El consumo de alcohol es algo asociado al ocio y a la fiesta. Allá donde haya un bar, una discoteca, verbena o festival, hay una barra dispuesta a servir vasos y copas con cerveza y combinados de graduaciones más altas.

Un consumo moderado no es necesariamente nefasto para la salud, y sus efectos dependen en buena medida de nuestras características corporales, pero conviene tener claro que pasarse puede tener consecuencias graves, por lo que lo mejor será dar un respiro a nuestro hígado.

Dejar de consumir alcohol unos días a la semana para sanear el organismo no es una gran novedad, de hecho, las autoridades sanitarias británicas lo han recomendado en varios estudios clínicos.

Sin embargo, no hay unanimidad en cuántos días son los idóneos para limitar los daños en el órgano hepático. El consenso general sí que apunta a que lo ideal sería consumir alcohol cero días a la semana… Pero la realidad es que una gran parte de la población no cumple con ello.

En lo concreto, hay algunas recomendaciones, como la de la British Liver Trust, que fija los días semanales en los que es recomendable no beber alcohol en torno a los dos o tres (ojo, consecutivos). El consejo fue publicitado con urgencia en abril de 2020, después de que en el mes de marzo, con el inicio de la pandemia del coronavirus se produjera un incremento del 20% en las ventas de alcohol.

Por otra parte, el vicesecretario de la EASL (Asociación Europea para el Estudio del Hígado), Aleksander Krag, declaró en una entrevista al diario El País que lo ideal sería establecer una regla en la que, como mínimo, no se bebiera nada durante tres días consecutivos, y no más de cinco unidades en cada ocasión (En torno a media botella de vino).

Un tema serio

El consumo de alcohol es un tema serio en Europa, ya que sus países concentran los mayores niveles de consumo de alcohol del mundo. Estas bebidas, se calcula que provocan el 40% de las muertes prematuras relacionadas con el hígado en el Viejo Continente, ya que cuando se combina con otras como la obesidad sus efectos pueden ser aún más duros.

Las enfermedades hepáticas se manifiestan antes que el cáncer en la vida de los pacientes que las sufren, en torno a los 50 años. Además, es la segunda causa de pérdida de vida laboral, según la EASL, y el protagonismo de las dolencias, lejos de disminuir, han aumentado en los últimos años.

Para mejorar en materia de prevención, los expertos recomiendan que podría llevarse a cabo un endurecimiento en la política de precios, como un precio mínimo por unidad de alcohol para moderar el consumo. Por ello, lo de «una vez al año no hace daño» puede ser real, pero conviene no pasarse y tener conciencia de lo que se bebe.

 

Fuente: huffingtonpost.es

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