Expertos internacionales piden coordinar y sumar esfuerzos frente a la COVID-19 y la hepatitis C

25/05/2021 | Noticias de prensa

Expertos internacionales, reunidos en la jornada telemática promovida por la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España, AEHVE, con motivo de la European Testing Week, han pedido coordinar y sumar esfuerzos frente a la COVID-19 y la hepatitis C.

Entre sus motivos han recordado que la crisis sanitaria causada por la COVID-19 ha impactado de forma severa en las estrategias de macro y microeliminación de la hepatitis C en España en particular y en Europa en general, donde las pruebas de diagnóstico se redujeron más de un 60% de marzo-mayo de 2019 a marzo-mayo de 2020, suavizándose la caída a cerca del 20% entre junio-agosto de 2019 y junio-agosto de 2020.

A nivel mundial, han señalado, se estima que el impacto de la pandemia sobre el tratamiento de las hepatitis víricas podría traducirse en un exceso de mortalidad de más de 70.000 personas de aquí a 2030 y más de 49.300 hepatocarcinomas que habrían podido evitarse.

En la jornada, que ha contado con la colaboración de los laboratorios Abbvie y Gilead, han participado expertos internacionales del Centro Europeo para el Control de las Enfermedades Infecciosas (ECDC) y de la OMS, que han abogado por coordinar y sumar esfuerzos frente a la COVID-19 y la hepatitis C.

Así, en la primera mesa redonda de esta jornada, moderada por el Dr. Xavier Forns, jefe de la Unidad de Hepatitis del Hospital Clínic de Barcelona, en la que se ha analizado el impacto de la COVID-19 en la estrategia de diagnóstico y eliminación del VHC en Europa, el director del Grupo de Investigación en Sistemas de Salud de ISGlobal Barcelona, Jeffrey Lazarus, ha advertido que la pandemia ha perjudicado severamente a los esfuerzos de eliminación de la hepatitis C y podría derivar en un incremento preocupante de la mortalidad y los casos de cáncer de hígado.

Asimismo, ha abogado por unir los enfoques y estrategias de lucha contra la COVID-19 y las hepatitis víricas. “Al realizar la prueba de COVID-19, debe proporcionarse información sobre otras enfermedades infecciosas comunes, incluidas las hepatitis virales y realizar los tests cuando resulten oportunos, de acuerdo con las recomendaciones de la AEHVE”, ha sugerido Lazarus, que recomienda aprovechar el periodo de espera después de la vacunación para alcanzar a los colectivos más vulnerables y por incorporar el enfoque de microeliminación del VHC a las estrategias COVID-19. “Nadie debe quedarse atrás”.

Por su parte, la doctora Lina Nerlander, experta en hepatitis víricas del Centro Europeo para el Control de las Enfermedades Infecciosas, ha evaluado el impacto de la COVID-19 sobre los programas para combatir las hepatitis víricas, subrayando que han perjudicado la prevención (con servicios y centros afectados), el cribado (con una disminución significativa de las pruebas de detección), el tratamiento (con un aplazamiento de las visitas) y la recopilación y valoración de datos (con una reasignación del personal a otras funciones).

Todo ello relacionado con los miedos de los pacientes, las restricciones a la movilidad, la redistribución de servicios, el cierre de las instalaciones y la mayor vulnerabilidad de los colectivos más frágiles. Sin embargo, en una lectura positiva de la pandemia, Nerlander ha señalado que durante esta crisis sanitaria se han producido avances y aprendizajes que pueden volcarse en la lucha para la eliminación de las hepatitis víricas, y que se relacionan con las mayores capacidades de laboratorio y análisis, la mejora y experiencia adquirida en sistemas de cribado, las pruebas serológicas o la descentralización de los servicios, entre otros.

