Los usuarios de drogas inyectables corren un alto riesgo de contraer Hepatitis C al compartir agujas
Los medicamentos más recientes que salvan vidas para el asesino “silencioso” de Sudáfrica aún no están disponibles en el país.
Cerca de la mitad de los usuarios de drogas inyectables encuestados en Sudáfrica viven con el virus potencialmente mortal de la hepatitis C (VHC), según un nuevo estudio. Pero un medicamento que podría curarlos, y que se usa en varios países, sigue sin estar disponible en Sudáfrica.
La organización sin fines de lucro TB/HIV Care Association dio a conocer los resultados del estudio. Es la encuesta más grande realizada hasta la fecha para determinar cuántas personas en el país portan el virus. La hepatitis C causa daño hepático y se puede transmitir sexualmente o por medio de agujas compartidas, según la organización de investigación médica de la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Los investigadores del estudio examinaron a unas 3.400 personas que se consideraban en alto riesgo de contraer el virus debido a un posible comportamiento sexual de riesgo o al compartir agujas. Los grupos de personas en los que se centraron incluyeron hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, profesionales del sexo y usuarios de drogas (principalmente aquellos que se inyectan drogas).
La investigación se llevó a cabo en Ciudad del Cabo, Johannesburgo, Pretoria, Mthatha, Pietermaritzburg, Port Elizabeth y Durban. En general, se encontró que el 13% de las personas vivía con hepatitis C y cerca de la mitad de todas estas infecciones se encontraban entre los usuarios de drogas inyectables.
Casi el 40% de los participantes del estudio también eran VIH positivos. La encuesta reveló altas tasas de coinfección por VIH y hepatitis C (29%) entre usuarios de drogas de Pretoria, que Andrew Scheibe, asesor estratégico de TB/HIV Care Association, atribuye a la cultura de consumo de drogas inyectables de la ciudad desde hace mucho tiempo.
En 2017, Tshwane se convirtió en la primera ciudad de Gauteng en ofrecer medicamentos legalmente recetados, conocidos como terapia de sustitución de opioides (OST, en sus siglas en inglés), que ayudan a las personas a reducir o dejar de consumir drogas como la heroína sin síntomas de abstinencia debilitantes. La OST ayuda a disminuir el consumo de drogas ilegales, las muertes por sobredosis y las nuevas infecciones por VIH entre las personas que consumen drogas, según un estudio de 2011 publicado en el Boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los investigadores también mostraron que el 4% de los encuestados en Sudáfrica tenían hepatitis B, un virus que, al igual que la hepatitis C, se puede transmitir a través del contacto con parejas sexuales o agujas infectadas y daña el hígado. A diferencia de la Hepatitis C, no hay cura para la Hepatitis B, pero las vacunas pueden proteger a las personas de contraerla, dice la Clínica Mayo.
El estudio recomienda expandir el acceso a la vacunación contra la Hepatitis B para grupos de alto riesgo, así como programas de intercambio de agujas y OST que pueden reducir el riesgo de infección para las personas que usan drogas.
A nivel mundial, más de 1,34 millones de personas murieron a causa de la hepatitis viral en 2015, con muertes que superaron a las causadas por el VIH, de acuerdo con el Informe Mundial de Hepatitis 2017 de la OMS.
Pero la hepatitis ha sido ignorada en gran medida en Sudáfrica, advierte Sarah Stacey, directora de enfermedades infecciosas del Hospital Académico Charlotte Maxeke. “Deberíamos estar preocupados por la hepatitis porque mata gente”.
Históricamente, el tratamiento de la Hepatitis C ha estado fuera del alcance de la mayoría, puede costar hasta 120.000 rands sudafricanos por un año. Los medicamentos más nuevos, sin embargo, podrían bajar ese precio hasta en dos tercios, según la iniciativa internacional sin fines de lucro Drugs for Neglected Diseases Initiative.
Pero los medicamentos más nuevos aún no han sido aprobados para su uso por la Autoridad Reguladora de Productos de Salud de Sudáfrica, el regulador de medicamentos del país. Una vez que se hayan registrado, estarán disponibles en ciertos sectores, pero el coste seguirá siendo una barrera importante para el acceso generalizado, advierte Schiebbe.
El estudio fue financiado por la compañía farmacéutica Bristol-Myers Squibb, que fabrica el medicamento Hepatitis C, daclatasvir.
El Consejo Nacional de Salud aún no ha aprobado las directrices preliminares sobre tratamiento y prevención de la hepatitis en Sudáfrica, según afirma el asesor médico del Departamento Nacional de Salud, Kgomotso Vilakazi-Nhlapo. Ella estima que se necesitarán 4.000 mil millones de rands sudafricanos extra en los próximos cinco años para disminuir las infecciones de hepatitis.
La vacunación de las personas en riesgo de contraer la Hepatitis B y la ampliación de los servicios de salud, como el tratamiento con OST y Hepatitis C, cuando esté disponible, forman parte del plan nacional de VIH del país.
Pero la implementación de la estrategia sigue siendo responsabilidad de las provincias, explica Nevilene Slingers, del Consejo Nacional de Sida de Sudáfrica. “Las provincias necesitan asegurarse de que las drogas y el dinero para comprar los medicamentos estén disponibles”, añade.
Fuente: bhekisisa.org
Noticia traducida por ASSCAT