Entrevista a la Profesora María Buti, hepatóloga en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona

06/08/2019 | Artículos, Artículos científicos

La Profesora María Buti es Catedrática de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, Jefe Clínico de la Unidad de Hepatología del Hospital Universitari Vall d’Hebron y miembro del CIBERehd del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

Asimismo, es una de las científicas españolas más citadas mundialmente, según la lista anual de Clarivate Analytics.

María Buti es investigadora principal del grupo de Enfermedades Hepáticas del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) y ha sido presidenta de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) durante los últimos dos años (2017-2019). Actualmente es Policy Councillor-elected de la EASL (líder del Comité de Salud Pública y Relaciones Políticas de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado).

Ha publicado numerosos artículos científicos en revistas de primer nivel, como New England Journal of Medicine, The Lancet, Hepatology, Gastroenterology y Journal of Hepatology.

Es una hepatóloga con una gran actividad docente, asistencial e investigadora. Ha liderado los estudios sobre nuevos medicamentos y ensayos clínicos más importantes de las hepatitis B y D nacionales e internacionales en los últimos años.

Ha colaborado como experta en el Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud (2015).

Como presidenta de la AEEH (2017-2019) nos gustaría destacar en este artículo algunas frases de su discurso de despedida “Los tres aspectos que han sido relevantes durante estos años”:

  • La eliminación de la hepatitis C: “Nuestro país va por buen camino pero se necesitan más esfuerzos para detectar a todos los individuos infectados, punto clave para la eliminación”.
  • Papel del hepatólogo en el diagnóstico y tratamiento del cáncer hepático: “La Conferencia monotemática del año 2018 estuvo dedicada al cáncer hepático y en ella participaron oncólogos, radiólogos y médicos intervencionistas, además de hepatólogos. Ésta es una enfermedad cuya frecuencia va en aumento, con desarrollo de nuevos fármacos que incrementan la esperanza de vida y en la que debemos estar en primera línea”.
  • Promover la salud hepática: “Lanzamos un proyecto de concienciación sobre el diagnóstico precoz y la importancia de la dieta sana y el ejercicio”.

La Profesora María Buti nos recibe en su despacho del hospital para poder hablar de lo que en este momento nos preocupa en relación con las enfermedades del hígado.

En el curso de esta entrevista cabe destacar su gran precisión y claridad al explicar los conceptos, su capacidad para comunicar ideas con exactitud y sobriedad y una verdadera vocación divulgadora dirigida a los pacientes. Desde ASSCAT queremos agradecerle su predisposición a acogernos, como representantes de los pacientes hepáticos.

A continuación, podéis leer la entrevista con la Profesora María Buti:

Pregunta. ¿Qué resaltaría actualmente de las enfermedades hepáticas en nuestro entorno?

Respuesta. Actualmente las enfermedades hepáticas son una causa muy importante de mortalidad en Europa sobre todo las producidas por el consumo de alcohol, hepatitis virales y en relación al depósito de grasa en el hígado. En muchos casos estas enfermedades se podrían prevenir. Disponemos de métodos fáciles y no invasivos para hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad hepática crónica y cada vez más disponemos de tratamientos más eficaces que se pueden administrar en fases iniciales de la enfermedad. Por todo ello, sería básico divulgar la necesidad de los cambios en el estilo de vida mediante información a la población (por ejemplo, a través de la divulgación en medios de comunicación) sobre la calidad de los alimentos que comemos (por ejemplo, etiquetando los productos con una visión de salud pública), la importancia de evitar tóxicos hepáticos y tener cuidado con alcohol, etc.

¿Cómo hacer el diagnóstico precoz?

El principal problema para hacer el diagnóstico precoz es que en general las enfermedades hepáticas cursan de una manera lenta y asintomática durante años. La enfermedad está poco visible y a veces coexisten distintas causas hasta fases avanzadas cuando ya aparecen complicaciones y entonces la persona afectada tendría menos posibilidades de curación.

