La prevalencia global de los niños portadores del virus de la hepatitis C (VHC) no se conoce bien, principalmente debido a que los estudios en esta población se han realizado principalmente en grupos de alto riesgo y en regiones altamente endémicas.

Resumen

Los estudios epidemiológicos estiman que la prevalencia de portadores de RNA-VHC en la población pediátrica de 0 a 18 años, es de un 0,13%, lo que corresponde a 3,26 millones de niños con VHC en 2018. La transmisión vertical de madre a hijo puede ocurrir en hasta el 5% de los recién nacidos de madres infectadas, en especial si tienen alta carga viral y/o coinfección con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el uso de drogas inyectables sería la causa más frecuente de infección por VHC entre los adolescentes. A pesar del hecho de que el VHC generalmente tiene un curso indolente en niños y adolescentes, la hepatitis C puede progresar a una enfermedad hepática significativa en un porcentaje de los pacientes.

En una minoría de pacientes pediátricos con VHC se puede hallar una enfermedad grave o cirrosis lo que subraya la importancia del diagnóstico y el tratamiento tempranos para prevenir complicaciones a largo plazo. La detección universal del VHC en mujeres embarazadas es clave para identificar a los bebés expuestos a tal riesgo y vincularlos a la atención. Recientemente, los fármacos antivirales de acción directa (AAD) han demostrado ser tan seguros y eficaces en pacientes más jóvenes con VHC como en adultos, y estos fármacos ahora están aprobados para el tratamiento de pacientes pediátricos desde los 3 años. Esta revisión proporciona una visión general contemporánea de la carga de enfermedad por el VHC en los niños, con el objetivo de su diagnóstico y tratamiento curativo con los agentes antivirales de acción directa (AADs).

Puntos clave

  • En 2018, se estima que 3,26 millones de niños o adolescentes son portadores del VHC.
  • La transmisión materno-neonatal es el modo de infección más frecuente entre los pacientes pediátricos, lo que justifica la detección del VHC basada en el riesgo en mujeres embarazadas.
  • En la población de adolescentes, las infecciones por inyección de drogas van en aumento.
  • El aclaramiento espontáneo del VHC antes de la edad adulta es frecuente, pero la hepatitis C puede progresar a enfermedad hepática crónica y con complicaciones en un porcentaje de pacientes. El VHC crónico también perjudica la calidad de vida de niños y adolescentes (aspectos cognitivos y de aprendizaje).
  • El tratamiento con los AAD actuales son eficaces frente a todos los genotipos del VHC, su administración es segura, en los pacientes adolescentes y pediátricos con VHC y se asocia con tasas de curación casi completas (98-100%).

Introducción

El virus de la hepatitis C (VHC) sigue siendo una de las principales causas de enfermedad hepática crónica en el mundo. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 72 millones de personas vivían con VHC crónico en 2015, lo que representa aproximadamente el 1% de la población mundial. La prevalencia del VHC se distribuye de manera desigual en todo el mundo, con la prevalencia más alta en las regiones del Mediterráneo oriental (2,3%), Europa (1,5%) y África (1%). Dada su alta prevalencia, el VHC ha surgido como una de las principales causas de enfermedad hepática en etapa terminal, cáncer de hígado y también necesidad de trasplante de hígado. La importante carga médica asociada con el VHC motivó a la OMS a establecer una estrategia para eliminar el VHC como un problema de salud pública para 2030.

A lo largo de los años, la mayor parte de la investigación del VHC se centró en los pacientes adultos. Por el contrario, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del VHC en niños o adolescentes ha sido mucho más limitada. Teniendo en cuenta, que existen escasos datos de prevalencia del VHC en niños y adolescentes, se estima que la carga de viremia por VHC en la población infantil es menor que en los adultos. Según los datos de un metanálisis de 2016, la prevalencia del VHC en niños y adolescentes era del 0,3%-0,6% en países de ingresos altos y bajos, respectivamente, lo que representa un total estimado de 3,5 millones de infecciones pediátricas por VHC virémicas.

