Carta abierta: Diez peticiones para mejorar la atención del cáncer de hígado en Europa

Estimada presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen,

Estimados miembros del Parlamento Europeo,

Estimado presidente del Consejo Europeo, Charles Michel,

La EASL (Asociación Europea para el Estudio del Hígado) les escribe esta carta abierta que representa a la comunidad científica de salud hepática en Europa y con el respaldo de sociedades científicas relevantes, la defensa de organizaciones del paciente y asociaciones de salud pública comprometidas con la mejora de la atención de los pacientes con cáncer de hígado.

El cáncer que se ha originado en el hígado, generalmente llamado hepatocarcinoma (HCC) es el sexto cáncer más común y la tercera causa más frecuente de muerte relacionada con el cáncer a nivel mundial.

El hepatocarcinoma (HCC) representa aproximadamente el 90% de los cánceres originados en el hígado y es, en consecuencia, un importante problema de salud mundial. La incidencia del HCC aumenta progresivamente con el avance de la edad en todas las poblaciones, alcanzando un pico a los 70 años.

Existen diversos factores de riesgo que favorecen la aparición de cáncer de hígado en caso de enfermedad hepática crónica (por hepatitis vírica, por consumo excesivo de alcohol o por la enfermedad del hígado graso (NAFLD / NASH) son las más importantes).

Actualmente se sabe que el tratamiento de estas enfermedades hepáticas crónicas evitando la progresión de la enfermedad a estados precancerosos como la cirrosis reduce significativamente el riesgo de cáncer de hígado lo cual ha sido demostrado de manera convincente. Por lo tanto, el acceso mejorado e igualitario al tratamiento de vanguardia de estas enfermedades es un elemento central en la lucha contra el cáncer de hígado.

En 2020, en Europa, la tasa de incidencia anual promedio estandarizada por edad de cáncer de hígado fue de 5,2 por 100.000 personas. Dicho de otra manera: aproximadamente 87.000 europeos fueron diagnosticados con cáncer de hígado en 2020, y 78.000 ya han muerto a causa de la enfermedad.

Los pacientes son diagnosticados tardíamente, con un 51% en un estadio avanzado de cáncer, en el momento del diagnóstico. Estos pacientes tienen menos de un año de vida. En total, hubo un aumento del 70% de la mortalidad relacionada con el cáncer de hígado en la Unión Europea (UE), de 1990 a 2019.

En los EEUU, la tasa de muertes por cáncer de hígado aumentó en un 40% entre 1990 y 2004, mientras que la tasa general de muertes por cáncer se redujo en un 18%.

Las proyecciones para los EEUU estiman que, en 2030, el cáncer de hígado será la tercera causa de muerte relacionada con el cáncer, superando los cánceres de mama, colorrectal y de próstata.

Aunque el cáncer de hígado sigue siendo uno de los pocos cánceres con una incidencia y mortalidad crecientes, la conciencia pública sobre el cáncer de hígado parece ser mucho menor que la de otros cánceres. Como consecuencia, los pacientes que tienen cáncer de hígado y los pacientes que tienen un mayor riesgo de cáncer de padecerlo a menudo se enfrentan al estigma en su vida social y también en el entorno de la atención médica.

Las opciones de tratamiento para el cáncer de hígado han mejorado significativamente en los últimos años, lo que hace que el diagnóstico temprano sea el punto más crítico. Por lo tanto, las estrategias de búsqueda de casos deben implementarse de manera amplia, al menos en pacientes con riesgo conocido, como recomiendan claramente las guías clínicas.

Por último, pero no menos importante, debemos abordar directamente los factores ambientales clave que causan enfermedades hepáticas y cáncer de hígado. Además, de la vacunación exitosa para evitar la hepatitis B.

Los programas deben continuar y expandirse, como elemento central de la prevención primaria del cáncer de hígado, ya que tiene el potencial de prevenir aproximadamente el doble de casos de cáncer que la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH).

En este contexto, abordamos las siguientes 10 cuestiones para mejorar la atención del cáncer de hígado en Europa:

  1. La UE y los Estados miembros deben garantizar unas normas adecuadas de sensibilización, prevención y gestión del cáncer de hígado en todas las regiones y países. Los elementos fundamentales en este camino incluyen la educación y la concienciación, especialmente entre los profesionales de la salud, los pacientes y las familias, los grupos de riesgo, los responsables políticos y el público en general.

