La conmemoración del Día del Donante de Órganos y Tejidos es una oportunidad para pensar en todas las personas y sus familias que se hallan en lista de espera.

Ellos y ellas, además de afrontar el diagnóstico de gravedad de su enfermedad del hígado y de saber que se han agotado otras opciones terapéuticas, han de vivir en la incertidumbre de cuando llegará un órgano para ellos y si llegará a tiempo.

La información a la ciudadanía sobre los resultados de los trasplantes es esencial y el Día del Donante de Órganos y Tejidos es un día especial para hacerlo. La donación abre una nueva realidad al posible receptor y a su familia.

La experiencia de las personas que ya han sido trasplantadas y lo que nos dicen es muy importante. La realidad es que después de superar la intervención del trasplante, se ha de pasar una etapa de adaptación a la nueva situación, han de recibir tratamiento para evitar el rechazo y otros cuidados para mantener su salud, como son posibles cambios en su dieta y estilo de vida, la persona se va recuperando y va teniendo más energía.

Después del trasplante hepático la vida se ve diferente. El trasplante permitirá tener al paciente una mejor supervivencia, con calidad de vida, con mejoría a nivel emocional, mental, familiar y físico. El trasplante le dará bienestar, ganas de hacer cosas y hará que sea posible seguir adelante con sus proyectos.

Desde ASSCAT, esperamos que se reactiven cuanto antes los programas de trasplante que han quedado frenados por la pandemia de la COVID-19 y deseamos una larga y feliz vida a todos los trasplantados y trasplantadas.

 

Fuente: ASSCAT