Siguiendo esta línea, ¿a quién se debería atender de una manera más prioritaria para poder establecer el diagnóstico en una etapa precoz?

Se debería atender prioritariamente a las personas vulnerables, por ejemplo, en el caso de la hepatitis C, se sabe que en algunos casos no diagnosticados existen circunstancias como haber recibido transfusiones de sangre en el pasado, o si en algún momento utilizó drogas o si viene de países con una elevada prevalencia, etc. lo cual determina que la persona pueda tener una hepatitis vírica crónica. 

Actualmente, en nuestro entorno estamos asistiendo a un aumento de casos de personas con daño hepático por consumo excesivo de alcohol, que es una causa frecuente de ingreso en nuestros hospitales. Se aprecia un claro aumento en relación a años atrás, eventualidad que se está observando también en el resto de Europa. Aunque ya existen especialistas y centros específicos, haría falta más coordinación para prevenir y tratar las consecuencias del alcohol a largo plazo.

Otra causa de enfermedad del hígado cada vez más frecuente es la obesidad y el síndrome metabólico que en nuestra población está aumentando. En esta línea, es básico el control del sobrepeso infantil, ya que está creciendo en este grupo de población. Estos niños con sobrepeso se sabe que van a tener en la vida adulta problemas de salud.

¿Qué lugar ocupan los tratamientos que ha comentado anteriormente?

El siguiente paso tras el diagnóstico es que las personas puedan llegar a un facultativo especialista y se les administre el tratamiento indicado en cada caso. En la hepatitis C disponemos de terapia curativa para todos los diagnosticados, en la hepatitis B se ha de valorar la situación clínica y analítica del individuo y el tratamiento actual se indica en subpoblaciones específicas. Las personas con problemas de alcohol requieren una información y orientación, así como los que sufren obesidad van a necesitar tratamiento en programas multidisciplinares. En todas las enfermedades mencionadas las personas van a requerir información y seguimiento.

También mencionar que algunos pacientes tienen más de un factor que está dañando el hígado y en ellos se ha de trabajar con aplicación para concienciar e informar adecuadamente y para su seguimiento clínico. Cada vez más serán atendidos por equipos multidisciplinarios, por lo que la coordinación y la comunicación son básicos. En resumen, la detección precoz y el tratamiento son determinantes.

Da la impresión que lo que acaba de exponer es la teoría, sería una situación bastante ideal, pero lo cierto es que debería mejorar. ¿Cómo se podría acrecentar la coordinación en la atención al paciente hepático?

Es fundamental informar seriamente a la población sobre las enfermedades hepáticas más frecuentes, acerca de las consecuencias de la ingesta excesiva de alcohol, de las complicaciones relacionadas con el síndrome metabólico que aparecen con la obesidad, la diabetes y las conductas de riesgo que favorecen la transmisión de las hepatitis víricas.

Como ferviente defensora de la necesidad de educar a la población, creo que es preciso concienciar a los médicos y equipos sanitarios y sobre todo se necesita voluntad política. Algunas de las causas de enfermedad hepática se podrían prevenir mediante políticas de salud pública dirigidas a la ciudadanía. Por lo que, en mi opinión, las asociaciones de pacientes son importantes por su función de informar y concienciar a la población y también por su influencia a nivel político. Se ha de recordar que su rol fue clave a la hora de la aprobación de los tratamientos orales de la hepatitis C.

En este momento, haría falta un movimiento asociativo para requerir que las etiquetas de los alimentos avisaran de una manera accesible y fácil de entender sobre ciertos riesgos que comportaría su ingesta. Por ejemplo: “Este alimento contiene demasiado azúcar que puede ser nocivo para su salud” o “El contenido en sal supera la concentración recomendada”. Hace años que se empezaron y prosiguen campañas contra el hábito de fumar, las cajetillas de cigarrillos indican: “Fumar mata”. Hoy en día es una situación normalizada y no se puede fumar en los hospitales, en los restaurantes, etc. Es algo que se ha aceptado culturalmente y por motivos de preservación de la salud.

