¿Cómo prevenir a los niños de las enfermedades del hígado a través de una dieta saludable?

13/03/2019 | Artículos, Noticias de prensa

Nunca es demasiado pronto para adoptar hábitos saludables para fomentar una vida de salud hepática. Si tienes hijos y deseas reducir el riesgo de una futura enfermedad hepática, My Liver Exam, en asociación con la nutricionista Audrey Cyr, ofrece algunos consejos y trucos.

Las nuevas recomendaciones de dieta están más enfocadas en las proporciones que en el tamaño de las porciones.

Vegetales y frutas

Las verduras y frutas deben ser particularmente importantes en la dieta de tus hijos. Asegúrate de que haya una verdura o fruta en todas las comidas y bocadillos. Este grupo de alimentos proporcionará fibra, vitaminas y minerales que ayudan al hígado a funcionar de manera eficiente. Las verduras se pueden servir crudas, cocidas, sopas caseras, enlatadas, congeladas, en ensalada…

No importa cómo las presentes, asegúrate de tenerlas en el plato y varía. Los niños tienden a comer con los ojos, así que no dudes en mezclar colores, texturas y formas para que el plato sea lo más atractivo posible.

Productos integrales

Los productos de granos deben estar presentes en todas las comidas, pero en cantidades más pequeñas. Es importante que estos productos no hayan sufrido ninguna transformación (o muy poca).

Entre ellos se encuentran la quinua, el arroz silvestre o entero, la cebada descascarillada, el pan integral, la harina de avena o la pasta de trigo integral, por ejemplo. Estos productos proporcionan fibra y complejo de vitamina B, necesarios para la salud del hígado.

Alimentos proteicos

Finalmente, debemos encontrar en el plato de nuestros niños alimentos ricos en proteínas, como carne, pollo, pescado y hierro, huevos, yogur, leche y queso. Se recomienda optar con mayor frecuencia por proteínas de origen vegetal, como legumbres, tofu, nueces y semillas. En muchos estudios científicos, las proteínas vegetales han demostrado beneficios en términos de prevención de enfermedades crónicas.

Bebidas

La mejor bebida para los niños debe ser agua y pequeñas cantidades de jugo (máximo 125 ml/día), así como leche. La cantidad de leche debe estar influenciada por la ingesta total de calcio del niño.

¿Poco apetito?

Los niños a menudo tienen apetitos reducidos. Por lo tanto, es importante proporcionarles pequeñas cantidades de alimentos, y con regularidad. Cuando tu hijo no coma mucho, insiste en la calidad y variedad de los alimentos. Los bocadillos deben tomarse a más tardar 2 horas antes de las comidas. También debes prestar atención a la cantidad de líquido consumido durante o antes de la comida, ya que esto puede cortar el apetito.

Nutrientes esenciales

No intentes reducir la ingesta de grasa de tu hijo, sino elegirla mejor. Una restricción de grasa podría tener un impacto negativo en su crecimiento y estado nutricional. Apuesta por pescados y mariscos, nueces, semillas, mantequillas, aceites de aguacate, oliva o canola que contienen grasas de buena calidad.

Alimentos para limitar

Limita el consumo de azúcares refinados que se encuentran en cereales dulces para el desayuno, galletas, pasteles, rosquillas, muffins, mermeladas, caramelos, barras de cereales, helados, dulces, cócteles de frutas, chocolate, refrescos, etc. No son nutritivos y no satisfacen, además de contribuir a la caries dental. También ten cuidado con los edulcorantes como la sucralosa o el aspartamo que tienen un dulzor más pronunciado y pueden ayudar a desarrollar el “diente dulce”. Tu hijo puede tener dificultades para acostumbrarse a las verduras que tienen un sabor bastante amargo.

No quiero comer brócoli…

La neofobia alimentaria o el miedo a la novedad generalmente aparece alrededor de los 2 años para alcanzar un máximo alrededor de los 3 o 4 años, y luego disminuye alrededor de los 8 años. Cuando tu hijo se niegue a comer, preséntalo de todos modos para que se familiaricen con los vegetales. Preséntalos de varias maneras: cocidos, crudos con salsa, en sopa, en salsa o gratinados.

Los niños aprenden imitando, por lo que todos los miembros de la familia deben servir como ejemplo. ¿Sabías que a veces se requieren más de 10 a 12 exposiciones a los alimentos antes de que el niño comience a aceptarlos? No lo obligues a terminar su plato. Hazte la pregunta: “¿Está seguro de haber comido lo suficiente?”

Luego, continúa con el postre que no debe convertirse en un objeto de deseo. Puede ser parte de la comida y ser de buena calidad nutricional (yogur/fruta/panecillos caseros, por ejemplo), todo servido en una porción normal.

En conclusión, ningún alimento debe verse como una recompensa porque castigar o recompensar a tu hijo con alimentos le impide escuchar bien sus señales de hambre y saciedad, además de hacer que la comida sea más interesante.

¿Por qué no invitar a tu hijo a participar en la planificación, preparación o incluso a poner la mesa? Se sentirá más involucrado. El momento de la comida debe ser agradable, un momento donde la familia esté alrededor de la mesa y sin ninguna distracción.

 

Fuente: myliverexam.com

Referencia: Tharrey M, Mariotti F, Mashchak A, Barbillon P, Delattre M, Fraser GE. Patterns of plant and animal protein intake are strongly associated with cardiovascular mortality: the Adventist Health Study-2 cohort. Int J Epidemiol. 2018 Oct 1;47(5):1603-1612.

Noticia traducida por ASSCAT

13/03/2019

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