Hepatitis C
Parámetros relevantes en la analítica de una persona con Hepatitis C
Enzimas
Dos enzimas importantes son la ALT (alanina aminotransferasa) y la AST (aspartato aminotransferasa) que normalmente aparecen elevadas en una analítica de un paciente infectado por el virus de la Hepatitis C. Indican que el hígado está inflamado pero no se relacionan con la funcionalidad hepática.
ALT ((alanina aminotransferasa): la produce el hígado y su elevación indica inflamación hepática.Los niveles de ALT no son un buen marcador de daño hepático ni de cambios en la salud del hígado, dado que el propio VHC provoca oscilaciones de elevación y disminución de los niveles de esta enzima.Hasta un tercio de las personas con HCC tienen siempre niveles normales de ALT, incluso cuando ya presentan un daño hepático grave.Si los niveles de ALT son elevados y en cada analítica van aumentando podría significar que existe una inflamación constante debida al VHC.
AST (aspartato aminotransferasa): es producida por el corazón, los intestinos y los músculos.Los niveles de AST solo se utilizan para monitorizar la inflamación y daño del hígado en combinación con otras pruebas.
ALP (fosfatasa alcalina): es una enzima que está presente en todo el cuerpo, incluyendo el hígado. Si sus niveles aumentan, puede ser un signo de una enfermedad o daño en los tejidos. Tu médico especialista también puede realizar pruebas específicas de los niveles de ALP en el hígado. Un nivel elevado de ALP en el hígado constituye un signo de que los conductos biliares están bloqueados debido a la hepatopatía.
GGT (gamma glutamil transferasa): es una enzima implicada en el metabolismo que se genera en los conductos biliares. Cualquier enfermedad del hígado, el consumo elevado de alcohol y algunos medicamentos pueden aumentar los niveles de esta enzima.
Mostrar unos niveles elevados de enzimas no siempre significa que existe daño hepático, pero si se mantienen altos de forma continua sí que podrían ser un signo de que se está produciendo daño en el hígado, es decir está aumentando el estadío de fibrosis hepática.
BILIRRUBINA: es un producto de desecho procedente de la degradación de los glóbulos rojos. Antes de que pase a través del hígado, donde se mezcla con azúcares para convertirse en un producto soluble en agua, se le conoce como bilirrubina indirecta o no conjugada.
Una vez procesada en el hígado, se denomina bilirrubina directa o conjugada.Un hígado dañado puede ser incapaz de procesar la bilirrubina, lo que provoca un aumento de los niveles totales de bilirrubina. Por lo general, en el análisis del laboratorio se determina la cantidad de bilirrubina directa a partir de la cantidad total de bilirrubina en el flujo sanguíneo.El resto es la bilirrubina indirecta. Un aumento de los niveles de bilirrubina provoca ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos,orina de color oscuro o heces pálidas).
ALBÚMINA: es una proteína que se produce en el hígado. Transporta fármacos, hormonas y productos de desecho a través de la sangre y mantiene los niveles de líquido en el organismo. Un nivel anormalmente bajo de albúmina es un signo de un daño hepático grave. Si no hay suficiente albúmina, se puede acumular líquido en el abdomen (ascitis).
TIEMPO DE PROTROMBINA (TP): prueba de laboratorio que mide la cantidad de tiempo que tarda la sangre en coagular. Es prolongado cuando las concentraciones de sangre de algunos de los factores de coagulación producidos por el hígado son bajas, indicando una posible insuficiencia hepática.
PLAQUETAS: el recuento de plaquetas ofrece información sobre la capacidad de coagulación de la sangre. La escasez de plaquetas se conoce como trombocitopenia, y puede ser peligrosa porque aumenta el riesgo de sufrir hemorragias internas y externas. La enfermedad hepática avanzada puede ocasionar trombocitopenia.
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