Javier Ampuero, experto en aparato digestivo: “Más cambios que en cien años”
Dice que en los próximos diez años vamos a ver en Sevilla más avances médicos que en todo el siglo pasado y que en su especialidad asistirá a un deseado final, la eliminación radical de la hepatitis C.
Pero también a un preocupante comienzo: la afectación hepática de alteraciones metabólicas como la obesidad o la diabetes, que “emerge como un gigante de consecuencias impredecibles”. Ahí está uno de los retos que le queda por delante a este joven doctor de 34 años del servicio de Aparato Digestivo del Virgen del Rocío de Sevilla. Javier Ampuero Herrojo empezó ya a recibir galardones nada más pisar un hospital. Desde el premio al mejor residente de su promoción (2010-2014) hasta el que le concedió el Colegio de Médicos de Sevilla al mejor investigador joven, pasando por el extraordinario de doctorado, entre otras muchas menciones, publicaciones y dos patentes para luchar contra la hepatitis C.
En las enfermedades hepáticas precisamente centra su trabajo diario, incluyendo la evaluación de candidatos a trasplante, la investigación y la docencia como profesor que es, además, de la Hispalense. A Javier Ampuero le gustaría en los próximos diez años tener tiempo para formar una familia a pesar de que esa década va a ser clave para su desempeño profesional. Quiere seguir profundizando en conocimientos para atender lo mejor posible a sus pacientes y ser cada día mejor profesional, pero para eso necesita seguridad. “Para afrontar ese objetivo sería clave una mayor estabilidad tanto en el hospital como en la Universidad”.
Ve a Sevilla en una senda de constante crecimiento, dando pasos por continuar siendo una sociedad próspera y avanzada y sabiendo qué papel puede jugar en el mundo, “con un proyecto inclusivo y horizontal capaz de generar oportunidades con propuestas basadas en la igualdad y la meritocracia”. En el ámbito biosanitario, cree que la ciudad se encaminará a acercar los centros de bioinvestigación a los sanitarios, aunando la actividad asistencial y la ciencia experimental, para generar retorno de la inversión en I+D+i en forma de patentes que conlleven una mejora de la calidad de vida de la sociedad. Esos avances médicos que vaticina para estos años vendrán de la mano de la tecnología porque la “convergencia de, entre otras, la inteligencia artificial, la computación y la genética supondrán un avance nunca visto, que permitirá desde la impresión de órganos en 3D hasta el uso de algoritmos matemáticos para predecir la aparición de enfermedades”.
Tras el esfuerzo realizado en los últimos cinco años, espera que se consiga la eliminación definitiva de la hepatitis C, pero teme lo que está por llegar debido a esa asignatura pendiente que se ha convertido en una pandemia mundial: la obesidad.
Fuente: sevilla.abc.es
