La fibrosis hepática previa a la cirrosis y el cáncer de hígado puede ser regresiva
La revista Hepatology explica por primera vez la forma en la que los cambios químicos de las proteínas del hígado dan lugar a fenómenos como la progresión o la regresión de la fibrosis en este órgano.
Actualmente, investigadores del CIC BioGune y el CIBEREHD ensayan inhibidores específicos con posible uso terapéutico frente a la fibrosis hepática, tras haber descrito el mecanismo de progresión de la misma. Sus hallazgos han tenido muy buena acogida en la comunidad de científicos dedicados al estudio del hígado, mérito que le permitirá ser portada de la revista Hepatology en su número de febrero.
Los investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas, y el Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias, han descubierto determinados cambios en la química de las proteínas hepáticas. Estas biomoléculas desempeñan un papel fundamental en el organismo en la progresión y regresión de la fibrosis hepática, como antesala de la cirrosis y al cáncer de hígado. En la portada de Hepatology se recogen dos imágenes. La primera de ellas es la microfotografía de una biopsia hepática de un paciente con fibrosis.
Los estudios preclínicos recogidos en la investigación están permitiendo identificar inhibidores farmacológicos específicos de este nuevo mecanismo como armas potenciales para el tratamiento de dicha enfermedad. Ese mecanismo de regresión de la fibrosis, constituye la segunda imagen de la portada la revista científica citada.
El estudio, cuyo primer autor fue el estudiante de doctorado Imanol Zubiete-Franco, fue liderado por las doctoras Teresa Cardoso Delgado y María-Luz Martínez-Chantar, del laboratorio Liver Disease de CIC BioGune y del CIBEREHD. Según esta última, el trabajo fue el resultado de 4 años de investigación durante los que se llevaron a cabo diversas colaboraciones nacionales e internacionales, permitiendo la formación de investigadores jóvenes con gran potencial. Además, la investigación fue posible gracias a la participación de muchos donantes anónimos, comprometidos en la lucha contra una enfermedad con tan graves consecuencias.
A ello añadió Martínez-Chantar que los enfoques terapéuticos alternativos con posibilidad de revertir la fibrosis, o que logren detener la progresión de la fibrosis hacia la cirrosis son escasos, a pesar de las grandes inversiones que se están realizando mundialmente en el área de Hepatología. Por ello, insistió la hepatóloga, en la necesidad de mejorar el conocimiento de los mecanismos subyacentes de la fibrosis hepática puede aportar nuevas estrategias para el desarrollo de nuevos tratamientos y fármacos.
Este conocimiento incremental ha descubierto hasta la fecha que cuando los hepatocitos, principal tipo de células hepáticas, sufren algún tipo de daño, el sistema inmunológico se pone inmediatamente en marcha. En ese momento, las células estrelladas del hígado se activan y fabrican sustancias que se liberan en el hígado. Estas sustancias provocan la acumulación del tejido cicatricial, causando la fibrosis hepática.
El hecho que la fibrosis hepática afecte a muchos tipos de células presentes en el hígado aumenta la complejidad de la enfermedad e inevitablemente, su posible resolución. De ahí que la tesis de los investigadores sea que la capacidad de modelar los diferentes tipos de células que desarrollan un papel relevante en la fibrosis hepática, también son fundamentales a la hora de buscar nuevas terapias para esta enfermedad. De entre ellas ya hay fármacos situados en ensayos clínicos en fase II para el tratamiento del cáncer.
Tal y como detalló la investigadora principal, el estudio describe ciertos cambios químicos de las proteínas hepáticas presentes en los diferentes tipos de células del hígado durante la progresión de la fibrosis. Para frenar ese proceso, el uso de inhibidores químicos que prevengan estos cambios en las proteínas se traduce en una mejoría generalizada de los hepatocitos, paralelamente a un descenso en la producción de las sustancias nocivas por parte de las células estrelladas del hígado
Como recordó el trío investigador este miércoles, 25 de enero, las enfermedades hepáticas crónicas son una causa importante de morbilidad y mortalidad con una elevada carga social, clínica y económica. La fibrosis hepática está asociada a la progresión de la enfermedad hepática crónica que, en última instancia, conduce a cirrosis y cáncer de hígado. El cáncer de hígado es una causa trascendental de muerte por cáncer a escala mundial, representando más de 600.000 fallecimientos cada año. Aunque históricamente la hepatitis viral había sido el principal factor de riesgo para la fibrosis hepática, la combinación de diabetes tipo 2 y de obesidad, la “diabesidad”, está emergiendo como la causa más común de la fibrosis hepática y convirtiéndose en una epidemia del siglo XXI, derivada de los malos hábitos de vida de muchos ciudadanos. De hecho, en los últimos años se ha producido un aumento del cáncer de hígado en los países desarrollados, como resultado de la creciente prevalencia de esta “diabesidad”, en vez de haberse dado una disminución de su incidencia como resultado del éxito de los nuevos tratamientos farmacológicos contra la hepatitis viral.
Las investigaciones están siendo patrocinadas por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Junta de Vizcaya de la AECC y de la iniciativa EiTB Maratoia (Euskal Irrati Telebista), financiadas todas ellas por aportaciones económicas de particulares.
El Centro de Investigación BioGune, con sede en el Parque Científico Tecnológico de Vizcaya, es una organización de investigación biomédica que desarrolla investigación de vanguardia en la interfaz entre la biología estructural, molecular y celular, con especial atención en el estudio de las bases moleculares de la enfermedad, para ser utilizada en el desarrollo de nuevos métodos de diagnóstico y terapias avanzadas. Por su parte, CIBEREHD es el centro de Investigación Biomédica en Red en su área temática de Enfermedades Hepáticas y Digestivas, un órgano que depende del Instituto de Salud Carlos III, a su vez adscrito al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y cofinanciado con fondos FEDER.