El Comité está formado por profesionales de diferentes especialidades y permite un enfoque integral, multidisciplinario e individualizado.

Octubre es el mes de la Concienciación del Cáncer de Hígado, también conocido como Cáncer hepático. 31 días que representan una oportunidad para aumentar la conciencia sobre esta enfermedad, educar a la población sobre los riesgos, la detección temprana, las opciones de tratamiento y promover la investigación para combatirla. En cifras, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, la incidencia estimada de cáncer de hígado en España en 2022 fue de 6.604 casos (5.100 hombres y 1.504 mujeres), lo que representa el 2,3% de todos los casos de cáncer detectados y el decimotercer en orden de frecuencia en los tumores sólidos. Este tipo de cáncer es la tercera causa de muerte por cáncer a nivel mundial, según datos del Observatorio Global del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Comité de Tumores Hepáticos del Hospital Universitario Vall d’Hebron evalúa la situación clínica de cada paciente de manera individualizada y lleva a cabo un enfoque integral. El Comité está compuesto por profesionales de diversas especialidades médicas, incluyendo Hepatología, Cirugía Hepatobiliar y de Páncreas, Oncología Médica, Anatomía Patológica, Radiología Diagnóstica e Intervencionista, Oncología Radioterápica y Medicina Nuclear. Desde su creación en 2005, ha evaluado a más de 7.000 pacientes aproximadamente. El Comité evalúa en promedio entre 8 y 10 casos semanalmente.

El cáncer de hígado más común es el carcinoma hepatocelular, también conocido como hepatocarcinoma. Se presenta con mayor frecuencia en hombres que en mujeres. En la gran mayoría de los casos, los pacientes diagnosticados con hepatocarcinoma sufren de una enfermedad hepática, principalmente cirrosis o fibrosis avanzada, que puede ser causada por diversas razas. Esto significa que al tratar el hepatocarcinoma, los pacientes deben enfrentarse a dos enfermedades diferentes: la oncológica y la hepática. Es crucial identificar a la población en riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. De esta manera, los pacientes con cirrosis hepática pueden someterse, como población de riesgo, a programas de detección temprana con el objetivo de diagnosticar el cáncer de hígado en etapas más tempranas, en las cuales se pueden aplicar tratamientos con intención curativa.

«El Comité se reúne una vez a la semana. Estas reuniones sirven para discutir todos los casos que requieren la participación y experiencia de diferentes especialidades, ya que estamos hablando de un tumor muy complejo», comenta la Dra. Beatriz Mínguez, jefa de la Sección de Hepatología Clínica del Servicio de Hepatología y secretaria del Comité de Tumores Hepáticos del Hospital Universitario Vall d’Hebron. Debido a la complejidad de esta neoplasia y a los diferentes tratamientos aplicables según la carga tumoral, la extensión de la enfermedad y la función hepática, el enfoque multidisciplinario de este tipo de enfermedad es crucial y ha demostrado ser beneficioso, teniendo un impacto en el pronóstico de los pacientes.

En estas reuniones, el Comité revisa desde pacientes en diagnóstico hasta pacientes que reciben el primer enfoque terapéutico o que han evolucionado y requieren un cambio en la estrategia terapéutica. «Existe un marco de evidencia científica bien definido sobre cuál es el mejor enfoque terapéutico para cada caso, de modo que cada paciente pueda beneficiarse del conocimiento y la experiencia multidisciplinaria», concluye.

La importancia de la prevención

El mes de la Concienciación del Cáncer de Hígado es una oportunidad para seguir trabajando en el campo de la prevención y la detección temprana para un mejor pronóstico y mayor supervivencia de los pacientes. Las enfermedades hepáticas se caracterizan por ser asintomáticas en sus inicios y no presentar signos de alerta de inmediato, hasta que la enfermedad está bastante desarrollada. Por esta razón, es importante concienciar sobre la prevención y el control de factores de riesgo que pueden predisponer a enfermedades hepáticas, como la infección crónica por el virus de la hepatitis B o C, el consumo excesivo de alcohol, la obesidad y la diabetes.

Apostar por hábitos de vida saludable como una dieta equilibrada, el ejercicio y limitar el consumo de alcohol son aspectos clave que reducen la probabilidad de desarrollar una enfermedad hepática y, por lo tanto, disminuyen las posibilidades de padecer un cáncer de hígado.

 

Fuente: vallhebron.com

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