Investigadores del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han confirmado que la prueba del antígeno VHCAgc es una alternativa más sencilla, rápida y barata para la detección y diagnóstico del virus de la hepatitis C (VHC).
Según informó este martes el centro de investigación, los resultados de estos estudios se acaban de publicar en la revista Journal of Clinical Microbiology & Alimentary Pharmacology and Therapeutics.
El virus de la hepatitis C causa infección crónica en aproximadamente el 70% de las personas infectadas, lo que puede desembocar en problemas graves como cirrosis y carcinoma hepático, un tipo de cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 58 millones de personas tienen hepatitis C crónica a nivel mundial.
La llegada en los últimos años de los fármacos denominados nuevos antivirales de acción directa ha permitido que la tasa de curación alcance hasta el 95% de los casos, pero el problema es que muchas infecciones quedan sin tratamiento porque no se diagnostican, ya que la hepatitis C puede ser asintomática durante varios años tras la infección inicial.
Por ello, se calcula que más del 80% de las personas infectadas con el VHC no saben que lo están, por lo que no pueden ser tratadas y siguen transmitiendo el virus. De hecho, la OMS se ha puesto como objetivo que para 2030 sean diagnosticadas el 90% de las personas infectadas, y que al menos el 80% de estas reciban tratamiento.
Detección de anticuerpos
El diagnóstico estándar de la hepatitis C se basa en una primera prueba de detección de anticuerpos frente al virus que, si resulta positiva, requiere de una confirmación de que la infección sigue activa mediante una segunda prueba, que detecta material genético (ARN viral) del VHC.
Esta metodología diagnóstica necesita de tiempo, profesionales formados para llevarla a cabo y laboratorios bien equipados, además de ser cara, que deriva en un rendimiento limitado cuando trata de aplicarse a nivel poblacional y a grupos de riesgo que no tienen buen acceso al sistema sanitario.
Estas limitaciones en la detección y diagnóstico del virus de la hepatitis C podrían solucionarse gracias a la utilización de otro método, el análisis del denominado antígeno ‘core’ (VHCAgc), una alternativa más barata, simple y rápida para detectar la infección activa por VHC. El objetivo de los dos metanálisis -revisiones de literatura científica ya publicada- llevados a cabo por el equipo del ISCIII era confirmar la eficacia de esta prueba y concretar sus posibilidades.
De esta forma, los científicos comprobaron que podría ser una herramienta útil para realizar seguimiento del VHC al final del tratamiento. Además, los resultados señalan que esta prueba permite analizar de forma efectiva la respuesta viral sostenida (RVS), un parámetro que se da cuando la carga viral es indetectable, lo que se asocia con una falta de capacidad de replicación del virus y la eliminación de la infección.
Fuente: lavanguardia.com