El Índice de Masa Corporal (IMC) elevado en la adolescencia tardía predice una enfermedad hepática grave y/o hepatocarcinoma en el futuro, según un estudio sueco de cohorte nacional en una población de 1,2 millones de hombres

21/08/2018 | Artículos, Noticias de prensa

Un índice de masa corporal (IMC) elevado se asocia a un mayor riesgo de enfermedad hepática grave. No está claro si este riesgo difiere según la categoría de IMC, y si la asociación se podría atribuir parcialmente al desarrollo de diabetes mellitus de tipo 2 (DM2).

Método

Los investigadores utilizaron datos de registro de más de 1,2 millones de hombres suecos reclutados para el servicio militar obligatorio entre 1969 y 1996. Los datos relativos a los nuevos eventos de enfermedad hepática grave y DMT2 durante el seguimiento se obtuvieron mediante la revisión de los registros poblacionales. Usaron técnicas de cálculo estadístico para estimar los riesgos de necesitar atención hospitalaria en el futuro, así como para conocer el riesgo de mortalidad por enfermedad hepática grave e incidencia de carcinoma hepatocelular (HCC) en todas las categorías de IMC, con un IMC de 18,5-22,5 kg/m2 como referencia de los valores normales.

Resultados del estudio

Durante un seguimiento de más de 34 millones de personas-año, se identificaron 5.281 casos de enfermedad hepática grave, incluyendo 251 casos de HCC. Se encontró una asociación con enfermedad hepática grave, tanto para el sobrepeso como para los hombres obesos. El desarrollo de diabetes mellitus tipo 2 aumentó aún más el riesgo de enfermedad hepática grave en todas las categorías de IMC. Por ejemplo, los hombres con obesidad y diabetes mellitus tipo 2 (DM2) tuvieron un riesgo más alto de enfermedad hepática grave que los hombres con obesidad pero sin DM2.

Conclusiones

Un índice elevado de masa corporal (IMC) en hombres en la adolescencia tardía se asoció con un mayor riesgo en el futuro de enfermedad hepática grave, incluyendo HCC. El desarrollo de DM2 durante el seguimiento se asoció con un mayor riesgo de enfermedad hepática grave, independientemente del IMC inicial.

Comentario de ASSCAT

La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública de gran magnitud con un rápido incremento de su frecuencia en la población. La obesidad se asocia a patologías prevalentes en nuestro entorno, en especial la enfermedad hepática por hígado graso que puede conducir a insuficiencia hepática y/o hepatocarcinoma y en los últimos años constituye una indicación de trasplante hepático en aumento. Asimismo produce diferentes complicaciones en el organismo y su prevención se debería abordar de modo urgente buscando estrategias de modificación de los hábitos y también mediante protocolos clínicos multidisciplinares.

Las intervenciones de modificación ambiental deberían iniciarse de forma preventiva en la infancia y adolescencia, involucrando también a las familias mediante educación nutricional, promoviendo el ejercicio físico y una dieta sana con frutas y verduras naturales. En el tratamiento, guiado por profesionales (médicos, nutricionistas, endocrinólogos, etc.), se busca la modificación de los hábitos dietéticos, la educación nutricional, el incremento del ejercicio físico y una pérdida de peso progresiva y paulatina.

 

Fuente: Gut (agosto 2018)

Autores: Hannes Hagström et al. https://gut.bmj.com/content/67/8/1536 – aff-1. Division of Hepatology, Karolinska University Hospital, Stockholm, Sweden.

Artículo traducido por ASSCAT

21/08/2018

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