A pesar de que se reconoce como un importante problema de salud pública, los trastornos por consumo de excesivo de alcohol en su mayoría están infradiagnosticados y tratados.

El infratratamiento y el infradiagnóstico de los trastornos por consumo excesivo de alcohol es problemático en el manejo de los pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol, que es una de las principales consecuencias médicas del consumo crónico y excesivo de alcohol. La patología dual (trastorno por consumo de alcohol y enfermedad hepática asociada al alcohol) requiere de una atención multidisciplinar entre hepatólogos y especialistas en adicciones. Dichos modelos de atención integrada son ampliamente aceptados, como la atención óptima para el tratamiento de condiciones médicas y de salud mental asociadas.

Sin embargo, en el manejo de los pacientes con trastorno por consumo de alcohol y enfermedad hepática asociada con el alcohol la implantación de tales modelos integrados en la práctica clínica es un reto que a menudo, es más la excepción que la regla. Se reconocen barreras a nivel del paciente, del médico y del sistema en el tratamiento de pacientes con trastorno por consumo de alcohol y enfermedad hepática asociada con el alcohol. En este artículo se sintetiza la información publicada sobre las posibles barreras encontradas en el cuidado de pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol y trastorno por consumo de alcohol y enfocando cómo los modelos integrados de atención permitirán superar estas barreras. Se exponen algunas perspectivas sobre las causas de estas barreras y se proponen estrategias para superarlas.

Introducción

La enfermedad hepática asociada al alcohol contribuye a casi el 30% de los 1,32 millones de muertes por cirrosis en todo el mundo y el 25% de las muertes relacionadas con la cirrosis en los EEUU. Los costes directos de la atención de pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol que ingresan en hospitales en los EEUU son más elevados que en el caso de otras enfermedades hepáticas y entre 2012 y 2016 se destinaron 22.700 millones de dólares.

Además de los costes directos, el consumo excesivo de alcohol se asocia a problemas sociales, psicológicos y complicaciones médicas. Actualmente, el consumo dañino de alcohol está presente en la mayoría de los pacientes con enfermedad hepática. Además, en comparación con pacientes con otras enfermedades hepáticas, los pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol a menudo se diagnostican en una etapa avanzada con cirrosis y con complicaciones.

Es preciso informar a los pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol de que es precisa una abstinencia completa pero en ocasiones no es suficiente para mejorar su enfermedad hepática. Los pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol requieren un modelo integral de atención multidisciplinar en el que sean tratados y controlados conjuntamente por un equipo multidisciplinar que incluya hepatólogos para tratar la enfermedad hepática y un equipo de especialistas en adicciones para tratar el trastorno por consumo de alcohol.

Se ha demostrado que este modelo de atención reduce las recaídas en la ingesta de alcohol dentro y fuera de los entornos de trasplante hepático. Sin embargo, la implantación de tales modelos en la práctica clínica es un reto. Aunque las organizaciones tanto estadounidenses como europeas han propuesto modelos de atención integrados para abordar las necesidades de tratamiento coordinado de los pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol y trastorno por consumo de alcohol, estas recomendaciones no han sido ampliamente adoptadas.

Conclusión

La enfermedad hepática asociada con el alcohol es la enfermedad hepática más común en todo el mundo y contribuye a la mortalidad relacionada con la cirrosis y a una carga económica muy elevada. El cese del consumo de alcohol es el factor más importante para mejorar los resultados a largo plazo en los pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol. Dado que los pacientes con enfermedad hepática asociada con el alcohol tienen otras patologías asociadas a la enfermedad hepática y al trastorno por consumo de alcohol, el tratamiento eficaz de estos pacientes debe abordar todos los aspectos. Aunque existen algunos tratamientos psicosociales, conductuales y farmacológicos efectivos para las personas con trastorno por consumo de alcohol, estas intervenciones no se ponen en práctica habitualmente.

Como se ha comentado, se han reconocido barreras a nivel del paciente, del médico y también del sistema que limitan el manejo integrado de las patologías asociadas al consumo excesivo de alcohol. Aunque las estrategias descritas en este artículo permitirían mejorar la asistencia y superar las barreras clínicas a nivel individual, el modelo de atención integrado que utiliza un enfoque multidisciplinario es ideal y superaría todas las barreras, con lo que se obtendría una atención óptima de los pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol.

Este enfoque integrado es, lamentablemente, una excepción y no una regla. Los esfuerzos en pacientes con cirrosis avanzada que requieren un trasplante hepático han demostrado que un enfoque integrado y multidisciplinario que supere las barreras a nivel del médico, del sistema y de la administración (y también el estigma y la necesidad de seis meses de abstinencia antes del trasplante hepático) es eficaz en la mejora de la atención.

Este enfoque, iniciado por un estudio seminal francés y belga y ahora ampliado a otros países, representa una evolución sustancial en el algoritmo para el tratamiento de pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol que tienen enfermedad avanzada, como cirrosis descompensada o hepatitis alcohólica grave, y cuya enfermedad no responde al tratamiento médico optimizado. Tales ejemplos muestran que los enfoques integrados multidisciplinarios son posibles y deben ampliarse en la prevención de enfermedades y la detección, el diagnóstico y el tratamiento de todos los pacientes con enfermedad hepática asociada al alcohol y con trastorno por consumo de alcohol para que la progresión a formas más avanzadas de enfermedad hepática pueda ser controlada y prevenida.

 

Fuente: thelancet.com

Referencia: https://doi.org/10.1016/S2468-1253(21)00191-6. Lancet Gastroenterol Hepatol . 2022 Feb;7(2):186-195.

Artículo traducido y adaptado por ASSCAT

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