo tanto, no es práctico evaluar y tratar a todas las personas con esteatosis hepática benigna, o incluso a aquellos con enfermedad del hígado graso potencialmente leve, si de lo contrario van a vivir y morir con su enfermedad. La excepción a esto es si es imprescindible tanto desde el punto de vista de la utilización de la atención médica como para la gestión de recursos simplemente poder seleccionarlos de la población en riesgo. Los pacientes que van a tener un resultado clínico negativo o aquellos que van a necesitar un manejo de atención clínica más personalizado, ya sea vigilancia para el carcinoma hepatocelular (CHC), detección de varices esofágicas o para definir quién tiene la mayor necesidad de fármacos y/o terapias cuando estén disponibles.

¿Cuáles son las conclusiones clave para los especialistas sobre los métodos actuales de diagnóstico y estadificación para NAFLD y NASH?

Los mensajes clave para los especialistas son, en primer lugar, necesitamos utilizar nuestros algoritmos clínicos para identificar a los pacientes con mayor riesgo. En pocas palabras, los pacientes con mayor riesgo tienden a ser pacientes que tienen 3 o más factores de riesgo en el síndrome metabólico, la presencia de diabetes, son mayores de 50 años o tienen un familiar de primer grado con cirrosis inexplicada. En segundo lugar, debemos definir a los pacientes en función de factores de riesgo clínico o medidas sustitutivas que pueden ayudarnos a estratificar el riesgo de aquellos pacientes que están potencialmente más avanzados. Necesitamos poder usar FibroScan® o elastografía transitoria elástica, tal vez incluso usar uno de estos en combinación con biomarcadores basados ​​en suero como el FIB-4, la prueba ELF o la puntuación de fibrosis NAFLD, para poder estratificar a esos pacientes para cuidado y manejo adecuado. El tercer mensaje clave es que hemos estado en un campo en el que se podría argumentar que, en ausencia de tratamientos terapéuticos, una identificación más proactiva de los pacientes fue algo inútil. Sin embargo, hay nuevas terapias en el horizonte. Estamos en un momento en el que en realidad podemos prestar terapias para cambiar la historia natural de la enfermedad.

 

Fuente: consultant360.com

Noticia traducida por ASSCAT

19/05/2020

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