El tratamiento con antivirales de acción directa es seguro y eficaz en personas mayores con VHC
El tratamiento con antivirales de acción directa (AAD) es seguro y eficaz en personas mayores con infección por el virus de la hepatitis C (VHC), según una investigación alemana publicada en Drugs & Aging.
Las personas mayores (de 70 años o más) tenían la misma probabilidad que las personas no ancianas de curarse (93% frente a 91%). La incidencia de eventos adversos graves fue algo mayor en las personas de edad avanzada, aunque la tasa fue baja.
“Las tasas de RVS (respuesta virológica sostenida) en esta cohorte de la vida real fueron en general altas, y no mostraron diferencias entre los grupos de edad. En consecuencia, la edad no se asoció con la RVS en el análisis de regresión logística”, comentan los autores. “En general, el perfil de seguridad de los regímenes de tratamiento con AADs en pacientes de edad avanzada es favorable”.
Los pacientes se inscribieron en el Registro Alemán de Hepatitis C (DHC-R), un estudio de cohorte prospectivo, multicéntrico y real. Los investigadores observaron que a pesar de que la población infectada por el VHC está envejeciendo, se sabe muy poco sobre la demografía de más de 70 años con el VHC y la seguridad y eficacia de los regímenes con AADs en personas mayores.
“El envejecimiento de la población infectada con el VHC y la disponibilidad de regímenes de tratamiento altamente efectivos y tolerables han llevado a un aumento en el número de pacientes de edad avanzada que son elegibles para la terapia con AADs”, observan los autores. “Incluso así, nuestra comprensión de esta cohorte de pacientes infectados por el VHC con respecto a las características epidemiológicas, el éxito del tratamiento y la seguridad es limitada, ya que la gran mayoría de los datos sobre el tratamiento con AADs se limita a poblaciones menores de 70 años”.
Estratificando según la edad (ancianos vs. no ancianos), los investigadores examinaron las características demográficas de las personas que comenzaron los regímenes AAD completamente orales después de septiembre de 2014. Los resultados del tratamiento y la seguridad se compararon entre los grupos de ancianos y no ancianos.
La población de estudio consistió en 7.133 personas, el 10% de las cuales tenían 70 años o más. La mayoría de los participantes eran de raza blanca.
Hubo algunas diferencias demográficas y clínicas significativas entre los grupos de pacientes ancianos y no ancianos. Una mayor proporción de personas de edad avanzada eran mujeres (65% frente a 39%). Las complicaciones relacionadas con el hígado, incluida la cirrosis, el carcinoma hepatocelular y el trasplante de hígado, fueron más frecuentes entre los ancianos (44% frente a 27%, 2,5% frente a 1,2%, 2,5% vs. 1,9%, respectivamente). Varias enfermedades asociadas con la edad avanzada también fueron más prevalentes en las personas de edad avanzada, incluidas las enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y la insuficiencia renal (59% vs. 23%, 17% vs. 8%, 79% vs. 27%, respectivamente). Por el contrario, los pacientes no ancianos tenían una mayor prevalencia de trastornos psiquiátricos, abuso de drogas y alcohol y coinfecciones virales.
El modo de transmisión del VHC también difiere según la edad. Los productos sanguíneos y los procedimientos quirúrgicos o médicos fueron el modo más común de transmisión entre las personas mayores. En las personas más jóvenes, el uso de drogas y la transmisión sexual fueron los modos más frecuentes de transmisión.
La tasa de respuesta global al tratamiento fue del 91% y fue similar entre personas de edad avanzada y no ancianas (93% frente a 91%). Las características basales y clínicas posiblemente asociadas con la respuesta al tratamiento se investigaron en un análisis univariado y multivariado. La edad no se asoció con RVS12 en ninguno de los análisis.
En términos de seguridad, proporciones similares de personas mayores y no ancianas informaron uno o más eventos adversos (53% frente a 55%).
La incidencia de eventos adversos graves, aunque baja, fue más alta entre las personas mayores que entre los individuos no ancianos (8% frente a 4%). De manera similar, la incidencia de eventos adversos graves relacionados con el hígado fue mayor en los mayores de 70 años que en las personas más jóvenes (2% frente a 1%). Este hallazgo fue atribuible casi en su totalidad a la mayor incidencia de carcinoma hepatocelular en personas de edad avanzada (0,9% frente a 0,2%).
La tasa de interrupción del tratamiento fue baja en los grupos de ancianos y no ancianos (0,7% frente a 0,2%). Como se esperaba, la tasa de mortalidad fue mayor entre los mayores de 70 años (0,4% frente a 0,1%).
Los regímenes que contienen ribavirina fueron tomados por aproximadamente un tercio de las personas en cada grupo de edad. Las personas mayores eran más propensas que las personas no ancianas a una reducción de la dosis de ribavirina (25% frente a 12%), pero la tasa de interrupciones de la ribavirina fue similar, independientemente de la edad (1,5% frente a 1,4%).
“Los resultados informados demuestran que los regímenes de tratamiento con AADs son efectivos y seguros en pacientes ancianos infectados con VHC”, concluyen los autores. “No existe un límite de edad absoluto para el tratamiento del VHC. En consecuencia, dado que la infección no se reconoce con frecuencia, los hepatólogos, médicos geriátricos y médicos generales deben ser alentados a detectar el VHC en pacientes de edad avanzada siempre que se detecten enzimas hepáticas elevadas o se sospeche enfermedad hepática crónica”.
Fuente: infohep.org
Referencia: Dultz G et al. Effectiveness and safety of direct-acting antiviral combination therapies for treatment of hepatitis C virus in elderly patients’ results from the German Hepatitis C Registry. Drugs & Aging, https://doi.org/10.1007/s40266-018-0572-0 (2018).
Noticia traducida por ASSCAT