 

  1. La UE y los Estados miembros deben garantizar un mejor acceso a una mejor gestión de la enfermedad para los pacientes con cáncer de hígado en todos los Estados miembros de la UE. Un primer paso esencial hacia estándares de atención igualmente altos en Europa es la implementación de itinerarios estructurados del paciente que comprenden diagnóstico, tratamiento y seguimiento de forma transversal (hospitalaria, ambulatoria y domiciliaria).

 

  1. Los equipos sanitarios multidisciplinares para la atención del paciente (ver el punto 2, arriba) deben basarse en la evidencia científica más actualizada y completa. Por tanto, la UE y los Estados miembros deberían fomentar una mayor cooperación interdisciplinaria entre hepatología, oncología y otras disciplinas relevantes.

 

  1. La UE y los Estados miembros también deberían animar a todos los expertos pertinentes y sus sociedades y organizaciones acompañadas a desarrollar guías clínicas en colaboración, que aborden la gestión del cáncer de hígado (tratamiento y prevención) sobre la base de la evidencia científica más completa disponible.

 

  1. Los pacientes y sus familias deben tener acceso a toda la información, tratamiento médico y medidas para mejorar su calidad de vida, independientemente de su situación clínica, ciudadanía y origen étnico. La UE y los Estados miembros deben reducir las desigualdades existentes y garantizar que todos los pacientes con cáncer de hígado puedan beneficiarse de los mismos altos estándares de atención.

 

  1. Algunas enfermedades del hígado, por ejemplo, la hepatitis viral B y C, la enfermedad del hígado graso no alcohólico y la enfermedad hepática relacionada con el alcohol, están asociadas con un alto riesgo de cáncer de hígado. La detección temprana sería fundamental para estos pacientes. Por lo tanto, la UE y los Estados miembros deben agregar el cáncer de hígado a su lista de esquemas de detección (programas de screening), al menos para pacientes con factores de riesgo subyacentes. Además, los programas existentes que brindan la oportunidad de la detección temprana de casos de enfermedades hepáticas deben aprovecharse siempre que sea posible. (Por ejemplo, detección de hepatitis C en saliva mediante pruebas en el lugar de atención, que coincidirían con el objetivo del programa de hepatitis C de la Organización Mundial de la Salud de combatir el HCC).

 

  1. El cáncer de hígado se produce en respuesta a riesgos ambientales y como consecuencia de una enfermedad hepática subyacente. Por lo tanto, la UE y los Estados miembros deben implementar medidas preventivas. Tales medidas incluyen: estrategias basadas en la evidencia científica para combatir el alcohol y la obesidad, vacunación contra la hepatitis B, educación sobre riesgos y etiquetado de productos advirtiendo del consumo del alcohol como carcinógeno.

 

  1. El alto nivel de atención en la UE se basa en la ciencia y la investigación de alto nivel. Para mantener estos estándares y, además, impulsar mejoras, es fundamental recopilar datos de forma colaborativa en todos los Estados miembros. La UE y los Estados miembros deberían apoyar la creación de registros específicos de pacientes con cáncer de hígado. La recopilación de estos datos facilitaría la vigilancia, la investigación y el tratamiento general de los pacientes con cáncer de hígado.

 

  1. Además, la investigación básica sigue siendo un elemento fundamental para mejorar los resultados de los pacientes con cáncer de hígado. Aún se necesitan más conocimientos sobre la etiología, las entidades raras del cáncer de hígado, los marcadores y los diagnósticos que podrían facilitar la detección precoz, incluso en la atención primaria. La UE y los Estados miembros deberían apoyar estos proyectos de investigación y la colaboración entre países, mediante la creación de plataformas a escala de la UE con el objetivo de compartir datos y cerrar la brecha entre el conocimiento médico y la práctica clínica.

 

  1. El Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer es la plataforma ideal para implementar todas las acciones reivindicadas anteriormente. Para el beneficio inmediato de todos los pacientes, le pedimos a la Comisión Europea que llame urgentemente a todas las sociedades científicas, expertos y grupos de pacientes relevantes para que participen activamente en las 9 temas mencionados anteriormente.

Junto con todos los signatarios, la EASL contribuirá plenamente con su experiencia, conocimiento y capacidad para implementar estas 10 cuestiones con el objetivo de mejorar la atención del cáncer de hígado en Europa. Promete su cooperación con las instituciones de la UE y dentro de los programas de salud de la UE existentes, como el Plan de Lucha contra el Cáncer de la UE y el Programa EU4Health.

¡Podéis firmar la carta aquí!

 

Fuente: easl.eu