Perspectivas globales de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) y de la esteatohepatitis no alcohólica (NASH)

17/06/2020 | Artículos científicos

En las últimas 2 décadas, la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, en sus siglas en inglés) ha pasado de ser una enfermedad relativamente desconocida a la causa más común de enfermedad hepática crónica en el mundo.

De hecho, actualmente se cree que el 25% de la población mundial tiene NAFLD. La esteatohepatitis no alcohólica (NASH, en sus siglas en inglés) es el subtipo de NAFLD que puede progresar a cirrosis, carcinoma hepatocelular (HCC) y muerte. NAFLD y NASH son enfermedades que no sólo se dan en adultos, también existe una alta prevalencia de estas enfermedades en niños y adolescentes.

Debido a la estrecha asociación de NAFLD con diabetes tipo 2 (T2DM) y obesidad, los últimos modelos predicen que la prevalencia de NAFLD y NASH aumentará, causando un aumento en la carga clínica y económica y también peores resultados en la salud percibida por los pacientes. No obstante, no existe un método no invasivo preciso para detectar NASH, y el tratamiento de esta enfermedad se limita a las modificaciones del estilo de vida. Para examinar el estado de NAFLD entre las diferentes regiones y comprender la trayectoria global de esta enfermedad, un grupo internacional de expertos se reunió durante el Foro Global de la NAFLD de la Asociación Americana para el Estudio de Enfermedades del Hígado 2017. Se presenta aquí un resumen de este foro y una evaluación del estado actual de NAFLD y NASH en todo el mundo. (Hepatology 2019; 69: 2672-2682).

En las últimas 3 décadas, la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) y la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) han pasado de ser enfermedades hepáticas poco conocidas, con características histológicas similares a la enfermedad hepática alcohólica, a ser la causa más frecuente de enfermedad hepática crónica en todo el mundo. De hecho, después de su primera descripción, hubo un cierto escepticismo inicial sobre si la NASH era una enfermedad hepática real. En la década de 1990, se hizo evidente que la NASH era parte del espectro NAFLD, pero con una histopatología específica y un potencial de progresión a enfermedad grave y con complicaciones.

En la siguiente década, se hizo cada vez más claro que la NAFLD es la manifestación hepática del síndrome metabólico y es altamente prevalente en sujetos obesos y diabéticos. Además, los componentes del síndrome metabólico aumentan el riesgo de progresión a NASH. A diferencia de la NAFLD de los países occidentales, los datos de Asia indican que una proporción de pacientes con NASH, especialmente de las regiones rurales, no cumplen con los criterios de obesidad y tienen “NAFLD delgada”, o sea, aparece en individuos delgados.

En 2018, se estimaba que aproximadamente el 25% de la población mundial tenía NAFLD (Fig. 1). Varios estudios han investigado la progresión de NAFLD y sus subtipos y en la mayoría se ha concluido que la NASH es la forma progresiva de NAFLD, los datos recientes indican que un pequeño subconjunto de NAFLD sin características histológicas de NASH puede desarrollar enfermedad hepática progresiva a NASH y ya se considera una de las principales etiologías del carcinoma hepatocelular (HCC) y de las indicaciones para el trasplante de hígado (TH) en los Estados Unidos y Europa.

Fig. 1. La prevalencia global de la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD)

La progresión de NASH no parece ser lineal o simple: los pacientes parecen tener progresión y regresión espontáneas de la enfermedad hepática durante un largo período. Aunque los factores relacionados con el síndrome metabólico, especialmente la presencia de DM2, son los más importantes. Aunque no se han descrito completamente los factores independientemente asociados con la progresión de la NASH, la regresión espontánea de NASH y de la fibrosis relacionada con NASH. Sin embargo, los datos más actuales indican que existe una estrecha asociación entre la creciente prevalencia de DM2 y la NASH progresiva. De hecho, dada la creciente epidemia mundial de obesidad y de DMT2, un modelo reciente ha estimado un aumento del 178% en las muertes hepáticas relacionadas con NASH para 2030.

Además de la mortalidad y la morbilidad relacionadas con el hígado, la NAFLD y la NASH se asocian con varias manifestaciones extrahepáticas, lo que aumenta la carga de la enfermedad (Fig. 2). A medida que aumenta nuestra comprensión clínica y epidemiológica, la carga clínica de la NAFLD y la NASH con su elevada prevalencia, incidencia y progresividad debe combinarse con su enorme carga económica y sus efectos negativos en los resultados de la salud percibida por los pacientes (PRO, siglas en inglés de Patient Reported Outcome).

Fig. 2. Otras enfermedades asociadas con NAFLD: las manifestaciones extrahepáticas

Actualmente, no existen medicamentos aprobados para tratar la NASH. Como consecuencia de la falta de tratamiento y la creciente epidemia mundial de obesidad, es probable que aumente la prevalencia de NAFLD, creando una grave crisis de salud en las próximas décadas. Dada esta carga global, en este artículo se resumen los datos sobre NAFLD y NASH en las diferentes regiones globales.

 

Fuente: Hepatology (Vol. 69, No. 6, 2019)

Referencia: onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/hep.30251/suppinfo

Artículo traducido y adaptado por ASSCAT

17/06/2020

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