Un estudio muestra que una consulta específica de enfermería detectaría antes las enfermedades hepáticas
La enfermedad hepática aumenta cada año en Europa. El consumo de alcohol, la obesidad y la hepatitis por virus B y C son sus principales determinantes según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Cuando dan la cara, muchas veces es tarde. Por ello, el diagnostico precoz de estas patologías evitaría ciertas complicaciones. Así lo han demostrado investigadores científicos de la Universidad de Southampton en un estudio que refleja que pruebas simples en medicina general podrían duplicar la tasa de diagnóstico en las que los pacientes no presentan ningún síntoma.
El objetivo de esta investigación, publicada en la revista Plos One, era identificar una enfermedad hepática no diagnosticada previamente en Atención Primaria utilizando una clínica especializada en hígado dirigida por una enfermera.
Los participantes reclutados para las prácticas de intervención tuvieron una evaluación hepática completa que implicó un examen simple; tomar muestras de sangre y medir la rigidez del hígado usando un dispositivo de ultrasonido portátil FibroScan®402, una máquina que ofrece una evaluación no invasiva del hígado.
De los 910 participantes atendidos en la clínica dirigida por una enfermera, casi la mitad tenía algún tipo de enfermedad hepática. 44 de estos pacientes (4,8%) tenían cirrosis probable, 141 (15,5%) tenían fibrosis progresiva y 220 (24,2%) tenían advertencias hepáticas. Lo que demostró, que una consulta de estas características dirigida por una enfermera diagnosticó el doble de casos que en una atención médica habitual.
Fuente: diarioenfermero.es