El hombre murió en el Hospital Regional Carlos Haya y la Administración estimó compensar a los familiares con 4.000 euros.

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) deberá pagar 20.000 euros a los familiares de un paciente fallecido por una negligencia. El difunto fue infectado con una hepatitis C, que acabó resultando mortal. “Nadie lo ha puesto en duda y se ha reconocido el error médico en el Hospital Carlos Haya, porque no se llevaron a cabo las conductas necesarias para evitar la aparición del brote de VHC”, explica el Defensor del Paciente, que añade en un comunicado que este hecho provocó la muerte de esta persona. La sentencia será recurrida porque se estima que la indemnización no repara el daño.

Según el abogado Damián Vázquez, la infección provocó un notable empeoramiento de la patología que el paciente, además de haber sufrido un tremendo retraso en serle diagnosticada la hepatitis y en aplicarle un correcto tratamiento. No fue hasta el 10 diciembre de 2013 cuando se confirma la positividad al virus de hepatitis C, pese a que este hombre ingresó con los primeros síntomas en abril de 2013. Había sido infectado tras un primer ingreso hospitalario para una cirugía en octubre de 2012. Finalmente, murió el día 4 de febrero de 2014 por la infección contraída, por lo que tuvo poco tiempo un tratamiento que “debió aplicársele mucho antes”.

La infección por el virus de hepatitis C no se detectó mediante los test serológicos de detección de anticuerpos frente a dicho virus. En el caso del paciente malagueño fallecido no se inició el tratamiento antiviral hasta pasado más de un mes desde su descubrimiento. El Juzgado indica que entiende que dicha infección de hepatitis ha empeorado la situación del paciente, pero no establece que sea la causa principal de su fallecimiento. Razón por la que reduce la cuantía de la indemnización, pese al desacuerdo de la familia del difunto.

Tras una investigación, se comprobó que el paciente había sido sometido a diversas transfusiones de sangre y tratamientos durante la estancia hospitalaria comprendida entre el 18 de febrero y el 8 abril de 2013. El SAS reconoce que dicho brote hospitalario se ha producido en tres pacientes, coincidiendo “todos ellos en que presentan antecedente de enfermedad hematológica y haber estado ingresados en la planta 6 de este Hospital Carlos Haya de Málaga entre la segunda quincena de febrero y la primera de mayo de 2013, y el diagnóstico es de hepatitis C genotipo 1a”. Sin embargo, en un principio sólo reconoció una compensación de 4.000 euros a la familia.

Tres infecciones

En el juicio se probó que fueron varios los pacientes afectados, e incluso otro igualmente falleció tras la infección, dado que no se habían cumplido las medidas tendentes a evitar el riesgo de aparición de dicha infección y prevenir la transmisión de dicho virus, así como del control del mismo. El Defensor del Paciente estima que, en el caso que se hayan adoptado, no han sido suficientes para evitar una infección.

Al existir varios afectados, tras la investigación realizada del brote por el Servicio de Medicina Preventiva, se llega a la conclusión de que “se ha producido un posible brote por exposición al virus de la hepatitis C en la planta de Hematología del Hospital Regional de Málaga”. Ese error y la trasmisión del virus en el hospital fue debido, según confirma Damián Vázquez, al uso de viales multidosis de suero fisiológico y de heparina que habían podido ser contaminadas de manera accidental o a errores inadvertidos en la aplicación de las precauciones estándar”.

Por su parte, la Asociación del Defensor del Paciente confirma que han existido en diferentes hospitales andaluces numerosas infecciones de este tipo, que han afectado a muchos pacientes desde hace años y que, en la mayoría de los casos, es porque no se toman las medidas de asepsia y control suficientes para evitarlas.

 

Fuente: sevilla.abc.es

01/08/2019

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