Un 20% de los 30.000 catalanes (esto es, unos 6.000) que tienen hepatitis C desconocen que están infectados con el virus, según cifras hechas públicas por la Consejería de Salud.
Se trata de una cifra que sería sensiblemente superior si se incluyera a los considerados colectivos vulnerables. “La hepatitis C se encuentra entre las 15 primeras causas de mortalidad de la población catalana”, ha destacado la consejera Alba Vergés. El 28 de julio se celebró el Día Mundial de las Hepatitis Víricas, promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que hace especial hincapié en la importancia de tomar conciencia de la necesidad de diagnosticar los casos ocultos y vincularlos de forma eficiente a la atención especializada y al acceso precoz del tratamiento. “La hepatitis C es la única de todas las hepatitis para la que no tenemos vacunas. En Cataluña, un 1,1% de la población [unas 65.000 personas] han estado en contacto con el virus”, ha explicado Joan Guix, secretario de Salud Pública. El virus de la hepatitis C causa una infección aguda, a menudo asintomática, cuando la persona entra en contacto. A los seis meses, entre un 15% y un 25% pueden eliminarlo y, por tanto, curarse espontáneamente. “Pero hay un 20% de personas que tienen el virus y que no están detectadas. En un 65% de los casos, se adquiere por transmisión sexual”, ha señalado Guix. Aunque también hay otras vías, como por ejemplo, la intravenosa. Uno de los problemas de esta infección es que, precisamente por no presentar síntomas, si la persona no se hace una prueba no puede saber si está infectada o no.
Plan de prevención
Por su parte, el director del Programa de Prevención, Control y Atención al VIH, ETS y Hepatitis de Salud, Joan Colom, ha destacado que España está “muy próxima” a la eliminación de la hepatitis C. “Es el país de Europa que tiene una mayor tasa de tratamientos por cada 10.000 habitantes”, ha dicho. Según él, el tratamiento de la hepatitis C es “sencillo” y de “corta duración” (entre ocho y 12 semanas), está “muy bien tolerado” y es “muy eficaz”. En los últimos cinco años, en Cataluña han sido tratadas por este virus más de 28.000 personas y, de estas, se han curado el 96,4%. Y, durante este lustro, la Generalitat ha invertido 320 millones para combatir la enfermedad. Dentro del Pla de prevención y control de la hepatitis C, la Consejería de Salud pretende “poner el énfasis”, según Vergés, en las “poblaciones ocultas” (o colectivos vulnerables) para eliminar el virus: las personas que se inyectan drogas (el 48,2% de ellas presentan una infección crónica activa), las personas internas en centros penitenciarios (el 2,7% tienen una infección crónica activa), las personas con VIH (el 2,9% tienen una infección crónica activa) y las personas procedentes de países con altas prevalencias (el 7,1% son de Europa del Este; el 3,1%, subsaharianas y africanas; y el 5,3%, de la Península de Indostán). El objetivo de la OMS es eliminar como problema de salud pública la hepatitis C en el 2030. Eliminar no significa erradicar, sino disminuir “sensiblemente” las infecciones, a la vez que bajan la mortalidad y morbilidad. “Estamos muy convencidos de que Cataluña logrará este objetivo en torno al año 2025”, ha asegurado Colom. En todo el mundo, la hepatitis C afecta a 71 millones de personas (un 1% de la población) y causa la muerte de casi 400.000 personas cada año. Fuente: elperiodico.com