Dada la menor prevalencia en comparación con los adultos y que el curso de la enfermedad por VHC es principalmente benigna en niños y adolescentes, estas infecciones por el VHC en la edad infantil, se han pasado por alto durante mucho tiempo desde una perspectiva de salud pública. Más recientemente, sin embargo, en este panorama aparece una incidencia creciente de VHC como consecuencia de la epidemia de opioides entre los adolescentes y el papel cada vez mayor de los bebés como súper-propagadores de la infección. Además cada vez hay más pruebas que indican que las infecciones por el VHC adquiridas al nacer en realidad tienen un pronóstico más grave de lo que se pensaba anteriormente.

La reciente información sobre el mayor riesgo de enfermedad hepática progresiva en niños con hepatitis C adquirida neonatalmente junto con los resultados obtenidos con los tratamientos antivirales AAD, anti-VHC totalmente orales, eficaces y fáciles de administrar ha colocado recientemente la infección por el VHC en los niños, en el radar de programas de políticas públicas dirigidas a la eliminación de la hepatitis viral. En este artículo, se proporciona una descripción general actualizada sobre la carga de la enfermedad por VHC en los niños, con un enfoque particular en su tratamiento en la era de los agentes antivirales de acción directa (AADs).

Conclusiones

En 2018, se estima que 3,2 millones de niños o adolescentes son portadores del VHC en el mundo. La vía de infección más importante en esta población consiste en la transmisión perinatal de madre a hijo. A pesar del hecho de que el VHC generalmente tiene un curso que parece indolente en los adolescentes, la hepatitis C puede progresar a una enfermedad hepática significativa en un porcentaje de los pacientes. En el pasado, la terapia basada en IFN era la única opción terapéutica para niños y adolescentes con VHC, pero su toxicidad significativa y su actividad antiviral subóptima limitaban su uso en la práctica clínica. En los últimos años, los regímenes con los AAD han surgido como modalidades de tratamiento seguras, cómodas para el paciente y muy efectivas para adultos con VHC.

Más recientemente, varios estudios han establecido la eficacia y seguridad de los AAD en niños y adolescentes con VHC. Hoy en día, los pacientes con VHC, pueden recibir tratamiento a partir de los 3 años, y ser tratados con uno de los dos regímenes de AADs aprobados: SOF / VEL o GLE / PIB, aprobados frente a todos los genotipos del VHC. La disponibilidad de estas terapias altamente efectivas y seguras para el paciente probablemente aumentará el número de personas con VHC más jóvenes que serán tratados. Esto no sólo evitará las complicaciones relacionadas con la enfermedad hepática en el futuro, sino que también contribuirá al objetivo de la eliminación global de la hepatitis C para 2030.

Sin embargo, el problema es que los regímenes con los AAD no son asequibles para muchos pacientes en todo el mundo, y será necesaria una cobertura de reembolso más amplia de estos agentes para cumplir con esta tarea. Como en los adultos, otro paso crítico en este proceso será simplificar la cascada de diagnóstico y tratamiento a través de pruebas y programas de tratamiento en el lugar de atención. Programas como este aumentarán el número de pacientes diagnosticados y tratados, especialmente en poblaciones de alto riesgo. Sin embargo, en paralelo a las pruebas y al tratamiento, es preciso realizar una educación específica sobre el VHC y en particular sobre los comportamientos relacionados con su transmisión en adolescentes y mujeres en edad fértil lo cual será clave para lograr eliminar la hepatitis por VHC como problema de salud pública mundial.

*Clicando AQUÍ, podéis descargar un PDF sobre la «Eliminación de la hepatitis C en niños» con más información elaborado por la Dra. Teresa Casanovas, hepatóloga, presidenta de ASSCAT y coordinadora del Comité Científico de la ELPA (European Liver Patients’ Association).

Fuente: Liver International

Referencia: https://doi.org/10.1111/liv.14810

Artículo traducido y adaptado por ASSCAT

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