Hepatocarcinoma

Panorama del futuro. Nuevas investigaciones

Panorama de futuro. Nuevas investigaciones

Como pacientes nos planteamos una serie de consideraciones frente al problema del diagnóstico precoz y manejo optimizado e individualizado del HCC:

  • Son imprescindibles más avances en el tratamiento del cáncer hepático. Además de aplicar las estrategias preventivas conocidas es necesario progresar en el área de la detección precoz y en mejorar la eficacia terapéutica y que ésta sea personalizada. Es decisiva la máxima actividad de investigación en el área de detección, diagnóstico y estadificación del HCC para conseguir mejorar los resultados.

 

  • Es imprescindible que el HCC deje de verse, en los diferentes ámbitos asistenciales, como una neoplasia que es imposible de detectar en sus fases iniciales y para la que no existe tratamiento. Con un cambio de actitud se incrementaría el número de pacientes susceptibles de recibir un tratamiento radical y, además, podrían acceder a tratamiento pacientes que actualmente se diagnostican en fases avanzadas.

 

  • Dado que la población en riesgo se encuentra plenamente identificada, es crítico que las recomendaciones de cribado se apliquen de manera correcta y por personal formado adecuadamente. La investigación en la mejor de las técnicas de imagen (radiólogos) y en avanzar en el conocimiento de los marcadores tumorales y en la medicina personalizada será de importancia capital para aumentar la eficacia de los planes de seguimiento de los pacientes con hepatopatía crónica.

 

  • Las investigaciones deben permitir integrar los hallazgos de laboratorio con los criterios clínicos para afinar en la evaluación pronóstica de los pacientes. Además, el mejor conocimiento de las alteraciones biológicas implicadas en la oncogénesis hepática inicial conducirá a identificar nuevas dianas para el tratamiento del HCC en cada caso.

 

  • El análisis molecular del tumor sería un avance, ya que permitiría seleccionar en un paciente determinado la opción terapéutica más apropiada teniendo en cuenta el perfil molecular del tumor (tratamiento personalizado). Aunque esta aproximación es muy atractiva, en el momento actual no se dispone de biomarcadores con aplicabilidad clínica directa, la cual está limitada por la heterogeneidad tumoral, tanto en el mismo como en diferentes nódulos, y también a lo largo de la evolución. Se están llevando a cabo grandes esfuerzos para identificar productos tumorales en sangre periférica (la denominada biopsia líquida) que superen estas limitaciones.

Los avances en la comprensión de la patogénesis molecular del HCC han conducido a la identificación de mutaciones genéticas. Sin embargo, todavía no se ha establecido una clasificación molecular del HCC y, a día de hoy, la clasificación de estadificación según el BCLC (Barcelona Clinic Liver Cancer) sigue siendo el principal algoritmo clínico para la estratificación de pacientes según su pronóstico y su asignación al tratamiento más adecuado.

Los programas de vigilancia permiten la detección de tumores en su etapa temprana cuando son susceptibles de tratamientos curativos (resección, trasplante de hígado o ablación local). En las etapas más avanzadas, sólo se dispone de la quimioembolización, tratamiento locorregional (para el HCC intermedio) y desde 2007 de sorafenib, tratamiento sistémico (para el HCC avanzado), todos ellos tratamientos que han demostrado beneficios de supervivencia. En la actualidad se dispone de más alternativas terapéuticas para el HCC avanzado.

Hasta 2017 no se aprobaron 5 nuevas moléculas para tratamiento de segunda línea del HCC. Estos nuevos tratamientos han demostrado mejorar la supervivencia, pero se asocian a efectos adversos conocidos. El tratamiento del HCC se ha de planificar como secuencial y administrar la mejor opción en cada caso.

Los avances en el estudio del perfil del genoma y la secuenciación genética han llevado a la clasificación de los HCC basados ​​en sus características. Los análisis de las alteraciones genéticas han identificado aquellas que podrían ser dianas terapéuticas. Pero se necesitan aún más estudios de dichas alteraciones antes de que puedan utilizarse como biomarcadores en la toma de decisiones clínicas.

La hepatología de precisión, será la nueva subespecialización para guiar el tratamiento del cáncer hepático.

16/09/2019

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