La visión de una asociación de pacientes hepáticos cuando se habla de salud hepática y cambios en el estilo de vida ha de ser amplia y abarcar todos los aspectos. Aparte de la dieta y el alcohol es importante contemplar la realización de ejercicio físico, evitando una vida sedentaria.

¿Cómo ve hoy en día el papel de las asociaciones de pacientes hepáticos?

Pienso que son fundamentales para que el paciente esté bien informado y se vincule mejor al diagnostico y el tratamiento. Este paciente será más adherente con los tratamientos prescritos y con las visitas programadas. Todo ello redundará sin duda en unos mejores resultados de salud y de calidad de vida percibida. 

Hemos de seguir trabajando juntos para conseguir la eliminación de las hepatitis víricas en nuestro país. Recientemente, se ha aprobado el Plan de Prevención y Control de la Hepatitis C en Cataluña. En el Hospital Vall d’Hebron y en otros centros sanitarios trabajamos activamente en colaboración con este Plan y estamos atendiendo a un gran número de personas que nos remiten para su tratamiento.

¿Cómo ve actualmente la problemática de las personas con hepatitis B?

En general se debería trabajar más para la hepatitis B, pero se ha de reconocer que gracias a la vacunación anti-hepatitis B que se instauró en Cataluña en los años 80, se ha avanzado, se ha conseguido una disminución de su incidencia a la mitad de los casos. Esta vacuna, que se administra en Cataluña dentro del calendario vacunal desde hace más de 20 años a todos los niños nacidos, ha conseguido la práctica desaparición de la hepatitis B en los jóvenes menores de 30 años. Esta vacuna anti-VHB, es muy importante, pues evita la aparición de cáncer de hígado asociado al virus B. Se ha de velar para que todo niño sea vacunado y las personas de buena fe no se dejen engañar por movimientos anti-vacunas.

Siguiendo con la hepatitis B disponemos, para subgrupos especiales, de buenos tratamientos administrados por vía oral, seguros, bien tolerados y eficaces. Dichos tratamientos suprimen la replicación viral y mejoran el pronóstico de la enfermedad, aunque es difícil que logren una cura total.

Además, actualmente se están llevando a cabo estudios clínicos con nuevos medicamentos que actúan a diferentes niveles del ciclo vital del VHB y que en un futuro permitirán su eliminación. En resumen, es importante tener en cuenta que los tratamientos para las hepatitis B y C están disponibles en los hospitales de nuestro país.

El Plan de prevención y control de la Hepatitis C en Cataluña, al que me he referido antes y que se ha actualizado en 2019, se enmarca en el Programa de Prevención, Control y Atención al VIH, las ITS y las Hepatitis Víricas (PCAVIHV), que fue aprobado en 2017. Con ello se puede concluir que el programa de hepatitis virales tiene ya un recorrido en Cataluña y se encamina a la eliminación de las hepatitis en poblaciones concretas como los pacientes en unidades de diálisis, los enfermos de hemofilia, los internos en cárceles, los trasplantados, las personas usuarias de drogas, etc.

Por otra parte, en algunas enfermedades del hígado que se consideran enfermedades sistémicas, por ejemplo, NASH (esteatohepatitis de origen no alcohólico), que puede asociarse a complicaciones extrahepáticas, es fundamental coordinar la asistencia médica e influir en el cambio del estilo de vida.

Nos despedimos de la Dra. Buti teniendo muy en cuenta sus recomendaciones y sabiendo que es una gran defensora de proporcionar información a los pacientes y a la ciudadanía en general sobre la necesidad de cuidar el hígado, prevenir las causas de hepatopatía conocidas, vigilar las pruebas hepáticas realizar el diagnóstico precoz de la enfermedades hepáticas y poder administrar si se requiere el tratamiento adecuado.

 

 

Fuente: asscatinform@ nº22

06/08/2019

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