Acabar con la heterogeneidad de criterios entre CCAA, objetivo de la Guía de Cribado de Hepatitis C

06/08/2020 | Noticias de prensa

El cribado de la infección por el virus de la Hepatitis C forma parte de la cartera de servicios comunes de atención primaria en España, pero hasta ahora, las comunidades autónomas aplicaban el servicio “con criterios más o menos restrictivos y organizados”, un problema que la Guía de Cribado de infección por este virus aprobada el pasado dos de julio por el Ministerio de Sanidad quiere resolver con la definición de elementos comunes para todas las comunidades autónomas.

Así ha explicado la Dra. Julia del Amo, responsable del Plan Nacional de Hepatitis C, en la jornada ‘Retos en Salud Pública para la Enfermedad Hepática’, dentro de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid.

La guía, además de unificar criterios y hacer recomendaciones, también recoge buenas prácticas desarrolladas por las comunidades autónomas, que “están trabajando muy activamente”, en el cribado y diagnóstico de pacientes de la enfermedad. Lleva un par de semanas a disposición de las consejerías de Sanidad, tras su aprobación en la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad el pasado dos de julio.

Para su elaboración se constituyó un grupo técnico del que participó el Ministerio, el Centro Nacional de Epidemiología, los servicios de epidemiología de comunidades autónomas y hospitales, así como sociedades científicas, atención primaria, sanidad penitenciaria, asociaciones de pacientes y ONGs.

Coste-efectividad de hacer cribados por grupos de edad

El documento recomienda hacer el cribado de la infección a personas con una serie de antecedentes de exposición o situaciones de riesgo, como el consumo de drogas por vía inhalada o inyectada, relaciones sexuales de riesgo o exposición laboral al virus, entre otras que se han definido. Además, se indica el cribado a personas sin síntomas, ya que en aproximadamente el 20% de las personas infectadas, no se han identificado exposiciones o situaciones de riesgo.

Por esta razón, el Ministerio se plantea emprender una búsqueda activa de casos entre pacientes de rangos de edad que mayor prevalencia del virus presentan. Principalmente, se detecta esa prevalencia, tanto de anticuerpos como de infección activa en hombres de entre 50 y 59 años de edad. “Hemos pedido a la Red de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias que hagan una evaluación de coste-efectividad en este tramo etario”, señaló la Dra. del Amo. El cribado se llevaría a cabo desde atención primaria, que ya está “sobrecargada”, por lo que es necesario conocer “si merece la pena” hacerlo, reconoció.

Por otro lado, la guía recoge cómo han de ser los procesos. Desde el diagnóstico de la infección, “en un solo paso”, hasta la identificación de personas activas con anticuerpos en un registro sanitario. Habla de actividades formativas y de apoyo a los profesionales, de integrar actividades de prevención frente a otras infecciones relacionadas y de la necesaria coordinación entre instituciones.

Los casos sin diagnosticar que se escapan

El documento hace hincapié en que hay que simplificar los modelos de atención y adaptarlos a las personas con mayor vulnerabilidad. Grupos como consumidores de droga inyectada o inmigrantes sin documentación que provienen de países con alta prevalencia de la infección. Y he aquí la debilidad de la capacidad de cribado.

La cifra de casi 22.500 personas que Sanidad estima que tienen la infección por Hepatitis C en España sin saberlo, no recogen los grupos más vulnerables que, a su vez, suelen tener una mayor prevalencia de esta enfermedad. Las cifras se basan en los datos de quienes acuden a los centros de atención primaria. Y, normalmente, los grupos más vulnerables, no suelen hacerlo. En este sentido, la responsable del Plan Nacional de Hepatitis C, habló de llevar a cabo “medidas más proactivas” que lleguen a esas personas.

Las cifras que maneja el Ministerio dicen que cerca de 77.000 personas de entre 20 y 80 años de edad tienen activa la infección. Casi 54.500 están diagnosticados, “pero no se termina el problema”, señaló la Dra. del Amo. La mitad de ellas están en tratamiento con antivirales de acción directa. Pero a algo más de 9.000 pacientes “aún no se les había empezado a tratar y a hacer seguimiento”, lamentó. El nuevo documento, también trata de reducir esta cifra.

 

Fuente: isanidad.com

06/08/2020

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