14 de junio: Día Mundial del Donante de Sangre. Tres de cada cuatro receptores de transfusiones tienen más de 60 años

14/06/2021 | Noticias de prensa

La realidad es completamente diferente en los países pobres donde más de la mitad tienen menos de cinco años. El 15% de las transfusiones de sangre de 2020 fueron destinadas a pacientes con COVID-19.

Las transfusiones de sangre son un factor importante en la lucha contra las enfermedades y en el proceso de ir incrementando gradualmente la longevidad de las personas. En los países ricos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de transfusiones tienen como receptor a una persona de sesenta años o más.

Este dato contrasta con las estadísticas de los países pobres, en los que un poco más de la mitad de las transfusiones se realizan en menores de cinco años. Durante la pandemia, pese a las graves restricciones de movilidad, se ha mantenido la actividad de los donantes, la mayoría de los cuales dona sangre de forma desinteresada.

Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, una jornada que tiene como principal misión intentar concienciar a los ciudadanos acerca de la necesidad de tener en los sistemas sanitarios de los países siempre un nivel suficiente de sangre para poder realizar transfusiones que salvan vidas. La sangre y sus derivados son un factor clave en el mantenimiento de la salud pública porque mejoran la calidad de vida de miles de personas a diario. Por eso es fundamental garantizar el acceso universal a la sangre de todas las personas del mundo.

Por desgracia, todavía hay muchos países en los que todavía no hay concienciación ni tampoco medios para conseguir un alto grado de donaciones de sangre. De hecho, según la OMS, el 40% de los 120 millones de donaciones de sangre que se realizan anualmente en el mundo tienen lugar en los países con mayores ingresos per cápita. Son países en los que habita únicamente el 16% de la población mundial.

Crece la solidaridad: Más del 90% de los donantes no son remunerados

Esta desigualdad se observa claramente al estudiar las tasas de donación de sangre. Esta tasa nos indica que por cada 1.000 personas se registran 31,5 donaciones en los países de ingresos más altos, 15,9 en los de ingresos medio-altos, 6,8 en los de ingresos medio-bajos y cinco en los de ingresos más bajos. La mayor parte de estas donaciones son desinteresadas y van aumentando con los años.

Entre 2013 y 2018 se ha registrado un incremento de casi ocho millones de unidades de sangre aportadas por donantes voluntarios no remunerados. En total, en 79 países del mundo este colectivo de donantes aportó más del 90% de su suministro de sangre. En otros 56 países, más de la mitad del suministro de sangre procede de familiares o amigos y de donantes remunerados.

Otro dato significativo es el del uso del plasma. Únicamente 55 países del mundo usan parte de ese plasma donado para generar productos medicinales. El resto tiene que comprar e importar estos productos ya que carece de industria para realizarlo en el propio país.

Comentarios de ASSCAT

En Cataluña sólo el 3,8% de las personas que podrían serlo son donantes. Desde ASSCAR pedimos que se acepten a las personas curada de hepatitis C, si se tiene el RNA del VHC negativo. También se podrían aceptar personas de más de 70 años de edad que no tengan enfermedades, de forma paralela a como se aceptan donantes de órganos. Las transfusiones de sangre son necesarias diariamente en nuestros hospitales.

 

Fuente: lavanguardia.com

14/06/2021

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