Analizar el presente y futuro de las hepatitis B y D, además de discutir sobre los pasos necesarios a dar para obtener un mayor el conocimiento sobre el NASH, han sido otros de los temas tratados por los sanitarios.

‘Hepatitis C, ¿qué queda por hacer?’ ha sido la sesión que ha marcado el pistoletazo de salida de la decimotercera edición de la reunión ‘Aula Abierta Multidisciplinar en Hepatología’, en la que más de una decena de expertos han puesto sobre la mesa, entre otros temas, la importancia de continuar fomentando el compromiso con la innovación para seguir impulsando las estrategias de eliminación de las enfermedades hepáticas en España.

Organizada por Gilead los días 15 y 16 de octubre en Santander, la sesión sirvió como un punto de encuentro para, además de analizar las estrategias actuales, definir los retos de futuro para su correcto abordaje. Tal y como ha manifestado el doctor Javier Crespo, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander“hemos abordado temas tan importantes de la mano de ponentes de prestigio como es la necesidad de eliminación del virus de la hepatitis C, la curación funcional del virus de la hepatitis B y otra hepatitis cuya gravedad está incrementando progresivamente, y todavía es una desconocida, como es el MAFLD o, en castellano, enfermedad hepática metabólica”.

Durante la reunión, inaugurada por el consejero de Sanidad de Cantabria, Miguel Javier Rodríguez Gómez, y Tomás Cobo, presidente de la OMC (Organización Médica Colegial), los expertos coincidieron en señalar que el tratamiento precoz de la hepatitis C es prioritario para conseguir eliminar esta enfermedad en nuestro país en los próximos años, para lo que es necesario la búsqueda activa de pacientes que aún queda por diagnosticar y tratar. En este sentido, José Luis Calleja, del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid, ha apuntado que “es necesario retomar todos los esfuerzos en los planes de eliminación que se han visto afectados por la pandemia”.

Los sanitarios instan a aumentar las tasas de cribado para diagnosticar a estas personas y que puedan iniciar el tratamiento adecuado lo antes posible. Para ello, hay que fomentar los proyectos de prevención y microeliminación dirigidos a las poblaciones donde existe una alta prevalencia de hepatitis C, como son los usuarios de droga por vía parenteral, presos o migrantes, así como los pacientes psiquiátricos infectados por este virus. En líneas generales, se trata de personas que se encuentran en situaciones de riesgo y que, en muchos casos, mantienen un escaso vínculo con el sistema de sanitario, lo que provoca que tengan un manejo difícil. Por ello, los expertos han señalado que la estrategia a seguir en estos casos requiere de un enfoque multidisciplinar adaptado a las características de esta población.

España es hoy un país referente en el tratamiento de la hepatitis C y las enfermedades hepáticas; de hecho, desde la implementación del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C, se ha conseguido tratar a más de 150.000 pacientes, y se estima que 76.000 con la infección por el virus activa continúan aún sin tratamiento. La OMS tiene como objetivo lograr la eliminación de este virus para el año 2030 y España estaría a la cabeza entre los países que podrían lograr ese objetivo antes de esa fechaprevisiblemente para 2024, siempre y cuando se recuperen las tasas de detección y terapia de los últimos años, sobre todo en las poblaciones con mayor prevalencia de la infección.

Presente y futuro de las hepatitis B y D

Las hepatitis B y D también han sido punto de debate en la reunión de este año, ya que se ha analizado el presente y futuro de ambas enfermedades virales, con el horizonte puesto en 2030 y en el camino que aún queda por recorrer para conseguir su eliminación, como parte del objetivo marcado por la OMS. Por un lado, se han tratado los retos actuales para el manejo de la hepatitis B, ya que la supervivencia de pacientes con esta enfermedad hepática en tratamiento a largo plazo es similar a la de la población general, para lo que es importante incrementar el diagnóstico. Hoy en día, se trata de una infección que representa la mayoría de las muertes por cáncer de hígado en todo el mundo, con más de 555.000 fallecidos al año.

Por ello, los participantes han señalado que es necesario poner el foco también en la hepatitis B, ya que es un problema para la sociedad actual al igual que la hepatitis C, por lo que instan a incrementar el cribado de esta enfermedad y, en aquellas personas positivas, determinar la posibilidad de una infección por virus de la hepatitis D.

De hecho, esta última también ha sido tema de conversación, ya que es necesario impulsar su conocimiento al tratarse de la más grave de las hepatitis virales. Se estima que en el mundo hay unos 257 millones de personas infectadas por el virus de la hepatitis B (VHB) y, entre 12 y 70 millones de personas estarían coinfectadas con el virus de la hepatitis Delta (VHD), un virus que solo infecta a las personas con VHB, pudiendo ocurrir de forma simultánea con el VHB o en un paciente que ya era portador crónico del VHB.

NASH (enfermedad del hígado graso no alcohólico) / MAFLD (enfermedad hepática metabólica) también ha contado con su propia mesa redonda, en la que se ha abordado la necesidad de dar un paso más para ahondar en su conocimiento y situación en nuestro país.

Aula abierta multidisciplinar en hepatología

Esta reunión nace como un foro abierto al diálogo y a la participación entre los ponentes y los asistentes. Una muestra más del compromiso de Gilead con los profesionales sanitarios implicados en el abordaje de las enfermedades hepáticas y, en particular, las poblaciones con alta prevalencia de la hepatitis C, así como su apuesta por la formación continuada, la investigación e innovación en el abordaje de estas infecciones virales en nuestro país.

La 13ª edición de ‘Aula Abierta Multidisciplinar en Hepatología’, que este año se ha celebrado de forma presencial, ha contado con la participación de José Luis Calleja (Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid), Javier Crespo (Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander), Rafael Esteban (Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona), Juan Turnes (del Hospital Montecelo de Pontevedra), Federico García (Hospital Universitario Clínico San Cecilio de  Granada), Joan Carles Quer (Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona), Montserrat García Retortillo (Hospital del Mar de Barcelona), Juan Manuel Pericas (Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona), Manuel Romero (Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla), Paula Iruzubieta (Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander), María Buti (Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona), Manuel Rodríguez (Hospital Universitario Central de Asturias de Oviedo) y Javier García-Samaniego (Hospital Universitario La Paz de Madrid).

 

Fuente: consalud.es

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