Por otra parte, el doctor Anton Mozalevkis, responsable del programa de hepatitis C de la OMS, ha incidido en la posibilidad de hacer de la crisis una oportunidad y ha señalado la posición de liderazgo de España en los objetivos de eliminación de la hepatitis C. “España está en condiciones de hacer historia y convertirse en el primer gran país en lograr el objetivo marcado por la OMS”, ha explicado.

Para ello, ha insistido el coordinador de la AEHVE y jefe de Sección de Hepatología del H.U. La Paz, Javier García-Samaniego, que ha participado en la inauguración de la jornada, “resulta fundamental aprovechar las estrategias de cribado e inmunización de la COVID-19 y hacer que sumen”. El presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), Raúl Andrade, también presente en la inauguración, ha coincidido con esa opinión y ha destacado que estamos “a tiempo de recuperar el tiempo perdido en los meses más duros de pandemia”.

Sobre cómo lograrlo, se ha debatido en la segunda mesa redonda, en la que ha participado el doctor Javier Crespo, presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva, y co-autor de la guía de recomendaciones de la AEHVE para aprovechar el diagnóstico y vacunación de la COVID-19 para avanzar en el cribado del VIH y las hepatitis B y C.

“La integración de los programas de diagnóstico de la hepatitis C con la inmunización frente al SARS-CoV-2 sería de máxima rentabilidad desde el punto de vista de la salud pública”, ha explicado, antes de señalar que la estrategia para hacerlo debe ser decidida por cada comunidad autónoma.

“En función del tipo de centro sanitario y/o social donde se efectúe la vacunación y dependiendo de la realización o no de venopunción, cada comunidad autónoma y cada centro sanitario y/o social en su caso, puede optar por la metodología de cribado que mejor se adapte a su infraestructura, ya sea una determinación serológica convencional, una determinación de anticuerpos mediante pruebas rápidas en un punto de diagnóstico o, quizás la opción más eficiente en muchos casos, mediante gota de sangre seca”, ha afirmado.

En esta mesa redonda, moderada por el doctor Agustín Albillos, del H.U. Ramón y Cajal, también ha intervenido el doctor José María Molero, del grupo de trabajo de Enfermedades Infecciosas de la SEMFyC, que se ha referido a que el escenario actual, con menor circulación del SARS-CoV-2 y con tasas de cobertura vacunal cada vez más elevadas, especialmente en la población de mayor riesgo, permite retomar el seguimiento de los pacientes con comorbilidades y representa una oportunidad para el cribado del VHC.

“Parte de la población asignada a los cupos de los médicos de familia que habitualmente no acuden a las consultas y tienen poco contacto con el sistema sanitario, lo están haciendo ahora, con motivo de la pandemia, bien por la infección o por la relación con un contacto estrecho o por consultas relacionadas con la vacunación, y esto es una gran oportunidad para captar a estas personas, especialmente si presentan condiciones de riesgo, programar la analítica cuando finalice el período de aislamiento o cuarentena”, ha expuesto.

Además, a su juicio, la pandemia “ha generado diferentes situaciones de estrés psicofísico que está motivando consultas de parte de la población por síntomas inespecíficos o de la esfera de la salud mental, lo que representa una oportunidad para el cribado de VHC, pues en muchas ocasiones se va a realizar analítica para descargar otro tipo de patología”.

El doctor Federico García, jefe del Servicio de Microbiología de la H.U. Clínico de Granada y el doctor Ignacio Aguilar, del grupo de trabajo de Aparato Digestivo de SEMERGEN, también han participado en esta mesa redonda. Este último ha insistido en la “posición privilegiada” de la Atención Primaria para contribuir a la eliminación de las hepatitis víricas, debido a su intervención en todas las actividades relacionadas con la COVID-19. “En cualquiera de estas actividades se puede ofrecer el cribado”, ha señalado, antes de concluir que “estamos una situación óptima para ensayar un cribado universal” y que mientras tanto es fundamental realizar micro-cribados en población de riesgo.

 

Fuente: infosalus.com

25/05/2021

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