Impacto del tratamiento de las hepatitis víricas en las cárceles de Cataluña

Estratégicamente, para eliminar la hepatitis C es básico identificar los casos infectados, pero también es necesario implementar otras medidas.

Marco, A & Guerrero, RA & Turu, E

Programa de Salud Penitenciaria. Institut Català de la Salut

La prevalencia de infección por el virus de la hepatitis C, aun habiendo disminuido mucho en los últimos años, es todavía muy alta en la población reclusa. En Cataluña, a 31 de marzo de 2019, el 2,7% de los presos presentaban infección activa (RNA-VHC+); es decir, una prevalencia que se estima 16 veces mayor que en la población no encarcelada, en donde se calcula que la prevalencia actual es del 0,17%.

Los datos de infección en los presos son además muy fiables, ya que en las prisiones, excepto en situaciones puntuales en que el interno muestra su rechazo al estudio o cuando hay estancias ultracortas, se efectúa un cribado de la infección a todos los ingresados en la cárcel y el diagnóstico se efectúa “en un único paso” (estudio inmediato de RNA en los casos con Elisa positivo para la determinación de anticuerpos). La cobertura del cribado es alta: en torno al 86%. Por consiguiente, aunque no puede asegurarse que no haya “infección oculta” en la población reclusa, de existir, es probablemente muy baja.

Estratégicamente, para eliminar la hepatitis C es básico identificar los casos infectados, pero también es necesario implementar otras medidas:

1. Aplicar estrategias y programas tendentes a prevenir conductas de riesgo para evitar la difusión de la infección.
2. Extender el tratamiento a todos los infectados y reinfectados (“acceso universal”).
3. Vigilar tanto la aparición de nuevos casos de infección como de casos de reinfección postratamiento en poblaciones “vulnerables” (grupos con conductas de alto riesgo de infectarse y de extender la epidemia).

Finalmente, hay un último elemento que es clave: comprometer a la Comunidad, a las Sociedades Científicas, y a la Administración Pública, Sanitaria y Penitenciaria en la consecución de este objetivo.

La aparición y el uso de los antivirales de acción directa (AADs) ha revolucionado el tratamiento de la hepatitis C. La eficacia del tratamiento con AADs es muy alta: 90-100% en la mayoría de escenarios. En España, hasta el 30 de septiembre de 2018 se habían tratado a 117.452 pacientes¹ y probablemente sean aproximadamente 130.000 a finales de junio de 2019. Desde el inicio del tratamiento con AADs, los reclusos han sido tratados en Cataluña sin ningún tipo de discriminación; es decir, en similares condiciones que las personas no privadas de libertad y con iguales resultados de eficacia². Ofrecer tratamiento a esta población es clave para conseguir la eliminación de la hepatitis C³.

En nuestra experiencia, la tasa de discontinuación del tratamiento en los presos, ya sea por abandono voluntario o por la aparición de efectos adversos, es muy baja, aunque hay una mayor tasa de discontinuación debido a la excarcelación. Para minimizarlo, desde finales de 2017, el Programa de Salud Penitenciaria del Instituto Catalán de la Salud ha creado la figura de la “enfermera de enlace”, que cuenta, entre otras funciones, con la de mejorar la coordinación con los dispositivos extrapenitenciarios e intentar asegurar el estudio y seguimiento de los infectados y el cumplimiento del tratamiento antihepatitis C en los pacientes excarcelados que estaban en tratamiento. Los resultados preliminares de esta figura, recientemente presentados⁴, son muy positivos, previsiblemente mejorarán todavía más en el futuro y permitirán optimizar la coordinación intra-extrapenitenciaria en materia de salud.

En 2018, en Cataluña fueron tratados con AADs 331 internos, lo que está dando lugar a una reducción progresiva y constante de la viremia por VHC en esta población (figura 1). De hecho, a 31 de marzo de 2019, más del 80% de los internos con anticuerpos frente al VHC no presentaban viremia (RNA-VHC negativo) o estaban en tratamiento con AADs. Sólo 196 pacientes estaban pendientes de la indicación de tratamiento (figura 2), aunque ciertamente esta cifra fluctúa, ya que se continúan detectando casos de infección activa en los nuevos internos que ingresan en prisión.

Un estudio, que ha efectuado una predicción mediante alisado exponencial lineal, basado en el análisis de series temporales diagnósticas y terapéuticas de 15 años de antigüedad en presos de Cataluña, calculaba que eliminar la hepatitis por VHC desde el punto de vista de la salud pública se podría alcanzar en las prisiones catalanas a finales de 2021⁵. Los datos utilizados para realizar esa predicción no sólo se han conseguido, sino que incluso han mejorado en los últimos meses. La fecha calculada, por consiguiente, no solamente se mantiene, sino que incluso podría adelantarse. Depende posiblemente de que no bajemos la guardia. En eso estamos y ese es nuestro compromiso.

Referencias:

1.- Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud (PEAHC). Informe de Octubre 2018. Disponible en: https://www.mscbs.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/hepatitisC/PlanEstrategicoHEPATITISC/docs/Plan_Estrategico_Abordaje_Hepatitis_C_(PEAHC).pdf. Acceso: 27 de mayo de 2019.

2.- Marco A, Roget M, Cervantes M, Forné M, Planella R, Miquel M, et al. Comparison of effectiveness and discontinuation of interferon-free therapy for hepatitis C in prison inmates and noninmates. J Viral Hepat 2018; 25: 1280-6.

3.- Alianza para la eliminación de las hepatitis víricas en España. Disponible en: http://aehve.org/. Último acceso: marzo 2019.

4.- Turu E, Barnés I, Marco A. Continuidad asistencial y terapéutica tras la excarcelación: un problema urgente que precisa soluciones. El modelo aplicado en las prisiones de Cataluña. Rev Esp Sanid Penit 2019 (en prensa).

5.- Marco A, Guerrero RA, Turu E, Gallego C, Teixidó N, Sastre A, et al. ¿Es posible eliminar la hepatitis C en las prisiones de Cataluña en el 2021? Rev Esp Sanid Penit 2019; 21: 41-45.

Fuente: asscatinform@ nº22